Archive for enero, 2017

Todo cambia, para seguir igual

La Junta de Comunidades ha hecho públicos los precios del aparcamiento cubierto del Hospital y la noticia no ha caído nada bien.

Vaya por delante que no soy partidaria de la filosofía del gratis total porque tendemos a no valorar las cosas que nos dan gratis ya sea un cursillo, los viajes del bus urbano o la entrada a un concierto, y además tenemos la mala costumbre de pensar que estamos adquiriendo un derecho y que todo debe ser gratuito.

Sin embargo, el rango de precios que ha dado a conocer hoy La Junta de Comunidades para el futuro aparcamiento cubierto del Hospital de Guadalajara es, bajo mi punto de vista, excesivo.

Primero porque no están cumpliendo lo que anunciaron.

El gerente del Área Integrada del Hospital de Guadalajara, Lucio Cabrerizo, declaraba meses atrás en Ser Guadalajara (pueden escucharlo aquí ) que el precio no sería superior al de la zona azul de la ciudad, que es de 0,55 euros la hora, sin embargo, el precio que han fijado para una hora de aparcamiento es el doble : exactamente 1,08 euros.

En caso de que queramos aparcar todo el día hay un precio especial: 7 euros… ¡Ríete tú de la zona verde que montó el ayuntamiento de Guadalajara! Con la cantidad de críticas y enfados que ha habido por pagar dos euros al día por aparcar en el parking de Santa María… ¡ahora va a resultar que lo del ayuntamiento es barato!

Hay que reconocer que el precio es mucho mas bajo que el que tienen marcadas las empresas que explotan los aparcamientos privados que cobran 2,30 euros la hora pero esas empresas (que por cierto tendrán que replantearse sus propios precios)  viven de ello y la Junta de Comunidades asegura que con esto no quiere hacer ningún negocio.

Por otro lado fijar estos precios tan altos supone perpetuar las malas costumbres a las que la falta de espacio nos ha obligado estos años y seguiremos dejando el coche mal aparcado en cualquier parte: una cuneta de la N 320, entre dos bolardos, en un trozo de acera inverosímil… y, por supuesto, continuaremos aprovechando el entorno del edificio donde Hercesa tiene sus instalaciones, un espacio más o menos cercano, muy socorrido y con un paso de cebra bastante peligroso para los peatones.

Los precios fijados por la Junta son mucho más razonables para los trabajadores que podrán pagar 1 euro al día por su turno de trabajo o tener un bono de 20 euros al mes pero dudo que ninguno de ellos acceda a pagar si puede conseguir una plaza gratis. El delegado de la Junta de Comunidades en Guadalajara, Alberto Rojo señala que al poner precios baratos a los trabajadores “confían en que éstos opten por el parking cubierto y liberen así las plazas gratuitas al aire libre, para que puedan ser utilizadas por la ciudadanía”. Lo dudo. Me resisto a pensar que esto vaya a ser así. Ellos son los primeros que llegan por la mañana y por lo tanto ocuparán, si pueden, las plazas gratuitas. Además, las mayores rotaciones en las plazas de aparcamiento gratuito se producen en los cambios de turno y dudo que nadie quiera gastarse dinero, aunque sea sólo un euro al día, por aparcar. Alguno habrá, pero no será lo habitual. Es lo que haríamos cualquiera.

De esta manera seremos los vecinos de Guadalajara los que nos veamos abocados a pagar por aparcar y nos costará 1,08 euros la hora. Un precio que sigue siendo alto si vas a una prueba o una consulta y que se convierte en muy alto si tienes un familiar ingresado.

Eso sí, todo esto tiene una clara ventaja para el usuario: a partir de ahora pagaremos, pero no nos pasaremos media hora dando vueltas buscando un pequeño hueco donde dejar el coche. En eso sí salimos ganando.

Promesas del 2016

2016 se despide con un halo de esperanza. Después de años de dura crisis las administraciones comienzan a comprometer dinero, y no sólo palabras, para mejorar infraestructuras en la ciudad de Guadalajara. Hasta la saciedad se ha hablado de arreglar edificios, monumentos e instalaciones pero, en 2017 será cuando, por primera vez empecemos a ver los trabajos en marcha.

El más destacado sin ninguna duda es el campus. Años llevamos hablando de él y parece ser que esta vez sí, será la definitiva.  El proyecto, ya ultimado, lo adelantaba hace unos días Guadalajara Diario

Una vez más las bases ya están sentadas y el dinero comprometido, y además se han dado fechas de obras: se iniciarán en el 2018. Esperemos que esta vez sí la iniciativa salga adelante. La envergadura del proyecto hace necesario que las cuatro partes comprometidas (Junta, Ayuntamiento de Guadalajara, Universidad de Alcalá y Defensa) cumplan con su parte y parece ser que, en esta ocasión, no hay ninguna voz discordante lo cual nos da cierta tranquilidad.

Este es sin duda el proyecto más esperado, pero no el único que se ha puesto sobre la mesa. Desde el ayuntamiento ya se está trabajando para mejorar el invisible Alcázar. De momento se ha dado presupuesto para redactar el proyecto que permita consolidar todo el cerramiento del edificio, los torreones medievales y los restos de muralla. El presupuesto no llega a los 200.000 euros pero en el pliego de condiciones ya se avisa que la obra costará en torno a 1.300.000 euros, una inversión que nos hace pensar que, esta vez sí, el Alcázar tiene una oportunidad. Ahora falta por saber si el CSIC, que se encargó de la anterior recuperación del Alcázar, volverá a participar en el proyecto. Precisamente en diciembre del 2015 Julio Navarro, el alma de la anterior recuperación, defendía en Guadalajara la creación de una Escuela internacional de Arqueología tomando como base el Alcázar, un proyecto muy ambicioso, y sin embargo asequible, por el que el Ayuntamiento de Guadalajara debería luchar.  Veremos si llegan buenas noticias.

Y a estos dos proyectos sumamos otro más. Anunciado por sorpresa y recibido con agrado: la reforma del puente árabe, una obra a la que se destinarán medio millón de euros que servirán, entre otras cosas, para remozar la maltrecha barandilla, y hacer peatonales y visitables algunos arcos descubiertos mientras Rayet hacía las obras del puente nuevo. Los trabajos empezarán en primavera y desde luego darán un nuevo aire a un monumento de gran importancia para la ciudad.

Son tres apuestas llegadas en los últimos días de Diciembre que pueden suponer un cambio radical a esa zona de Guadalajara: por un lado aportarán más vida y dinamismo a esos barrios ya que en unos años traerán más vida universitaria y más peso del turismo, y por otro conseguirán sacar de la invisibilidad a un área de Guadalajara que ahora concebimos más como una zona de paso que como un sitio de ocio y disfrute.

Esperemos que se cumplan las promesas. Feliz 2017.

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