Tres minutos y medio de encierro con una manada disgregada
El Ayuntamiento de Guadalajara anunció a bombo y platillo el año pasado que habría bueyes escoba para todos los encierros. Pues cuando hacen falta no aparecen. O bien han desparecido sin anunciarlo o lo que es peor, se pagan y no utilizan. Los bueyes escoba no deben estar preparados en los corrales para cuando hagan falta sino para salir después de que la manada empiece el encierro, normalmente a un minuto.
El encierro comenzó con la alegría de que a Aurelio le han puesto una plataforma o escalera para evitar que tenga que estar haciendo malabares para tirar el cohete. La manada salió de los corrales del Parque Sandra de forma acelerada, lo que provocó un pequeño tumulto entre toros y bueyes y varios toros se cayeron. Dejando un toro tumbado en el asfalto y que desde ese momento realizó el recorrido en solitario.
Dentro de ese misterio de los encierros de Guadalajara de quien será el ganado de cada día, lo que depende de los siempre divertidos reconocimientos veterinarios, hoy han corridos cuatro de José Vázquez y dos toros de El Puerto de San Lorenzo, que serán lidiados esta tarde por Talavante, Juan Ortega y Pablo Aguado.
Cuando la manada enfiló la Calle de La Carrera ya se atisbaba lo que sería el resto del encierro, con cuatro toros y los bueyes por delante, pero muy abiertos y dos toros rezagados y buscando a los corredores de forma descarada.
En las curvas de Santo Domingo, carreras de mucho mérito ante una manada que abría un toro muy serio. Tras las curvas de la Delegación de Sanidad, la manada se dispersó todavía más, ya que un astado cayó y tardó en levantarse, lo que dejó tres toros rezagados.
Capitán Arenas ya estaba muy poblada y los corredores pudieron disfrutar de una manada abierta. Un grupo principal con tres toros y los cabestros, con tres toros más sueltos por detrás. Destacar la nobleza de los astados que pese a ir en solitario nunca hicieron el amago de darse la vuelta, eso sí, buscaron a los corredores a uno y otro lado.
La entrada a la plaza se produjo con relativa limpieza y solo hubo un par de caídas sin consecuencias. El primer grupo de tres toros y bueyes se introdujo en los corrales de la Plaza de Toros de Las Cruces sin problemas.
El problema vino con los otros tres toros que entraron más despacio y sin una referencia, lo que produjo que estuvieran un minuto en el ruedo y se tuvieran que sacar los cabestros de los corrales.
Jaime Hita Cuadrado.