El municipio de Taravilla acoge los días 30 y 31 de agosto la XXIX edición de la Fiesta Ganchera, declarada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco el año pasado.
La celebración, organizada por la Asociación de Municipios Gancheros del Alto Tajo, va rotando por cada uno de los municipios que forman parte de ella: Poveda de la Sierra, Zaorejas, Peñalén, Taravilla y Peralejos de las Truchas.
El oficio ganchero y el transporte fluvial de la madera en Castilla-La Mancha fueron declarados por el Gobierno regional Bien de Interés Cultural (BIC), con la categoría de bien inmaterial, en 2022 al considerarlo una manifestación viva y representativa en los citados municipios de Guadalajara, así como de Priego, Cañamares, Cañizares, Beteta y Santa María del Val, en la provincia de Cuenca, y en diciembre de ese mismo año se unió a la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO.
Se trata de una fiesta en la que cerca de 25 gancheros bajan alrededor de un kilómetro y medio por el Tajo sobre troncos, como se transportaban tradicionalmente las maderadas, hasta proceder a la saca de los mismos con mulas, y que cada año supera los 2.000 visitantes.
Arrancará con la presentación, a cargo de Mario de Benito, que ha realizado un documental de los gancheros bajo el título 'La tierra adentro' y que se proyectará tras su intervención, el viernes 30 de agosto a las 20:30 horas.
El día grande es el sábado 31, que comenzará a las 9:00 horas con la concentración de gancheros en la plaza del Ayuntamiento. Visitantes y dulzaineros se reúnen para tomar rosquillas y aguardiente acompañados del pasacalles, que bajará hasta el río.
Sobre las 11:00 horas se prepararán los troncos y a mediodía tendrá lugar esta fiesta en la que cerca de 25 gancheros bajarán por el Tajo sobre ellos, como se transportaban tradicionalmente las maderadas.
"En esta ocasión bajamos desde Taravilla a la laguna de Taravilla (...) Echamos los troncos en un paraje que se llama el Barranco del Bañeiro y luego se sacan en la playa del Salto o Llanada de las Ánimas", ha explicado a EFE Hermenegildo Herranz, de la Asociación de Municipios Gancheros, que participará en esta singular fiesta.
"La idea es coger un tramo de río que no tenga dificultad y sea vistoso", ha asegurado el ganchero, quien ha subrayado que no falta relevo generacional. En su caso, su hija que ronda la veintena, lleva ya cuatro años bajando con el grupo.
"El recorrido de este año te permite ver bajar los troncos porque están despejadas las orillas. En otros, hasta que no llegan no se ven”, ha añadido Dolores Escalera, alcaldesa de Taravilla, con menos de medio centenar de empadronados.
La regidora municipal ha afirmado que es "un honor" acoger esta fiesta "que le da visibilidad al pueblo" y ha pedido a los jóvenes que se impliquen para mantenerla.
EFE