También se ha analizado un taller de taxidermia
Dos personas, de nacionalidad española que cazaban en la comarca de Molina de Aragón, han sido investigadas por la Guardia Civil de Guadalajara por diversos delitos de furtivismo cometidos el pasado mes de septiembre en un coto cinegético de Alustante.
Según ha informado la propia Guardia Civil, estos cazadores, aprovechando la época de berrea, que es cuando los grandes machos están más expuestos; aparecieron en ese coto 4 ciervos y 1 gamo abatidos ilegalmente por la noche, cacería que se llevó a cabo sin autorización del titular del coto. Además, las cabezas de los animales habían sido cercenadas para trofeos. Eso llevó, también, a investigar los talleres de taxidermia de la provincia.
Tras diversas investigaciones realizadas por la patrulla del SEPRONA de Orea, se ha investigado a dos personas como supuestos autores de un delito de caza ilegal y otro de falsificación de precintos oficiales para la caza, además se han comprobado numerosas infracciones administrativas en un local de taxidermia de la provincia.
Análisis de ADN
Para hacer la investigación se extrajeron diferentes partes de las piezas abatidas para su posterior remisión al laboratorio de Criminalística de la Guardia Civil en Madrid, donde se llevó a cabo su cotejo de ADN, una prueba que fue fundamental. De la investigación del local de taxidermia se comprobó que había relación con los cazadores investigados y se documentaron las malas prácticas que allí se llevaban a cabo en relación a la documentación de los trofeos.
El furtivismo puede llevar aparejadas penas de prisión de seis meses a dos años, retirada de la licencia de caza de dos a cinco años, revocación de los permisos de armas, el pago de los daños causados y el decomiso de los trofeos, además de las infracciones contempladas en la legislación de caza de Castilla La Mancha que contempla sanciones de hasta 60.000 euros.
A esto se suma la imposición de una sanción por eviscerar de forma irregular de las piezas de caza. Al parecer el pasado 12 de enero el Seprona de Orea llevó a cabo una inspección en una actividad cinegética en la localidad de Zaorejas, donde se constataron graves deficiencias en relación a la legislación sanitaria que contempla el manejo, evisceramiento y tratamiento de las piezas de caza abatidas. Los agentes pudieron observar como los animales muertos eran eviscerados en el suelo, sin ningún tipo de protección, ni lugar acondicionado, quedando sus despojos y tripas esparcidos por el propio suelo.
Tales conductas serán puestas en conocimiento de la autoridad administrativa competente para su sanción.