Casa de Guadalajara en Madrid en la plaza de Santa Ana, que echa su cierre a finales de enero con la entrega delas llaves a su propietario.Atrás quedan 82 años de historia de una institución que fue el mascarón de proa de Guadalajara en Madrid. Apenas restan unas horas para que la historia de una entidad muy arraigada entre los corazones de muchos guadalajareños, en especial en las cuatro últimas décadas, quede en eso, en historia para recordar. Este martes, 13 de enero, después de unos años duros en las finanzas de de la casa, generados por la crisis, la Casa de Guadalajara en Madrid, situada en el corazón de la Plaza Santa Anta, dirá adiós definitivamente por falta de viabilidad económica. El todavía presidente, José Ramón Pérez Acebedo, no ha querido descartar que en un futuro esta entidad pueda volver a estar presente, física o virtualmente, en la capital de España.
A partir de las 18.30 horas, la Casa de Guadalajara en Madrid ha convocado una Junta General Extraordinaria de socios con un único punto en su orden del día, la disolución de la entidad después de 82 años de historia.
Aunque según los estatutos, siempre que haya algún socio que no esté de acuerdo con la disolución de la entidad, está no se disolvería, estos también recogen la excepción de que podrá llevarse a cabo dicha disolución “siempre que no haya viabilidad económica” para continuar, situación que es la que se da, tal y como ha reflexionado su presidente, José Ramón Pérez Acevedo.
Desde el momento de acordar su cierre, la Casa de Guadalajara en Madrid dejará de funcionar como tal. Sin embargo, será precisamente el último día de este mes de enero el momento en el que la entidad haga entrega de las llaves al propietario de este edificio, sin que se haya desvelado si existe ya algún proyecto por parte del mismo para dicho edificio.
En cualquier caso, el todavía presidente de Casa de Guadalajara, con esa doble sensación de tristeza por el cierre pero de alegría por los años que han permanecido dando servicio a todos los socios, no ha querido descartar que en un futuro esta entidad pueda volver a estar presente, física o virtualmente, en la capital de España, una vez que se resuelva la situación económica, aunque reconoce que puede ser complicado, entre otras razones por los elevados precios de los alquileres.
“Las cosas se pueden recrear pero en otros escenarios. La esencia podría ser la misma pero no sé cómo podría serlo pero no me atrevo pero ojalá sí”, ha apostillado.
Pero durante estos días todavía restan cosas por hacer y una de ellas es la de llevar el archivo de la Casa de Guadalajara en Madrid a dependencias de la Diputación Provincial, que se han ofrecido a guardarlo en depósito, algo que ha querido valorar Acevedo, así como el apoyo mostrado desde la Institución a la entidad para que pudiera seguir abierta.
"Queremos cerrar con dignidad"
Según Acevedo, desde la Institución Provincial se ha llegado a ofertar incrementar económicamente el convenio suscrito con el único fin de que esta no cerrara sus puertas pero él mismo ha reconocido que no hubiera dejado de ser una solución temporal, de unos meses, y que el final no hubiese cambiado.
“Queremos cerrar con dignidad y eso es lo que vamos a hacer. Es algo que saben los socios”, ha dicho, admitiendo que pese a que la noticia, como no podía ser de otra forma, ha generado situaciones de cierta nostalgia y tristeza para los asociados, “también existe satisfacción porque se ha hecho todo lo que se podía hacer”.
Este guadalajareño ha querido lanzar un mensaje de ánimo a la provincia afirmando que “debemos alegrarnos de haber existido 82 años en Madrid, representando dignamente a Guadalajara y cubriendo los objetivos sociales; uno de ellos, para mí el más importante, ejerciendo precisamente como Casa, siendo el hogar para muchas de esas personas que viven solas”.
“Cuando una cosa es irremediable, hay que tomar la decisión”, ha puntualizado, no queriendo dejar pasar también por alto la disposición del propietario del inmueble en el que han tenido su sede tantos años y la de otras instituciones como el Ayuntamiento de Guadalajara, desde donde ha reconocido que ha habido una actitud de comprensión, apoyo y ánimo “aun cuando no hubiera ayudas financieras”, ha dicho Acevedo.
Por último, el todavía presidente de esta Casa ha querido dejar claro que la situación que lleva a este cierre no ha venido provocada por un mal funcionamiento de la “Casa” sino que “se han agotado todas las reservas y hay que asumirlo con entereza y dignidad”, palabras con las que Acevedo se quiere despedir de su cargo de hacía varias décadas y de “una casa que también es y ha sido mi casa”, concluía.