El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page, ha abogado esta mañana porque sean las centrales nucleares las que gestionen su “basura nuclear” (sic) y reiteró que combatirá con todas sus fuerza el ATC de Villar de Cañas, porque es el "peor emplazamiento posible".
García-Page no es partidario de gestionar todos los residuos nucleares en un mismo emplazamiento centralizado, como contempla el Plan General de Residuos aprobado por el parlamento –va por sus sexta versión-, y dejó muy claro que el de Villar de Cañas era uno de los “peores emplazamientos posibles”, por lo que prometió combatirlo con todas sus fuerzas (De momento, ya ha declarado la zona elegida área protegida). Pero hay más, en una entrevista con Carlos Alsina en Onda Cero, Page añadió que de esta misma opinión participaba la ex presidenta Cospedal y lo más novedoso, las propias centrales españolas.
Esta oposición a la solución del ATC fue reiterada por García-Page cuando Alsina le preguntó si se opondría a que este almacén nuclear se ubicara en otro lugar de Castilla-La Mancha más seguro, si contase con los informes técnicos favorables. Page respondió: “No estoy de acuerdo en que haya que hacerlo de esta manera”. Y acto seguido dio la siguiente explicación: “En su momento, tanto el PSOE aquí como la señora Cospedal abogamos porque se adoptara la decisión que pidieron por otro lado las centrales nucleares en vigor, que era almacenar los residuos donde se están produciendo. Es una zona compactada y acostumbrada con amplios márgenes de seguridad y además no se tiene que desplazar la basura nuclear”. Y acto seguido añadió: “No me voy a meter a científico, lo que digo es que el de Villar de Cañas era uno de los peores emplazamientos posibles, se decidió porque el marrón se lo tenía que comer una región y se lo comió Cospedal”.
La solución prevista por los diferentes planes de residuos que se han ido aprobado tanto con gobiernos del PSOE o del PP, favorables a la construcción de un ATC centralizado para todas las centrales españolas no convence al presidente regional: “Si España genera basura nuclear hay que tratarla. Hubo alternativas en su momento y las propias centrales nucleares querían tratar y almacenar la basura que además generaban, y que hubiera sido más razonable ya que además no habrían tenido que desplazarla, porque vale muchísimo dinero”.
Sobrecoste de 300 millones
Page cuestionó igualmente el sobrecoste que va a suponer hacer el ATC en Villar de Cañas, por haber elegido mal el sitio y que estimó en unos 300 millones de euros. En su opinión, se han hecho las cosas de forma chapucera y deslizó lo siguiente: “Cuando se vean las auditorías, entenderán porque lo estoy diciendo”.
El presidente regional se refirió a que se ha comprometido con el alcalde de Villar de Cañas y con otros ediles de la zona para elaborar una estrategia común en la que participaría la diputación de Cuenca y que “terminaría dando más empleo que el cementerio nuclear” y además no generaría hipotecas.
ATIs de diseño temporal
Hay que recordar que las centrales nucleares españolas almacenan ahora sus propios residuos (menos Vandellós, que los envió temporalmente a Francia hasta que se construyera el ATC) en Almacenes Temporales Individuales, que en el caso de la central de Zorita están al aire libre en unos grandes depósitos, y en la de Trillo se guardan bajo techo en contenedores de aleación preparados para el transporte. El problema vendría porque el diseño en ambos ATIs es temporal, ya que el plan de residuos español en vigor prevé su traslado a un ATC, bien sea en Villar de Cañas, el lugar elegido, o en cualquier otro lugar.
El ministro de industria José Manuel Soria declaró recientemente que de no construirse el ATC, habría que detener la producción nuclear en España y que esto supondría un encarecimiento del recibo de la luz de hasta el 30%.