Entretenida tarde con los tres diestros a hombros aunque con distintos méritos. Destaca el madrileño Víctor Hernández, muy mermado pero con ganas. Perera pone todo de su parte ante un mal lote y El Fandi se redime en su segundo astado. La corrida estuvo mejor presentada que en los días anteriores, pero sin fuerza ni fondo.
Ficha
Dos toros de García Jiménez (cuarto y sexto) y cuatro de El Pilar (todos Encaste Domecq): Bien presentado en general. Muy justo de fuerza y casta pero todos con posibilidades de torear. Complicado y mirón el primero, noble el segundo, con calidad el cuarto.
David Fandila “El Fandi”: Bajonazo atravesado y puntillazo (silencio); estocada caída -aviso- y puntillazo (dos orejas). Miguel Ángel Perera: Estocada y puntillazo (oreja con petición); pinchazo, estocada y puntillazo (dos orejas). Víctor Hernández: Estocada muy delantera (dos orejas); bajonazo al perder el paso y media (oreja con escasa petición).
Plaza de Toros de Las Cruces, tercera de feria. Algo más de media de aforo en tarde soleada y calurosa. Se desmonteraron Marcos Prieto y Diego Valladar tras parear al sexto.
Crónica
Lo de Víctor Hernandez, ayer, tiene una trascendencia más allá de una tarde triunfalista de toros.Ver al torero ir a coger la espada, cojeando, secuela de la cornada de Sacedón y vaciado por el duro periplo de recuperación, sabiendo que todavía tenía que entrar a matar y que de eso dependía que el próximo año estuviera anunciado, era un trago. Sacó fuerza y remató la faena sin miramiento ni alaracas. Dos orejas de verdad que luego la presidencia ensombreció dando el mismo premio a sus compañeros de terna.
El madrileño dio una gran tarde de toros, sobre todo en el noble tercero al que tras brindar al público, comenzó en los medios con pases cambiados para, después, tomar distancia en otra tanda abusando de pico.
Luego ya más confiado ciñó más las embestidas, sobre todo por el pitón derecho donde estuvo más cómodo. Dejando muletazos de largo trazo que llegaron a los tendidos.
Con el sexto Hernández no tuvo tantas posibilidades. Destacar de su actuación un lucido quite por Talaveranas que luego se convirtieron en Gaoneras para rematar con media. Buen tercio de banderillas de Marcos Prieto y Diego Valladar que se llevaron un brindis cariñoso de Victor Hernandez. Comenzó muy firme en los medios pero el toro se acabó muy pronto y el trasteo resultó más afanoso que lucido.
Perera no tuvo opciones en ninguno de sus toros, pero no quería quedarse atrás y en su segundo se inventó una faena que tuvo dos méritos, primero mantener a los toros y luego meterlos en la muleta alargando la embestida para terminar montando una gran faena más de técnica que de emoción y que remato con la mano izquierda; pinchó antes de cobrar dos orejas que le abrió la puerta grande. Su primero fue un toro sin clase al que faena, a base de empeño, le sacó pases sobre todo por el derecho. Dio una buena estocada y se le premió con una oreja.
Lo de la presidencia de ayer dando orejas y cambiando el tercio de El Fandi, con tres pares, es criticable pero comprensible. De todos los que intervienen en el festejo, desde los compañeros de presidencia al último acomodador, cobran unos honorarios, incluidos los abultados emolumentos del equipo veterinario, mientras que Fernando Toquero se va de la plaza con lo que entra. A lo que tenemos que incluir las noches de novena en el Parque Sandra, pasando reconocimientos a decenas de toros. Con estos mimbres es normal que recordara las malas caras y broncas del año pasado y decidió que las orejas salen gratis y todo el mundo contento.
Jugar a ser empresario es tan fácil como jugar a los toros, pero serlo es algo muy peligroso. Pero con todo mérito un cartel del próximo año en la Feria de La Antigua debería ser Juan Ortega y Víctor Hernández, porque los dos tienen una vinculación con la provincia y sobre todo porque el público se ha quedado con ganas de volver a verlos; pero por favor que no sea con toros de El Pilar.
Vuelve una fea costumbre
En los años noventa, una normativa de la Junta de Comunidades eliminó la presencia de cargos políticos de los callejones de las plazas de toros, algo que desde entonces cumplieron los gobiernos locales de Jose María Bris, Jesús Alique, Antonio Román e incluso Alberto Rojo, tanto ellos como sus concejales. Igualmente que los cargos políticos autonómicos y nacionales que, como es lógico, cedieron su lugar a los profesionales para realizar su trabajo. Por ello los burladeros de “Autoridades”, se eliminaron de los callejones.
El año pasado, la alcaldesa de Guadalajara, Ana Guarinos, se instaló en un burladero del callejón y esa costumbre la quiere mantener con la connivencia de las demás autoridades. Hoy se ha acogido al burladero de “Empresa”, algo que no corresponde al Ayuntamiento de Guadalajara.
Jaime Hita Cuadrado