Aquí dise de cómo segund natura los omes e las otras animalias quieren aver compañía con las fembras y están ávidos de riquesas sobre todo si son de la classe política
Como dise Aristóteles, cosa es verdadera,
el mundo por dos cosas trabaja: la primera,
por aver mantenençia; la otra era
por aver juntamiento con fembra plasentera.
También dice Aristóteles una cosa tercera
que el poderoso abusa y busca la cartera
del pobre subalterno de abajo, de la gente pechera,
para lujos y fastos y pompas en hilera.
No importa quien esté arriba, gente quienquiera
el poderoso usa su poder en pos de su faldriquera,
y en verdad le importa un higo de la higuera
lo que le pase abajo a la gente comunera.
Si señorías se llaman es porque se tienen por señeras
sobre la gente vulgar que tienen por rastrera.
Ya sea monárquica o republicana la aspillera
que usen para disparar leyes a la gente abajera.
Y amén del fasto, ostentación opulencia era
lo siguiente que buscasen pareja placentera,
los de arriba la compran de la forma que fuera
honores, regalos o riquezas a su pareja compañera.
Eso dice Aristóteles, eso el Arcipreste dijera,
y eso digo yo de la misma forma y manera,
en época constante, en época cualquiera,
viniendo viene corrupción corriendo a la carrera.
El fuego siempre arde hasta estar en la senisa,
como quier' que más arde, quanto más se le atisa,
el omen quando peca, bien ve que se deslisa,
y el político a ello más aun le viene entra la prisa.
Y si ya los sus delitos son de demasía,
entre todos se pacten una ley de amnistía,
que más sus injusticias reluzcan todavía.
¡Se inclinen los partidos como la luz al día!
Juan Pablo Mañueco