Se han corrido dos toros de García Jimenez, hierro anunciado, y cuatro de El Pilar.
Pocas veces se puede ver la espectacular carrera que un mozo ha realizado, hoy, entrando en la cara de la manada en el final de La Carrera, luego dejando pasar los bueyes para hacer las curvas de Santo Domingo entre los cabestros y los toros que cerraban el grupo. Colándose hasta dos veces en los pocos centímetros que quedaban entre el vallado y los bueyes para ponerse en la cara en Capitán Arenas frente a un toro colorado, quitarse subiendo a la acera, volver a bajar y todavía darle tiempo a acompañar a los toros que cerraban manada hasta la mitad de la calle. Un compendio de forma física, conocimiento y destreza. Sin duda el mejor detalle, no solo de este encierro sino de muchos.
El encierro volvió a comenzar con los dos minutos de cortesía que da el complejo entramado organizativo. No se puede entender como un encierro tan complicado como Pamplona siempre empiece de forma puntual y otro tan reducido como el de Guadalajara siempre tenga retrasos.
La manada salió de los corrales del Parque Sandra con un formato que mantendrían todo el recorrido, los seis cabestros por delante y los seis toros cerrando el encierro. La salida fue rápida, igual que todo el encierro ya que los bueyes se saben el recorrido y guiaron a la manada perfectamente.
Pocos corredores en la Carrera, como suele ser habitual, y en poco pudieron lucirse ya que el ritmo de la manada y los bueyes por delante evitaba cualquier posibilidad. Ya en las curas de Santo Domingo, los toros casi ni resbalaron dado que los bueyes frenaron el ímpetu de la manada y el paso por esta zona fue rápido.
La llegada al último tramo del recorrido, Calle Capitán Arenas, tampoco facilitó la entrada de corredores con una manada conducida por los bueyes y con los toros, detrás, con pocos huecos y a gran velocidad.
La entrada a la plaza y los corrales se produjo de forma rápida y limpia. Solo un toro muy educadamente antes de entrar en los corrales saludó a los presentes y luego se fue para dentro. Poco más de dos minutos de encierro.
Sobre los toros… pues lo de siempre en Guadalajara. Un injerto de última hora tras una noche movida en corrales completó el encierro. Dos toros de García Jiménez, que eran los anunciados, y cuatro del El Pilar.
Por suerte debían tener padres comunes y se hermanaron, pero tanto jugar con fuego un día nos vamos a quemar.
Jaime Hita Cuadrado