Una perla en las categorías de la selección. Foto: RFEF.De Villanueva al Real Madrid "B" y las selecciones inferiores
El pasado mes de noviembre la selección española femenina perdía en los penaltis la final del mundial sub-17 de fútbol ante Corea del Norte. En el césped del estadio olímpico Félix Sánchez, de Santo Domingo, las españolas lamentaban su suerte sin darse cuenta, la perspectiva llegaría después, del gran papel realizado en el torneo. Entre las jugadoras se encontraba una alcarreña, una joven que comenzó en este deporte por una sencilla razón “En casa somos muy futboleros”.
Iris Ashley acude todos los días a sus clases en el instituto Newton Salas de Villanueva de la Torre. A la salida la espera su madre Cristina, preparada con el coche. El trayecto hacia la ciudad deportiva del Real Madrid, en Valdebebas, junto a la T4 del aeropuerto de Madrid Barajas, les lleva unos 40 minutos.
En las categorías inferiores del Real Madrid. Foto: Real Madrid.
Es el tiempo que tiene Iris para comer, en plena marcha. A la llegada toca entrenamiento hasta las 7,30, tal vez las 8,00 de la tarde. De vuelta a casa, en Villanueva, tras la cena, debe ponerse con los deberes. “Estoy muy cansada, pero lo hago. Los estudios para mí son muy difíciles y ahora es peor que nunca, porque no tengo apenas tiempo Este último año, que viajo un fin de semana sí y otro no, me resulta imposible dedicarle el tiempo que necesito”, afirma Iris.
Es lo que tiene ser una joven promesa del fútbol, que hay que hacer encaje de bolillos con las horas del día. Pero Iris tiene clara su meta: jugar en el primer equipo del Real Madrid y en la selección absoluta española. De momento está en el camino correcto, cumpliendo etapas, ya que es fija en el Real Madrid “B” y habitual las categorías inferiores de la selección española “me siento muy contenta por conseguir poco a poco mi objetivo y, sobre todo, muy agradecida porque cuenten conmigo” reconoce Iris.
El Mundial
Dicen que el deporte es una fuente de valores. Debe ser así; de otra manera no se entendería que esta joven, cuando habla de su equipo y su selección, pueda conjugar conceptos tales como sueño y orgullo mezclándolos, además, con el trabajo, el esfuerzo y la obligación diaria. “Estoy muy contenta por estar en el equipo de mis sueños y, sobre todo por el gran club que es y, en cuanto a la selección, pues es imposible describir cuando te convocan para defender a tu país” dice la joven de Villanueva. “Pero esto siempre intento llevarlo con mucho respeto, con humildad y con los pies en el suelo. Cuesta mucho llegar y siempre hay que seguir trabajando, nunca se puede bajar la guardia” afirma la joven.
Todos los días a entrenar a Madrid. Foto: Real Madrid.
Jamás Iris, jamás. Hay que continuar. Hablábamos al inicio de esa final del Mundial sub-17 perdida por la selección el pasado mes de noviembre en la República Dominicana. Ahora, meses después y mirando atrás, la joven futbolista afirma que “cuando llegamos a España fue cuando realmente fui consciente de que éramos subcampeonas. Tuve felicitaciones de medio mundo, estaba agradecida y sentí que ser segundas en un Mundial también era mucho”.
Lógico. No hace falta saber de deportes para reconocer que disputar un Mundial, por mucho que sea de categorías inferiores, es lo máximo; por tanto, llegar hasta la final tiene que ser muy importante.
Ese campeonato y ese encuentro ante Corea del Norte ha marcado a Iris para siempre “a pesar del resultado, nunca llegué a imaginar lo feliz que te hace, nunca voy a superar esa experiencia. Es precioso ver como tienes el apoyo de todo un país entero, de unos entrenadores maravillosos y unas compañeras increíbles. Es una experiencia inolvidable y un sueño hecho realidad. He disfrutado aprendiendo y adaptando nuestro fútbol a situaciones extremas contra equipos complicados. Hemos vivido situaciones que ratifican que una sola jugadora no es importante, el equipo lo es todo”
Un valor seguro para el futuro del fútbol femenino. Foto: RFEF.
Además, en el caso de Iris la final tuvo también su aspecto sentimental “mirar a las gradas y ver a mi madre y mi hermano hizo que me sintiera como en casa, feliz de ver que me acompañaban en mi sueño”.
Ahora, tras el Mundial, la joven de Villanueva de la Torre está inmersa de nuevo en una rutina dura y exigente, aunque siempre gratificante; y es que, según afirma, el fútbol le aporta muchas cosas “me da felicidad, alegría ilusión, pasión, bienestar general” afirma Iris.
Sin embargo, como todo, también presenta su otro lado “en ocasiones tiene su cara triste porque hay veces que sientes que lo das todo y no siempre se valora”.
Pues con todo eso hay que lidiar. En cualquier caso, Iris siempre tendrá a un referente al que consultar, tanto aquí, en su provincia, como en su club y en la selección, aunque sea un poquito más “arriba” “Sheila es una magnífica jugadora y por supuesto que la admiro y respeto, siempre son nuestras referentes . No he tenido ocasión de hablar con ella, pero algún día lo haré” concluye la futbolista de Villanueva de la Torre.