Archive for abril, 2016

España 48-Guadalajara 18

NO ES EL RESULTADO DE UN PARTIDO de fútbol, como podría desear el aficionado al balompié y temer quien no lo sea, sino el conjunto de saetas relativas a España y referidas solamente a Guadalajara que contiene, mi último libro publicado, “Saetas a las Semanas Santas de España”, que paso a comentar.

Las “Saetas a las Semanas Santas de España” son un conjunto de cuarenta y ocho saetas nuevas, pero inspiradas en la temática religiosa tradicional, a cada una de las principales Semanas Santas de España y a cada una de sus regiones.

Las hay para la Semana Santa castellana (Valladolid, Medina de Rioseco, Zamora, Salamanca, Madrid, Toledo, Cuenca, Guadalajara ), la Semana Santa andaluza (Sevilla, Málaga, Baeza, La Carolina, Puente Genil), Aragón (Calanda), para Asturias (Avilés), Baleares (Palma de Mallorca), Canarias (varias islas), Cantabria (Santander), Cataluña (Tarragona), Extremadura (Valverde de la Vera), Galicia (Vivero), Murcia, La Rioja (Anguiano), Valencia y Vasconia (Bilbao).

Pero entre ellas destacan por su número las dieciocho dedicadas a Guadalajara, desde el Domingo de Ramos al Domingo de Resurrección, sin que falte ningún día intermedio.

Algunas composiciones de la obra han merecido de don Atilano Rodríguez Martínez, obispo de Sigüenza-Guadalajara, la consideración de que tienen «mucha hondura religiosa» y de que son «una profunda reflexión en pocas líneas de la verdad del hombre, que tiene su fundamento en Dios y de la verdad del hombre que subsiste y se alimenta de la vida de Dios».  

En esta dirección se puede echar un vistazo al libro y ojear sus primeras páginas. 

http://www.amazon.es/Saetas-las-Semanas-Santas-Espa%C3%B1a-ebook/dp/B01EFRMVAA?
Muchas de las cuarenta y ocho composiciones van ilustradas con fotografías, que recogen el principal instante del desfile procesional al que alude la saeta, lo que otorga una gran belleza y expresividad visual a los poemas.

CODA: “Conversación ante San Ginés”. La novela que ocurre en Guadalajara, ante la iglesia de San Ginés, finaliza su primer capítulo e inicia el segundo.

http://blogs.periodistadigital.com/juan-pablo-manueco/2016/04/17/conversacion-ante-san-gines-novela-de-manueco-entrega-2a-capitulo-i/

 

 

 

 

 

Corrupciones, saetas y “Ante San Ginés”

UN EXCELENTE NOVELISTA INJUSTAMENTE preterido en nuestros días, para la fama y el reconocimiento que debería acompañarle, Jesús Torbado, a quien he tenido la suerte de conocer y admirar, escribió una novela titulada “Las corrupciones”, allá en el lejano 1965, con la que ganó el Premio Alfaguara de narrativa. ¡Larga vida, Jesús, y admirada escritura!

Cuenta en ella, la similitud que hay entre unas cosas y otras, que se van corrompiendo ante nuestros ojos con una constancia y contumacia digna de mejores causas, sin que podamos hacer casi nada por remediarlo.

Bueno, pues así van pasando los meses sin que se forme gobierno de ningún tipo, sino que simplemente nos cae -casi cada día que pasa- la noticia de un nuevo corrupto, atrapado en sus corrupciones, las cuales no perdonan ni a los ex-banqueros, ni a los ex-presidentes, ni a los alcaldes en pleno ejercicio de sus cargos, ni a los defensores de los ahorradores, ni a nadie, aunque afirme tener limpias las extremidades superiores o inferiores de sus actos, de sus espíritus y de sus bolsillos.

Todo ello, en calidad de presuntos, claro está, que hasta que no lo sentencie un juez, y se acaben los inacabables recursos que alcanzan hasta el infinito, nada puede asegurarse.

Aunque parece que un poco de fraude y de paraíso fiscal panameño y en otros lugares sí que va habiendo, mal que nos pese a los pobrecitos españoles de a pie, que vemos lo que ocurre, y nos hacemos cruces de asombro.

Lo de la “corrupción de los votos”, con los que eligimos a nuestros representantes políticos hace muchos meses, y aún no se han concretado en nada, sería otra clase de corrupción, en este caso del sistema político…

Ya veremos en qué termina este asunto, cuando decidan nuestros señoritos, es decir, las señorías a las que elegimos (porque representantes que NO sean señorías, no se nos permite elegir, y quizá aquí este la primera de las corrupciones que habría de corregirse), para que se aclaren con los asuntos públicos.

Pero nuestros señoritos o nuestras señorías no se aclaran, sino que los asuntos públicos se han enquistado, con lo que la actual legislatura parece que está a punto de corromperse, sin haber florecido siquiera. ¡Vaya por Dios y vaya por nuestras señorías o señoritos…!

2. Saetas. En vista de lo cual, yo me he puesto elegíaco y entristecido y he aprovechado las fechas que van desde la pasada Semana Santa hasta la actualidad para componer una serie de saetas religiosas que pronto conformarán un nuevo libro: “Saetas a las Semanas Santas de España”

He utilizado para ello, la estrofa “castellana”, que ya conocen los lectores de “GuadalaraDiario” en anteriores entregas de esta serie y que cada día que pasa da muestras de mayor versatilidad.

En su variante de arte menor, y con algún verso o estrofa repetidos, a modo de estribillo, se ha mostrado muy apta para alojar saetas a las imágenes de Semana Santa.

Aquí tiene una muestra de este tipo de saetas, hospedadas en estrofas “castellanas”, quien tenga gusto y ganas de conocerlas:

 

http://blogs.periodistadigital.com/juan-pablo-manueco/2016/04/08/saeta-de-la-semana-santa-de-sevilla-de-manueco/

 

3. CODA: “Conversación ante San Ginés”. Y como lo prometido es deuda y así lo hicimos la semana pasada, aquí va parte del primer capítulo de “Conversación ante San Ginés”, la novela que ocurre en la explanada exterior ante la iglesia de San Ginés, de Guadalajara, un día caluroso de finales de agosto.

 

http://blogs.periodistadigital.com/juan-pablo-manueco/2016/04/17/conversacion-ante-san-gines-novela-de-manueco-entrega-2a-capitulo-i/

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Himno a Guadalajara, elogio de la eñe y una prosa

DANDO LAS MISMAS VUELTAS LA TIERRA A DIARIO alrededor de su eje, resulta que no todos los días son iguales sino que les gusta venir cargados de diferencias, diversidades y desavenencias, aunque no sean éstas enormes y mayúsculas, sino menudas, chicas, insignificantes y acaso desdeñables, por lo que quizá no siempre se perciben.

El lector, que es soberano de sus gustos, aunque del sistema político no lo sea ni por asomo -por más que digan lo contario quienes lo digan,  como se está comprobando en este largo no saber lo que hemos votado desde el 20-D del pasado año hasta la fecha-, sí va a poder ejercer su soberanía como lector decidiendo si le agrada más el artículo de hoy que el de la pasada semana o al contrario. O bien, si no le interesa ninguno de los dos, que también puede integrarse en ese soberano parecer propio.

Pero cargado de contenidos y ofrecimientos el artículo viene. Esto es seguro.

1. Himno a Guadalajara. Abriremos boca hoy con el “Preludio” o primer poema con que se abre el que considero mi mejor libro de poesía publicado hasta la fecha: “Donde el mundo se llama Guadalajara”. Se trata del “Himno a Guadalajara”, que dice así:

 

HIMNO A GUADALAJARA

 

Arriaca, tierra que amo

más de toda España,

hermoso predio te llamo,

planicie y montaña.

 

Vegas de verde Campiña

valles rugosos de Alcarria,

montes  que la Sierra afila

donde heladas aguas manan.

 

Bosques los del Señorío

molinés, en donde claman

verdeciendo tierras ríos.

Parque que Alto al Tajo llama.

 

Arriaca, tierra que amo

más de toda España,

diverso predio te llamo,

llanura y montaña.

 

Quien anhele grandes cumbres

que a las nubes sobrepasan,

aquí de roca halle lumbres

luminosas de montaña.

 

Vegas, llanos, lomas, lagos

cimas del arte y cultura,

serranillas, libros magos

en verso y en literatura.

 

Arriaca, tierra que amo

más de toda España,

orlado predio te llamo,

tierra de mi entraña.

 

Qué gran país de países,

¿cuántos en ti, varia Arriaca,

matices de luz divises

que el cielo en tierra destaca?

 

Que sintamos el orgullo

de hacernos Guadalajara,

tierra amena que concluyo

en nosotros se alojara.

 

Y que sepamos bien alto decir

que viva Castilla y que viva Arriaca,

viva Europa y el mundo y España,

que eso será muchas veces sentir

que vive y que… ¡viva Guadalajara!

 

Del libro “Donde el Mundo se llama Guadalajara” (2015)

 

2. Castellana de la eñe. Va como segunda plato del artículo, un breve pasatiempo sin mayor trascendencia, que no cuenta más que con veinticuatro horas de existencia, puesto que se escribió ayer. Quienes hayan leído los anteriores artículos de esta sección “Realismo simbólico”, ya saben qué es eso de una nueva estrofa llamada “castellana”.

CASTELLANA DE LA EÑE

  

Apogeo de la eñe

que no existía en latín

y que en Castilla por fin

a escribir bien nos enseñe.

 

La doble ene que a Hispania

la mudó antes en Espanna,

y dio con ella en España

a esta tierra de Occitania.

 

La “vínea” de la que mana

la viña hoy castellana,

 

la mejor cepa que hermana

a esta tierra soberana

 

de la lengua castellana:

virgulilla, a mí paisana.

 

Y “Castella” si a “Castiella”

pasó primero a escribir,

hoy no puede prescindir,

lleva contigo su huella

 

que afirma  que es castellana

toda eñe con virgulilla

que proclamando a Castilla

de Castilla es escribana.

 

¡Apogeo de la eñe

que no existía en latín

y que en Castilla por fin

a escribir bien nos enseñe!

 

 

3. Y una prosa: “Conversación ante San Ginés” de “Viaje por Guadalajara”.

Anteayer, 8 de abril, comencé a publicar digitalmente una novela que, previamente, apreció en papel en el año 2014. Se trata de “Conversación ante San Ginés”, una novela corta que ocurre ante la iglesia de San Ginés de Guadalajara, y que apareció en papel dentro de la novela mayor “Viaje por Guadalajara”.

“Conversación ante San Ginés”, es el relato de un día 29 de agosto, ante la iglesia de San Ginés, donde dos personajes centrales dialogan sobre casi todo lo divino y buena parte de lo humano, mientras el ritmo de los habitantes de la ciudad y el tráfico de sus coches se palpan alrededor.

También intervienen en la narración Jesucristo, Nemo, Nadie, Tertuliano, fray Luis de León, Santa Teresa de Ávila y otras figuras representativas de la Religión y de la Humanidad de todos los tiempos.

Asimismo le comenta la extraña cualidad de zureo en forma de gallo que poseen las palomas de San Ginés, en determinadas circunstancias, que se señalan.

Quienes quieran seguir esta narración alcarreña, que ahora comienza y por lo tanto es buen momento, pueden hacerlo en este enlace:

 

http://blogs.periodistadigital.com/juan-pablo-manueco/2016/04/08/conversacion-ante-san-gines-novela-de-manueco/

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Guadalajara, Córdoba y Quevedo

 

EN ESTO QUE VAMOS VIVIENDO, como sin darnos cuenta de que los días están adquiriendo una velocidad de vértigo y se marchan las semanas, las fechas y las horas hacia no se sabe dónde, pero muy aladas y deprisa…, resulta que se nos ha ido la Semana Santa de marzo y que nos hemos plantado en el mes abrileño. Esperemos que con la buena simiente de la alegría, de la dicha y de la esperanza en que el mes nos sea propicio y abundoso de bienes, como también lo sean los siguientes.

1. Guadalajara. La Semana Santa, para mí en particular, ha supuesto una buena colección de saetas, algunas de las cuales ha publicado este mismo medio de comunicación “GuadalajaraDiario” y otras me han supuesto felicitaciones y parabienes por parte de alguno de los pasos procesionales de nuestra capital. Como muestra, citaré una composición que me ha granjeado un correo de felicitación por parte de la Cofradía del Santo Sepulcro, de la concatedral de Santa María. Hela aquí, con mi acuse de recibo y mi agradecimiento por la felicitación.

 

Saeta al Cristo Yacente del Santo Sepulcro, de la concatedral de Guadalajara

Cristo, Cristo, va pasando,

Cristo, Cristo, ensangrentado.

Cristo, Cristo, desfilando,

con la lanzada el costado.

Sangre le cae manando

de su cabeza, aflorado

reguero de amor bajando

para limpiar el pecado.

 

Yacente Cristo que al lado,

trae penitentes llorando,

 

y una música que gime

mientras Jesús nos redime.

 

Se aleja el tambor sonando

por el Cristo sepultado,

 

Ya la trompeta esperando

queda a Dios resucitado.

2. Córdoba. La primera parte de la Semana Santa tuve la suerte de pasarla en las tierras andaluzas de Córdoba, que, sorprendentemente, al menos en esos primeros días de semana, no estaba llena de turistas, sino sólo lo justo, quedando despejados y expeditos los hoteles y las calles, los patios cordobeses y la cafeterías de ambiente local, nacional e internacional.

El asunto de la catedral-mezquita -que es lo primero desde el siglo XIII, como antes de ser mezquita había sido iglesia cristiana visigoda y antes templo romano, y que sigue siendo monumentalmente lo segundo, porque a los castellanos que reconquistaron la ciudad no les dio por destruirla, sino que la conservaron y ampliaron- trae soliviantada a la ciudad.

Se oyen voces para que se quite a la Iglesia católica el uso exclusivo de la catedral, y se convierta en una especie de batiburrillo intercultural para todos los gustos. Y eso, porque a Fernando III el Santo, ya digo, le dio por respetar el monumento. Sé culto, tolerante y santo, para que, andando el tiempo, te hagan esto los políticos.

Yo, de momento, y en espera de lo que ocurra, que también puede haber quien entre pronto en el recinto con teas incendiarias y acabe de un fogonazo con Cristo, con Mahoma, con Leovigildo, con Venus, con Febo y con Apolo… me traje de allí esta estrofa “Castellana”, que, como ya saben lo que sigan esta sección, es innovación estrófica de este año, y que dice así:

CASTELLANA DE LA CATEDRAL DE CÓRDOBA                            

 Bosque de arcos de herradura mirada

en hileras solas; y palmerales

si por doble faz miras sus señales.

Oasis bicolor con alma alzada.

 

Columnas de otra época naturales,

romanas y visigodas, espada

de paz que, desde la tierra alargada,

de un espacio aéreo son portales.

 

Y de senda hacia dentro caminada

del alma hacia el interior de Dios guiada.

 

Gongorino rumor barroco luego,

en zona renaciente que el sosiego

 

de columnas rompe, porque brote

altar, púlpito, coro, nave dentro;

como un cristiano y renaciente islote.

 

3. Quevedo. Y podría bastar por hoy, pero como ya hemos salido de las fechas meditativas de la Semana Santa y entrado en las más alegres y humoradas de la primavera, me ha venido a las mientes una composición que escribí hace unos meses, y cuyo comienzo pongo aquí. El resto, ya que se trata de un poema muy largo, a imitación del que Quevedo dedicó a Felipe IV, puede leerse en el enlace que va abajo.

Lo que sí se garantiza es la sonrisa a quien se tome la molestia de leerlo completo.

Padre nuestro rimado del rey Felipe VI

PADRE NUESTRO, FELIPE

Felipe que el mundo aclama
como el mejor de los sextos
y que figura en los textos
como el que a España la ama,
oye una tierra que exclama
hundida en tantos pretextos
y que la verdad reclama,
óyenos tú, padre nuestro. 

 

http://blogs.periodistadigital.com/juan-pablo-manueco/2015/01/22/padre-nuestro-rimado-del-nuevo-rey-felipe-vi/

 

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