Archive for agosto, 2015

Tinieblas para empezar y la cuadratura del círculo para acabar

Cualquier inversor foráneo poco avisado que hubiera asistido a las dos comparecencias de  los consejeros de Hacienda de Cospedal y Page al comienzo de sus respectivas legislaturas a buen seguro que habrá salido corriendo…hasta Madrid, como poco.

Si en 2011 espantaba el déficit del 6,5% y los 3.000 millones de facturas por la pésima gestión financiera del gobierno de Barreda, el jueves fue el consejero de Hacienda Ruiz Molina quien nos trazó un cuadro tan tenebroso sobre las cuentas regionales que lo podría haber firmado el mismísimo Caravaggio.  No quiero entrar en la  guerra de cifras que se libra en estos casos en la habitual ceremonia de la confusión a la que juegan nuestros políticos, solo decir que el PP tiene colgada sus cuentas que presentó ante notario en su página web y  las de Ruiz Molina  en base al informe de intervención son las que presentó ante el último pleno de ls Cortes. Lo que me permitiré subrayar es lo que hay detrás de algunos números y que corroboran una tesis que llevo defendiendo desde hace muchos años, pero que ni nuestros políticos ni los cenáculos toledanos que se alimentan del  tinglado autonómico, por decirlo finamente van a reconocer:  esta autonomía es inviable bajo el actual sistema de financiación, por lo que estamos condenados a recortes sin cuento, que el gobierno de turno se empeña a disfrazar malamente.

Diciendo Ruiz Molina que la ejecución del presupuesto está al borde del 60% se está curando en salud ante los compromisos adquiridos ante los propios: es como decir la caja está con telarañas y vais a tener que esperar.  Más me preocupa que el déficit de Tesorería estimado y que podría alcanzar los 400 millones de euros,  pudiera poner en peligro algo en lo que se mejoró sin discusión durante la legislatura de Cospedal: el pago a proveedores y que otrora aceleró la ruina de pequeñas empresas de la región.  Pero lo que me pone directamente los pelos de punta es conocer que el  déficit  a 31 de junio es del 0,84% (332 millones) que supone el 0,84% del PIB regional cuando el límite para todo el año es del 0,7%, y por lo tanto ya se ha rebasado. Pero lo peor es que según las estimaciones de la consejería se va a llegar al 1,7%, es decir un punto más sobre lo autorizado. Ruiz Molina calificó la situación de “muy preocupante”, y añadió que “no sabemos si estamos a tiempo de ponerle remedio”. Prevé que  hay gastos sin contabilizar y que todavía podrían engordar ese déficit, entre ellos por la aplicación de algunas sentencias que perdió el gobierno de Cospedal en la actuación más negligente en cuestiones jurídicas que recuerdan los tiempos (En esto Page ha sido ágil y lo primero que ha hecho es poner a una persona bregada en estas lides al frente de los servicios jurídicos de la Junta como es Araceli Muñoz).

En el PP van diciendo que  ya le gustaría a ellos haberse encontrado con un 1,7% de déficit y no el regalito del 6,5% que les dejó Barreda, y no les falta razón, pero lo que nos debería preocupar a todos es que ese 1% de desviación se ha producido después de que el anterior gobierno se saltara varias líneas rojas del llamado gasto social, y aun así seguimos con esta pintas, con riesgo a ser sancionados por la superioridad.  ¿ Y cómo podemos mejorar ese déficit? La forma más decente es  aplicarse en la gestión de los tributos, aunque por Ruiz Molina hemos sabido que mientras que papá Estado paga con rigor sus anticipos a cuenta todos los meses, la ejecución de los tributos que  corresponden a nuestra autonomía apenas llegan al 38%; y, por si fuera poco, la estimación de ingresos se ha inflado  y el señor consejero estima  que se van a recaudar 76 millones  menos de lo presupuestado.  Todo ellos nos lleva al convencimiento, una vez más, de que ante la ineficacia de nuestras autonomías para cumplir con sus obligaciones recaudadoras, lo más revolucionario que podrían hacer es conveniar con la Agencia Tributaria la gestión de esos tributos ante ese vergonzoso nivel de ineficiencia. ¡Menos mal que las pensiones y la seguridad social  todavía las gestiona el Estado!

Claro que hay también un sistema más tramposo de gestionar los excesos de déficit, como es convertirlo en deuda. Era impepinable que con un déficit del 6,5%, si se quería acercarlo al 1% había que aumentar la deuda, y es lo que hizo el gobierno anterior, que además tuvo que poner en marcha un plan de pago a los proveedores que ha salvado  a ayuntamientos y mancomunidades de la quiebra. Pero esas cosas no son gratis, la deuda con Cospedal aumentó el 91% hasta 13.131 millones, y yo no es que quiera pedir peras al olmo – la crisis ha sido durísima y solo hemos sacado un poquito la cabeza-, lo que digo es que más allá de la pura refinaciación para mejorar algunos préstamos,  cualquier política de gasto que se sustente en un mayor incremento  de esa deuda es  indencente para las futuras generaciones de castellano-manchegos, porque lo que van a gastar hoy sus padres lo pagarán dentro de treinta años sus nietos.

Pero si las cuentas regionales vuelven a estar pintadas en gruesos trazos negros, lo de las empresas públicas de Castilla-La Mancha es de juzgado de guardia. Gicaman (Gestión de Infraestructuras de CLM) tiene pérdidas en 2014 por debajo de la mitad de su capital social, con lo que está en causa de disolución, con 228 millones de pérdidas. “Hay un desmadre en las cuentas”, con deudas sin contabilizar, avanzó el consejero . Geacam (que se encarga de la extinción de incendios) está “todavía peor” y debe 73 millones a la Junta. Y la guinda de este pastel la pone la Radiotelevesión Pública de Castilla-La Mancha, que con notable sectarismo gestionó Ignacio Villa, y ahora también hemos sabido que con una insolvencia rayana en la temeridad, ya que  la ha dejado con un fondo de maniobra negativo  de -6 millones; y está en en situación de “quiebra técnica, que supondría tener que cerrar en estos momentos”. dixit Ruiz Molina.  Aunque ya les digo yo que no lo van a hacer. En Castilla-La Mancha -como sucede  con el resto de autonomías- no habrá dinero para educación, sanidad y servicios sociales, y por ello querrán subir los impuestos, pero sí lo habrá para seguir pagando una televisión que nos cuesta unos 40 millones a los contribuyentes. Teniendo en cuenta que la medida estrella del Plan de Empleo regional asciende a 224 millones, pero se alarga durante dos años,  el gasto del gobierno regional en su televisión alcanzará prácticamente a  la mitad de lo que destinará en un solo ejercicio  a un plan que incidirá en unas 60.000 personas.  ¿Dónde está la desproporción, prregunto? Como tengo ya escrito lo que haría yo con la televisión regional, aquí pongo un enlace y prosigo.

El consejero Ruiz Molina, que no ahorró calificativos sobre la situación financiera heredada (“desaguisado”, “cuentas falseadas”, “ingresos inflados”, “empresas públicas en quiebra trécnica”...),  debe ser socio honorario del Alcoyano porque  aseguró  tan pancho que “vamos a dar la vuelta a la situación” y  al mismo tiempo “recuperar el estado del Bienestar, que está en ruinas en CLM”.  Todo un mago de las fianzas este Ruiz Molina, porque durante su comparecencia no nos dio ni una pista de cuál es su receta para lograr la cuadratura del círculo  con estas cuentas, más allá de que los actuales gestores no se van a ir a Madrid en el AVE de las cinco. Allí seguirán en la capital imperial como si fueran  el mismísimo Juan Padilla ante el cerco de Carlos V a la capital imperial.

Más sinceridad hubo en el representante de Podemos, el diputado David Llorente, para los que esas cosas de la deuda y el déficit deben ser cosas de banqueros, como si no fuéramos los contribuyentes lo que acabáramos pagando la fiesta una reforma fiscal “progresiva y suficiente, para que paguen más lo que más tienen”. Y apuntó tres caminos: el incremento de los tramos del IRPF autonómico; eliminar las desgravaciones fiscales y reforzar la lucha contra el fraude.

No quiero entrar a debatir  hasta qué punto  una subida de impuestos perjudica la inversión de cualquier incipiente  recuperación, porque nos perderíamos lo fundamental,  que es lo siguiente: en España no hay una política fiscal armonizada, cada autonomía vive a su aire, y si en Castilla-La Mancha se hiciera lo que pide Podemos pasarían varias cosas, a saber: 1ª) Que no solo pagarían los que más tienen  sino especialmente las clases medias o cualquier trabajador que tuviera una vivienda o fuera a beneficiarse de una donación, porque los ricos de verdad no tienen a su nombre ni el coche. 2º) Que esos contribuyentes que más rentas cobran (por encima de los 50.000 euros son los “ricos oficiales”, según los acuerdos de investidura) se pensarán muy mucho en cambiar su domicilio fiscal a Madrid, donde a lo mejor ya tienen piso o se lo acabarán comprando, porque en la vecina comunidad el tramo por renta está más bajo y no existe el impuesto de sucesiones; y no parece que les vaya mal. 3º) Que esa previsible huida fiscal de los profesionales  más preparados y que más ganan,  podría suponer  el efecto contrario: que la recaudación en lugar de aumentar disminuyera, con lo que estaríamos haciendo lo de Abundio cuando fue a comprar los cordones.

El señor Ruiz  Molina sabe muy bien que los problemas financieros de CLM no vienen por sus bajos impuestos-que no lo son , como hemos visto-, sino por el sistema de financiación autonómica que claramente nos perjudica, porque no tiene en cuenta el factor despoblación. Y así pasa que  mientras en Madrid o Barcelona, con un consultorio de 30 millones atiendes a a 30.000 habitantes,  en las Castillas nos hacen falta 30 consultorios para llegar a esos 30.000 habitantes.

Todo lo que no sea atacar este problema de fondo, como sucede con el Trasvase, sería vender humo. Esto es lo que hay.

Mi último artículo sobre el trasvase Tajo-Segura

Me prometí   no volver a escribir más sobre el trasvase Tajo-Segura mientras no hubiera algo realmente  nuevo, porque cuando uno acumula en este oficio varios miles de columnas (o post) a sus espaldas, casi todo lo tiene escrito; y de lo que se trata es de no caer en la repetición. No ha pasado nada para que rompa esa promesa que me hice a mí mismo, y si lo hago es para glosar el artículo más lúcido que se ha escrito sobre el trasvase en los últimos tiempos. Se publicó en este digital, y lo firma el abogado Rufino Sanz Peinado, que fue director general de Administración Local en CLM, y que sigue siendo afiliado de base del Partido Socialista. Con él coincido en todo menos en el pronóstico  final.

Repito: no hay nada nuevo en esta nueva “guerra del trasvase” iniciada por el gobierno regional de Emiliano García-Page, porque se asemeja a la que otrora iniciaron José Bono y José Marías Barreda. Comprendo que presenten todos los recursos contenciosos que les plazca contra  éste y nuevos  trasvases, aunque como nos recuerda Rufino tienen la misma eficacia que procesar a un muerto.  Los trasvases podrán seguir  hasta que se llegue  al mínimo no trasvasable, que este año  de 2015 es  304 hectómetros (ahora hay unos 398), e incluso entonces se podría seguir derivando agua, solo para beber, si el gobierno así lo decidiera por una vía extraordinaria. ¡Pero si es que esta película  ya lo hemos visto entera! Esta situación agónica por la que pasa este verano la cuenca alta del Tajo  se viene repitiendo cíclicamente, y con Felipe González en el gobierno, aun estando por debajo del mínimo trasvasable,  entonces  240 hectómetros, ¡hemos visto aprobar trasvases para beber! Porque primero es lo primero.

Así que entiendo que el gobierno regional haga su trabajo, y recurra; como que  los municipios ribereños pongan el grito en el cielo por la situación discriminatoria en la que viven, y que incluso reclamen que el mínimo trasvasable se eleve hasta los mil hectómetros, aunque saben que ni este gobierno ni el que vengan  lo aprobará, porque esa cota, hoy,  sería un duro golpe para la agricultura del  Levante español. Es más, si desde esa asociación de Municipios Ribereños se hubiera pensado  históricamente más en sus intereses, y menos en los partidarios, algo más habrían sacado.

Entrepenas

A la misma “guerra” con las mismas “armas”

Repito: entiendo las protestas de todos, pero como a Rufino me entra la depresión si  esta nueva “guerra del agua” la vamos a afrontar con las viejas armas de otras anteriores. Con espadas, mazas y trabucos. ¡ Porque la volveremos a perder! Porque ese camino, el de bloquear o limitar los trasvases mediante un Estatuto o con unas normas similares a la Ley del Agua en Aragón, como se invoca ahora desde el gobierno de Page, está bloqueado. No podemos olvidar de que el  Estatuto que llevó Barreda al Congreso en el que se pretendió poner fecha de caducidad al trasvase Tajo-Segura fue el único que se rechazó junto con el de Ibarreche  y su Estado  Vasco Libre Asociado. Hasta la soberanista reforma del  Estatuto Catalán en los tiempos del fracasado Tripartito, se podó por la Comisión Constitucional de Alfonso Guerra ;  y pasó.

Con estos antecedentes, Guadalajara, los ribereños, y Castilla-La Mancha no pueden seguir con el único argumento de la preferencia de las cuencas cedentes, porque con él habría que liquidar la llamada tubería manchega, otro trasvase  para llevar el agua a aquellas llanuras y que pertenecen a la cuenca del Guadiana, no nos olvidemos. Pero es que también está demostrado que por encima de ese lenguaje de cuencas cedentes  está otro, y se llama interés nacional.

No podemos seguir engañándonos. Ni Guadalajara, ni  Castilla-La Mancha podrá ganar una “guerra del agua” al Levante español planteada sobre las bases de discusión actuales. Es decir, sobre la limitación de los trasvases, sin más. Podrá entretenernos el verano, y ocupar espacios en los medios de comunicación, pero estaríamos procesando al mismo muerto que Bono y Barreda. Para que pueda haber una “guerra”, tiene que haber  ejércitos.  Y en este conflicto que nos ocupa están,  por un lado, 22 pueblos ribereños que tienen unos intereses, legítimos, pero que entre todos ellos tienen tanta población como cualquier pueblo mediano de la región  de Murcia o de Valencia; y se alinea, enfrente, la mayor huerta de Europa y un sector turístico formidable.  No quiero mortificarles con muchos datos para demostrarles que no hay “guerra”  que valga, más allá de la que se libra en los medios de comunicación: únicamente les diré que solo la provincia de  Alicante es el cuarto PIB español o que Murcia en solitario produce 3,3 millones de  productos frutícolas y factura por valor de 2.327 millones de euros, el 96% al extranjero. Por eso en el Levante por el agua se mata.

Esta “guerra” no se puede seguir librando con hondas desde Guadalajara y Castilla-La Mancha. El problema no es el trasvase Tajo-Segura, más allá de que se diseñó en un lugar equivocado, su cabecera. El problema viene porque en España, a pesar de tener recursos hídricos suficientes,  solo hay este trasvase entre cuencas, lo que constituye un agravio para los territorios que lo soportamos.

Por una solución nacional, con el Levante como aliado natural

Rufino en su artículo recalca la solución del Duero, desde  el  Esla, que derivaría agua por elevación hasta la cabecera del Tajo; y yo añado que tampoco habría que descartar derivaciones desde el Tajo medio.  Por ahí debe pasar cualquier estrategia de éxito para abordar el futuro del Tajo-Segura; y para ello, el mejor aliado de Castilla-La Mancha sería, no lo duden, el teórico “enemigo”, el Levante español.  Allí, ya saben que un único trasvase desde la cabecera del Tajo es un gran riesgo para sus intereses cuando llegan los ciclos de sequía, por lo que cualquier solución a medio plazo pasa por dos puntos:  1º) Mejorar la eficiencia de las desaladoras, que todavía salen a un precio más alto  por metro cúbico que el agua del Trasvase, de mayor calidad, con lo que tienen miedo a no ser competitivos frente a los mercados hortofrutícolas emergentes en el norte de África. 2º) Estudiar una conexión sostenible entre el Duero y el Tajo, que a su vez permitiera derivaciones suficientes a las cuencas del Segura o del Guadiana (la tubería manchega, en construcción) sin secar Entrepeñas y Buendía.

En el final de este planteamiento  llega mi única discrepancia con la exposición que nos hace Rufino Sanz Peinado. Él piensa, porque es un optimista incorregible, que llegaremos a ver esa conexión Duero-Tajo sobre la que se articularía una política hidráulica realista en España, y sobre bases sostenibles, que se hunden  en la filosofía del regeneracionismo español de  Joaquín Costa,  y que alimentó las ideas de los reformadores españoles.

Yo soy  más pesimista, porque si bien la tecnología permite la implementación de estas políticas con las que soñaron nuestros antepasados ilustrados, la deriva nacionalista que prende sobre esta vieja piel de toro podría frustrar ésta y cualquier otra iniciativa que articule España como estado ideal. El día a día nos está demostrando que las diecisiete autonomías españolas se comportan cada vez más como diecisiete estados en sí mismos, sin ningún interés por articular proyectos en común sino todo lo contrario: lo que demandan son más  y más competencias y menos poder del estado central al que pretenden dejar  en una especie  de estado confederal.  ¿Qué pasaría, amigo Rufino, si alguien planteará una derivación desde el Duero al Tajo, para que ejerciera de aljibe regulador en posteriores derivaciones hacia el Segura o la llanura manchega del Guadiana? Pues yo te lo digo, que por mucho que se explicara la bondad del proyecto, la oposición en la autonomía de Castilla y León pondría el grito en el cielo,  la protesta se aderezaría con toneladas de populismo pseudoecologista, y al final el gobierno regional de turno tendría que ponerse en la cabeza de la manifestación para no perder  las siguientes elecciones.

No soy  optimista, Rufino, porque lo que el día a día nos demuestra es que las autonomías españolas, todas ellas, están cogiendo los peores vicios del nacionalismo, hasta las gobernadas por el PP y el PSOE, y cualquier planteamiento como el que haces en tu artículo se convierte en revolucionario, en jacobino, y desgraciadamente no estanos en Francia. Esa ley del Agua de Aragón , que ahora quiere copiar inútilmente el gobierno de Page, tiene un tufo nacionalista que tira para atrás,aunque el PP la aceptó para alegrar a sus antiguos socios del PAR. ¡Para lo que les ha servido!

Patriotrismo y solidaridad

En España, amigo Rufino, lo que se ha perdido es el sentido patriótico en la genuina expresión de los republicanos franceses, ese patriotismo afectivo y efectivo al que tú apelas y que yo no veo por ninguna parte. Un patriotismo que no consiste en envolverse en la bandera, como Pedro Sánchez, para disimular que luego estás pactando con los independentistas en la Comunidad Valenciana, Baleares, Cataluña, Galicia…, cuando de sobra es sabido que esos pactos, superado el efecto del poder,  siempre se vuelven en contra el PSOE, porque ha engordado  a partidos que le disputan el mismo espacio político en la izquierda . Y a los nacionalistas lo último que les importa ,  ya lo sabemos, es articular España y cohesionarla mediante políticas que demuestren los beneficios efectivos de la unidad; su empeño es desmontarla poco a poco, como están haciendo con la sanidad y la educación. Ni los castellanos nos libramos de ese virus.

Me gustaría equivocarme, Rufino, y que algunas vez pudiéramos ver esa España solidaria con el agua, que imaginaron Joaquín Costa, Indalecio Prieto o Josep Borrell, por citar  a  tres políticos españoles que te pillan muy próximos.  Pero esto es lo que hay. Lo más probable es que dentro de cinco o diez años, la cabecera del Tajo volverá a estar agonizante, y  alguien dirá un verano que hay que escribir algo al respecto. Conmigo que no cuenten. 

Este  es mi último artículo sobre el Trasvase si vamos a seguir por el mismo camino.

P.D. Leo este lunes dos interesantes informaciones en El País sobre esta «guerra del agua» elaboradas desde los dos territorios «enfrentados»: los municipios ribereños y los regantes beneficiarios del trasvase. Estos últimos nos recuerdan que con el agua del Tajo se riegan hasta 1320.00 hectáreas de cultivo entre la Comunidad Valenciana, Murcia y Andalucía. Y añaden un dato que constituye el meollo del fracaso de las desalinizadoras. El agua del trasvase, que encima es de mayor calidad, les sale a 10 céntimos metro cúbico por 50 céntimos la procedente de desaladoras.Y recuerdan que los usuarios del trasvase han abonado 412 millones para modernizar las infraestructuras de Castilla-La Mancha, con lo que no se explica muy bien cómo en Chillarón tienen que ser suministrados con cisternas. Añado yo que esos más de cuatrocientos millones no tienen carácter finalista cuando los cobra el gobierno de Castilla-La Mancha de turno, con lo cual igual pueden ir a la llanura manchega que a los municipios ribereños. Nunca lo he entendí. Pero si a los principales interesados, que son la Asociación de Municipio Ribereños, no lo reclaman con más energía, repito, yo mejor me callo.

Mucho ruido y pocas nueces

Todas las fuentes de energía tienen sus ventajas e inconvenientes. Por eso es recomendable que la tarta de producción esté repartida para no quedar preso de una de ellas, y que diariamente podamos encender la luz. Las renovables son limpias (aunque dependen demasiado de las ayudas extyeriores, no siempre claras), pero el problema es que la energía que producen los molinos no se puede almacenar. El gas y el carbón son muy estables, pero  sus emisiones contribuyen al efecto invernadero, como ahora nos recuerda Obama,  y no por ello criticamos a Page porque reclame que siga Elcogás en Puertollano. La energía nuclear en Europa, hoy, es razonablemente segura, rentable y estable, pero tiene  un déficit serio: la longevidad de los residuos de alta actividad (el combustible gastado), para  los que hay que buscar emplazamientos seguros que los guarden durante miles de años. Técnicamente está resuelto, porque solo hay que evitar el contacto con el agua, pero son miles de años…

En España, los residuos de alta actividad se guardan en las centrales nucleares en piscinas y contenedores, aunque de una manera provisional. Con el consenso de los dos grandes partidos españoles que han gobernado en democracia, los sucesivos Planes Generales de Residuos (el vigente es el sexto) que aprueba el parlamento, contemplan que esos residuos de alta actividad deberán ser guardados todos ellos en un emplazamiento centralizado, el llamado ATC o despectivamente “basurero nuclear” (Page). Se decidió así, porque se entendió que es más económico y más seguro gestionar un solo almacén, que no siete por toda la geografía nacional en Ascó, Vandellós, Cofrentes, Almaraz, Trillo, Garoña y Almonacid de Zorita (estas dos últimas centrales no tienen actividad, y la de Zorita está en fase de desmantelamiento). No hace falta ser ingeniero nuclear para entender los beneficios en cuanto a gestión de un solo almacén en lugar de siete.

Lo último fue buscar un procedimiento dónde colocar ese ATC. Después de muchos parones por la falta de decisión de los políticos de turno se decidió la fórmula, siendo ministro de Industria el socialista Miguel Sebastián. Habría una convocatoria pública a la que se pudieron presentar los municipios españoles que quisieran, a semejanza de lo que se hizo en otros países europeos avanzados. A algunos les sorprendió que en  un primer momento hubiera una veintena de voluntarios, aunque tras sucesivas cribas la cosa se quedó en una media docena. En Guadalajara fue un serio candidato el municipio de Yebra, aunque el gran favorito era el de Ascó, en Tarragona, o un pueblo al lado de la central de Cofrentes. Pero sorprendió que al final el ministerio de Industria, ya con el gobierno de Mariano Rajoy, no optara por un emplazamiento en el área de una central nuclear, para disgusto de su lobby (la Asociación de Municipios con Centrales Nucleares), y el elegido fue Villar de Cañas, un pequeño municipio en la llanura conquense.

El Partido Socialista de Castilla-La Mancha, entonces en la oposición, se opuso a la decisión del gobierno de Rajoy, y luego con Podemos ha hecho bandera. Pero como no tiene competencias en materia nuclear, y esta propaganda le sale gratis, ha emulado la formula que empleó Bono en el caso de Cabañeros, que declaró parque natural la zona para evitar que pusieran un campo de tiro. Los que se ha hecho ahora es ampliar de mil a veinte mil hectáreas, para que llegue hasta Villar de Cañas, una zona de protección de aves declarada en torno a la pequeña laguna de Hito.  ¿Logrará el gobierno de Page salirse con la suya?

Los antecedentes no le favorecen. Como el gobierno regional entiende que no es compatible esa actividad de almacenaje (aunque de ella no se libere ningún vertido tóxico al exterior) con una zona de protección  de aves al gobierno central le queda la posibilidad de declarar la instalación de “interés general”. La jurisprudencia juega a favor del gobierno central (este o el que venga, a lo mejor es uno socialista), que ya una vez tuvo que declarar el ATI de Trillo  (donde se guarda el combustible gastado de la central hasta que se traslade al ATC), de “interés general” en contra de la opinión de su ayuntamiento, porque era imprescindible para el mantenimiento de la actividad en la central. Teniendo en cuenta  que de ese ATC dependen las cinco centrales españolas que hoy siguen activas (a los que se añadirán los residuos de Zorita y Garoña, clausuradas) en el sector nuclear no albergan duda alguna al respecto sobre cuál será la decisión del gobierno de turno, sea el que sea (de ahí la frase del ministro Soria, no hacer el ATC nos costaría subir el 30% del recibo de la luz) y sobre el resultado del recurso de Castilla-La Mancha ante la decisión más que probable del gobierno central de declararlo de “interés general”. Los juristas insisten: la jurisprudencia del Tribunal Supremo cuando legalizó el ATI de Trillo es elocuente.

Esto es lo que hay; y esto es lo que seguramente va a pasar. Mucho ruido, porque esta ronda sale gratis, pero pocas nueces para recoger. Como no puede ser de otra manera. Cualquier retraso en la construcción del ATC en Villar de Cañas, o donde fuera, repercutiría directamente en el alargamiento de la vida de los ATI (Almacenes Temporales Individuales) de las centrales de Trillo y Zorita, y hay que recordar que su diseño no está preparado para ello, ya que se trata de emplazamientos provisionales hasta construirse  el ATC sobre un diseño de ingeniería diferente, más seguro y avanzado que el de los dos almacenes citados. Un detallejo que desde  Guadalajara no se puede perder de vista, aunque ahora lo que toca  es meter ruido.

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