Archive for noviembre, 2014

Ultra-lamentable

En un día como hoy, no he podido evitar abrir el portátil y buscar, investigar, leer… No podía pasar inadvertida la actualidad que nos ocupa: “Fallece el hincha del Depor herido en una pelea entre Frente Atlético y Riazor Blues”. Este es el titular que hace unas horas ocupaba cada una de las cabeceras de medios nacionales, regionales y locales y abría cada uno de los informativos del día.

Sin aún dar crédito y aún impactada por la noticia, navegaba por la red en busca de información, datos, el comportamiento de estos grupos de barras bravas como dicen en Argentina. Pues bien, lo primero, el origen: el panorama ultra en España es “joven” en comparación al resto de Europa. Transcurría el año 1975 cuando un grupo ligado al Sevilla FC, llamado Biris Norte, aparecía en los fondos pero, no era hasta finales de los 70`cuando la peña del Atlético de Madrid Rubén Cano (actual Frente Atlético), influenciada por los modelos establecidos en Inglaterra e Italia, importaba el movimiento ultra a España.

Tras este dato, he buscado cómo se organizan, cuáles son sus “códigos de honor” y lo que más me ha impresionado es la cantidad de actos que se celebran cada fin de semana cuando juegan los equipos de los cuales son hinchas (por decirlo de alguna manera) Todo lo que hay detrás de un grupo de esta índole; sus peleas no son fortuitas, ni en muchas ocasiones fruto de un calentón. Estas peleas son verdaderas guerras organizadas de principio (pero no a fin). Los ultras rivales entre sí quedan previamente al partido, mediante foros privados, chats, mensajería instantánea. Ponen fecha, hora y “condiciones”. Esas condiciones son las normas del “juego”, qué armas se pueden utilizar y cuáles están prohibidas. Todo un mecanismo perfectamente engranado.

Hay auténticas alianzas entre estos grupos, ultras que apoyan las causas de otros similares a ellos, normalmente por ideología. En el caso concreto de hoy, Riazor Blues, de ideología de extrema izquierda y el Frente Atlético, de ultra-derecha. Una mezcla explosiva que hoy ha llegado a ser mortal.

Me da auténtico asco, como aficionada al fútbol, al deporte, a la deportividad y al espíritu de lucha pacífica en el terreno de juego. Lo de hoy no es nada de lo anterior, ni siquiera son auténticos aficionados ya que, en la mayoría de las ocasiones, el fútbol y su equipo pasan a un segundo plano. Lo principal es dar leña y atacar sin pestañear.

Es una pena asociar estos movimientos al deporte, pero en la cruda realidad no podemos separar fútbol y radicales. Es una verdad, es lo que hay. No hay más que ir una tarde de sábado o domingo a uno de los estadios en los cuales se esté disputando un encuentro liguero: ¿Quién anima más que nadie? ¿Quién levanta al resto de la afición? Por desgracia, la respuesta es los ultras. Estos grupos que por estos motivos nos han parecido simpáticos, apasionados por su equipo. Pero hoy, una persona ha muerto; uno de ellos se ha ido. Hoy ha sido Jimmy y era del Depor, pero podría haber sido “Pepe” del Atlético.

Qué pena, qué rabia, qué lamentable. No puedo pensar ni decir otras palabras. Condenar lo sucedido y los comportamientos dignos de salvajes, de la sin razón y de idearios que, a estas alturas de la vida, deberían estar extinguidos.

Y después de esto, me voy a ver el fútbol, con un ánimo diferente pero con la esperanza de que esto acabe algún día.

 

 

La casa por el tejado

Hace unos días visitaba, junto con mi familia, el Museo Arqueológico Nacional situado en pleno corazón de Madrid, centro neurálgico del lujo, de las marcas más  exclusivas – y caras- del mundo. Consumismo aparte, fuimos directos al edificio y una vez dentro, lo de fuera es como si nunca hubiera existido; ahora estábamos en otro tiempo, en otra época, en otro lugar.

¿Por dónde empezar? Por la pre-historia. Periodo que todos estudiamos en el cole y el cual ya recorrimos algunos en su día cuando nos trajeron de excursión a este mismo museo, hace casi 20 años (madre mía).

Refugios, cabañas, herramientas – muchas de ellas halladas en la provincia de Guadalajara -de un periodo y otro: el Imperio Romano; los reinos cristianos, las civilizaciones de Egipto, Grecia… Un recorrido espacio-temporal que nos descubre y muestra antiguas y extrañas costumbres, anécdotas que en su día se te escaparon porque estudiar “era un rollo”.

Después de unos cuantos siglos de viaje, volvíamos al XXI: gente por todas partes, coches, autobuses, tiendas, más tiendas, bares… la calle Serrano en estado puro.

Parece una nimiedad, pero he aquí el gran salto de la humanidad, el “dónde hemos ido a parar”, la importancia que ha adquirido el cómo y dónde comemos; cómo nos vestimos… Y es precisamente en este punto, cuando volvemos al origen. Y este origen de todo, se materializa en la desnudez.

No, no me he vuelto loca. Para locos, los concursantes del nuevo juguete de la televisión pública de nuestro país, el reality show “Adán y Eva”.

Privilegiados que no lo habéis visto, os pongo en situación. El contexto, una isla “desierta”, una “Eva” y un “Adán”, estos son los concursantes, que no se conocen entre sí, y los juntan en la playa en la que aparecen como su madre les trajo al mundo. Allí tienen un par de días para conocerse de forma inversa a lo que la sociedad a lo largo de los siglos ha establecido: primero se ven desnudos, si se gustan, la siguiente fase es vestirse y así comenzar “una relación” en la vida real. Nada forzado, nada…

El pudor no existe, y la vergüenza tampoco. Una vuelta a los orígenes artificial, una básica desnudez pero compleja a la vez, sin intimidad,  porque ha sido creada para ser retransmitida. Un “empezar la casa por el tejado” que algún día fueron los cimientos de la humanidad, sin testigos. Hoy, los testigos son 2.558.000 espectadores con un 13,8% de share.

Ver la tele está muy bien, es más, ver realitys también, por qué no. Pero no está nada mal tampoco hacer una visita que otra a los museos, leer libros, descubrir de la forma que sea lo que algún día fue nuestro modo de vida…en resumen, mantener viva nuestra cultura. Cuidémosla.

 

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