Las elecciones más abiertas desde la Transición, aquí y allí

El último barómetro que publico el domingo El País aportó un dato nuevo, que se veía venir, como es el vertiginoso crecimiento de Ciudadanos, sustentando en el atractivo médiático de su líder, Albert Rivera, que por primera vez  desde la restauración juancarlista sentencia el fin del bipartidismo y sitúa a cuatro partidos con opciones de gobernar o de formar parte del gobierno de turno.  Este es la gran novedad de este barómetro, y no tanto que en intención de voto Podemos sería el primer partido con el 22,5%; el PSOE  volvería al segundo puesto con el 20,12%; por primera vez el PP caería hasta el tercer lugar con el 18,6%, y pisándolos los talones se ha acercado Ciudadanos como un bólido con el 18,4%, lo que significaría que Albert Rivera está rebañando electores en predios que fueron de los populares en las últimas Generales. Izquierda Unida, con el 5,6%, y UPyD con el 3,6% tiene el serio riesgo de caer en la irrelevancia, que es un paso anterior a su extinción como partidos. Si fuesen entidades bancarias, con esos resultados están al borde de una OPA por absorción.

Que el estudio demoscópico avance que hay cuatro partidos en la carrera electoral, y que uno sea una formación moderada, social liberal y sin complejos frente a los nacionalistas, como Ciudadanos, es sin duda más relevante que los propios porcentajes que estima el barómetro de Metroscopia, porque todavía queda un mundo para las elecciones (sean en noviembre o diciembre) y porque el número de indecisos es altísimo (el último sondeo del CIS sobre Andalucía los elevaba al 40% nada menos). Los dos partidos mayoritarios confían en que hay mucho voto oculto suyo en estos barómetros, porque hay millones de personas que no están dispuestos a confesar públicamente  que van a votar  a PP o a PSOE ni hartos de guisqui; pero esto tiene también una segunda lectura, y es que hay serio riesgo de perder la prima del voto útil que populares y socialistas tienen a derecha e izquierda del electorado por la irrupción de Podemos y Ciudadanos. También el barómetro de Metroscopia detecta otro elemento fundamental, que invariablemente apuntan los estudios más precisos del CIS, como es que un 84% sigue pensando que la situación económica es mala, lo que constituye un serio hándicap para todo partido de gobierno, ya que pone de relieve que la recuperación económica –incontestable  en España en cuanto a los fundamentos de su economía nacional—no se percibe mientras no se recupere el empleo y aumente su calidad.

Este es el escenario que se va configurando con las elecciones Generales en el horizonte, y que van a tener como aperitivo unas elecciones Locales y Autonómicas,  que supondrán un buen test sobre lo que vendrá después.

En CASTILLA-LA MANCHA estamos pendientes de algún estudio del CIS con un muestreo decente, que nos avance como van los tiros, y nos tenemos que conformar  con las filtraciones de  algunas encuestas privadas, que se publican sin ficha, y con muchas lagunas. La última de Asturbarómetro daba 16 diputados al PP, 10 al PSOE y 5 a Podemos, lo que confirma que estamos  ante unas elecciones muy abiertas en las que cualquier cosa puede pasar. Tal es así que con que solo variara de 3 a 2 los diputados que el muestreo concede al PP en Guadalajara o Cuenca, el PP perdería la mayoría absoluta en Castilla-La Mancha, y eso significa dejar  el gobierno, ya que Podemos ha anunciado tajantemente que no permitiría un gobierno de Cospedal en la región. Eso significaría que tendría que votar en la investidura a Emiliano García-Page ( no le valdría con abstenerse), si como es previsible el PP es el partido más votado. Esta es la opción que maneja como más verosimil el equipo de Page, y así lo reconoce internamente, ya que  da por hecho que los populares tendrán más diputados que ellos. Pero el PSOE tiene a su izquierda a Podemos,  mientras que el PP, pendiente de sondeos más fiables,  no dispondría de nadie con quien pactar ya que Ciudadanos, UpyD o IU se quedarían fuera del parlamento regional, insisto,  según el barómetro citado,  del que no sabemos las tripas sobre cómo se hizo. Así que…

En Guadalajara , lo que queda fuera de toda duda es que el quinto diputado, que se decide por el último resto, va a estar muy disputado, y es posible que sea el que determine el gobierno regional. Parece que hay un consenso general en que Podemos podría sacar al menos 1 diputado en Guadalajara, lo que significaría que en ese último resto, dando por hecho que en la asignación anterior de la ley D,Hondt, el PP tendría 2 escaños y el PSOE solo 1 escaño, para que el PP sacara el tercero,  el cociente debería ser mayor al dividir sus votos por tres, mientras que al PSOE (o a Podemos si tuviera más votos que el PSOE), le valdría dividir por 2 para adjudicarse el quinto diputado. Sí, ya sé que esto es un lío, pero yo se lo traduzco: esto significa que el PP tendría que ganar con mucha claridad en Guadalajara, seguramente en torno al 50% de los votos, para conseguir el tercer diputado. Muy complicado, ¿ verdad?, tal y como vienen los vientos de Madrid, aunque no imposible, porque a buen seguro que PP y PSOE, especialmente el primero, van a descontar en la provincia parte del voto de Podemos, que se agrupará fundamente en el Corredor.

En las locales de  GUADALAJARA capital se empiezan a aclarar varias cosas. Lo último, que Podemos, aunque no arriesga su nombre, ni su logotipo, va a respaldar (si sus afiliados no deciden lo contrario) a la coalición izquierdista  Ganemos Guadalajara. También  han dejado una puerta abierta para integrarse en la lista, ya que los dirigentes de Podemos podrían hacerlo con solo renunciar a sus cargos en el partido, y los militantes de base no tienen restricciones. Barra libre para presentarse.  El día 27 de marzo,  Ganemos elegirá su cabeza de lista en Primarias, y ese día sabremos si el candidato a la Alcaldía es un comunista, un ecologista, un independiente o un militante de Podemos de paisano, como crisol de todo lo anterior, pero  desprovisto de cualquier logotipo partidario, que el partido de Iglesias  reserva en CLM para las Autonómicas.

En el PSOE,  mucha atención  al día  19 de marzo , porque su candidato a la Alcaldía Daniel Jiménez presenta por segunda vez su lista a la confianza de los militantes en la Asamblea Local. En la primera vez hubo problemas, fundamentalmente, por el pasado antiabortista de una mujer que Jiménez metió en la lista, y que finalmente ha retidado. Habrá que ver si con ello será suficiente. Las normas internas del PSOE permitirían incluso que el Comité Federal  proclamara una lista que no ha sido refrendada  por una samablea local, pero ¡qué duda cabe que sería un varapalo para el candidato!. No se entendería muy bien que una lista que no ha recibido el respaldo de la militancia se sometiera luego a la confianza de los ciudadanos. Y encima en unas elecciones en las que los socialistas, por primera vez desde la Transición, no es que  se jueguen solo  la Alcaldía de Guadalajara  sino seguir siendo el primer partido de la izquierda guadalajareña.    

En el PP, el alcalde ya ha dicho que aguantará hasta última hora para dar la lista, una cautela lógica teniendo en cuenta lo que ha pasado en los últimos plenos de la legislatura entre concejales que se han quedado fuera de la lista  Teniendo en cuenta que el periodo oficial para presentar candidaturas es del 15 al 20 de abril, no habría lista oficial hasta después de Semana Santa. Román ya ha adelantado que habrá pocos cambios (parece que entre dos y tres en la zona alta de la lista) pero el problema es quién se queda  detrás del puesto decimotercero, que es el número mágico de la mayoría absoluta. En el PP se da por hecho que el 14 lo tiene muy difícil, y el 15 y 16 (hasta la decimosexta planta subió el agua del PP en las últimas elecciones)  prácticamente imposible.

Mucha atención también por si Ciudadanos o UPyD pudieran entrar en el Ayuntamiento, y al final se convierten en la llave de su gobernabilidad.

P.D.- En el patio trasero de Madrid, que tanto influye en la política local de Guadalajara, el PP va a presentar a sus mejores bazas electorales. Cristina Cifuentes sustituye a Ignacio González (por cierto, que todavía tenemos en su gobierno un convenio sanitario por ratificar) y Rajoy ha hecho de tripas corazón y finalmente ha puesto a la gran esperanza blanca del PP, Esperanza Aguirre. Pero esta última, ¡genio y figura!, no está dispuesta a que a cambio Cospedal  la desmonte de la presidencia provincial del PP de Madrid, y amenaza con renunciar a la nominación. Para empezar, este domingo hizo unas declaraciones reivindicando que en el PP no solo tiene que haber gestores sino líderes  políticos con idelología que cumplan con el programa , opiniones que iban con bala. ¿Verdad señor Rajoy?.

¡Vaya follón! Ella dice que no es un “monigote”, y Cospedal en medio del lío. Y con nuestro convenio sin firmar, que es lo que más me importa.

Pues esto es lo que hay. Y veremos cómo acaba.

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