El plan de residuos radiactivos no se presentará hasta que haya Gobierno. Si no hay ATC los residuos seguirán en las centrales sine die, incluso después de su cierre.
La Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (ENRESA) "continua trabajando en su propuesta de borrador de VII Plan General de Residuos Radiactivos (PGRR)" que "no puede presentar hasta que no se constituya el Gobierno".
Así lo han explicado a EFEverde fuentes de ENRESA, que han evitado dar detalles sobre el contenido del borrador "al no haberse comunicado aún", por lo que se continua trabajando. No es posible la presentación a un Gobierno en funciones han corroborado a EFEverde desde el Ministerio para la Transición Ecológica (MITECO).
El Plan General de Residuos Radiactivos (PGRR) es el documento que recoge las estrategias y actividades a realizar en España en relación con los residuos nucleares, el desmantelamiento de instalaciones y su estudio económico-financiero. Actualmente se encuentra el vigor el VI Plan que fue aprobado por el Consejo de Ministros en junio de 2006.
Las mismas fuentes de Enresa declinaron responder sobre si el borrador del nuevo plan contempla un cambio de estrategia respecto a la gestión de los residuos radiactivos de alta actividad o la ubicación del Almacén Temporal Centralizado de Villar de Cañas (Cuenca). Sin embargo, en el diario El Mundo, se asegura que el plan en el que trabaja Enresa se recupera la propuesta de crear un Almacén Temporal Cenhralizado (ATC) -vulgo, cementerio nuclear-, instalación que entraría en operación en 2028, aunque no se ubicaría en el emplazamiento de Villar de Cañas, en Cuenca, sino en otro lugar por por determinar. El motivo es doble, como han reconpocido los técnicos en numerosas ocasiones : por economía y seguridad. Cuesta menos y es más seguro gestionar un solo almacén en la península que recibiría los residuos de los 7 reactores nucleares españoles, que hacerlo en seis emplazamientos dintintos (Almaraz y Ascó tienen dos reactores).
La buena noticia para las áreas donde se ubican las centrales nucleares es que mientras estén allí los residuos radiactivos seguirán cobrando de Enresa las compensaciones que se fijan en función de la tonelada de residuos almacenada. Y la mala que los emplazamientos no se podrán liberar del todo, como está previsto en los planes de desmantelamiento, y así poderlos dedicar a cualquier otra actividad industrial. Siempre quedaría una parte en la que estarían los ATIs, que debería estar permanentemente vigilada con grandes medidas de seguridad.
El ATC de Villar de Cañas, suspendido
El emplazamiento de Villar de Cañas para albergar el Almacén nuclear fue aprobado por el gobierno de Rajoy en Consejo de Ministros el 30 de diciembre de 2011, tras un proceso de siete años. Fue rechazado por el gobierno de García-Page desde el primer momento, llegando incluso a declarar el paraje zona protegida. Aunque Enresa (Empresa Nacional de Residuos) ha ganado todos los pleitos al gobierno de la Junta, con la llegada del gobierno de Pedro Sánchez el proyecto se aplazó, aunque no está explicitamente descartado y deberá ser el próximo plan de Residuos el que determine qué hacer.
El Plan del Gobierno para cerrar los siete reactores que todavía operan en España (Almaraz I y I, Ascó I y II, Vandellós II, Cofrentes, Garoña (en parada segura) y Trillo) costará 3.801 millones según se desprende de una carta del presidente de Enresa, José Luis Navarro, cvitada por El Mundo. Pero este cálculo está pendiente de revisión, ya que no incluye la gestión de los residuos radiactivos posteriores al cierre de las centrales, lo que elevaría la factura a 14.200 millones.
Todo este gasto va con cargo a las empresas y a los consumidores. Y el Tribunal de Cuentas ya advirtió hace unas semanas que lo recaudado hasta ahora es insuficiente, con lo que habría que elevar las tasas y buscar otras alternativas.
España se enfrenta a sanciones de la UE
Los residuos de alta actividad (combustible nuclear gastado en su mayor parte) son aquellos que contienen concentraciones apreciables de radionucleidos emisores alfa de vida larga y/o emisores beta-gamma con periodos de semidesintegración superiores a 30 años, los primeros de cientos y miles de años.
El 6 de septiembre del pasado año la ministra para la Transición Ecologica, Teresa Ribera, anunció que el Gobierno supeditaba cualquier decisión sobre el proyecto de construcción del Almacén Temporal Centralizado (ATC) de Villar de Cañas ATC a la renovación del PGRR en el presente 2019.
Entonces señaló, en sede parlamentaria, que "tenemos un plan caducado y se ha estado planificando un ATC tomando como referencia una situación que no se corresponde con la actual."
Además recordó que España se enfrentaba a un procedimiento de infracción muy avanzado a nivel comunitario por incumplir la obligación de disponer de un plan nacional de seguridad en el tratamiento de los residuos nucleares.
Este tipo de silos se utiliza para almacenar, de forma temporal en seco, el combustible gastado procedente de las centrales nucleares, así como para guardar otros residuos radiactivos de alta actividad resultantes del desmantelamiento de las nucleares del país.
Actualmente el combustible gastado se almacena en las denominadas piscinas del reactor (grandes tanques refrigerados por agua), cuya capacidad esta comprometida en varias instalaciones que han tenido que recurrir a almacenes en seco en superficie.
Esta solución, denominada técnicamente Almacen Temporal Individualizado (ATI) también ha sido adoptada para los reactores en desmantelamiento, como José Cabrera en Guadalajara, aunque en este caso el almacenamiento está al aire libre.
En la central de Trillo los residuos de alta actividad, procedente del combustible gastado de su reactor, se guarda en unos contenedores especiales de doble uso y se trasladan temporalmente a un almacén que hay dentro del perímetro de la central hasta que sean trasladados a un ATC. En el caso de Trillo este almacén tiene capacidad para guardar los bidones hasta el final de vida de la instalación, previsto con las posibles prórrogas hasta mayo de 2035.
Actualmente españa cuenta con cinco nucleares con siete reactores en operación: Ascó I y II y Vandellos II en Tarragona, Trillo en Guadalajara, Cofrentes en Valencia y Almaráz I y II en Cáceres.
Otros dos reactores Vandellos I (Tarragona) y Zorita en Guadalajara están en desmantelamiento y Santa Maria de Garoña en Burgos, en situación de parada segura, a la espera de su cierre definitivo, aunque ya no produce energía.
Para los residuos radiactivos de baja y media actividad (prodecentes de centrales, industrias o uso sanitario, entre otros...) España cuenta con el almacén de El Cabril en Sierra Albarrana, en el municipio de Hornachuelos, Cordoba.
Opositores y detractores ATC creen es pronto para descartar a Villar de Cañas
La Plataforma contra el Cementerio Nuclear en Cuenca cree que es "prematuro" descartar a Villa de Cañas (Cuenca) como ubicación del almacén temporal centralizado (ATC) de residuos nucleares, mientras el alcalde ha estimado que sigue siendo la mejor opción para ubicar el almacén, que continúa siendo "necesario".
Tras la información del diario 'El Mundo' que descarta la ubicación del ATC en la localidad conquense, el portavoz de la Plataforma, Carlos Villeta, ha manifestado en declaraciones a Ere que el almacén nuclear continúa siendo una figura de transición en el borrador del VII Plan Nacional de Residuos Nucleares, que es "una copia" del anterior. Villeta ha creído que el Gobierno central va a "optar por volver a la situación de partida, con ocho localidades finalistas, y volver a elegir". Entre estas ocho localidades se encuentra Yebra, cuyo ayuntamiento concurrió al concurso que abrió el Ministerio de Industria en su día para elegir un lugar para el ATC y su planta aneja dedicada a la investigación de residuos.
En ese escenario, ha considerado que Villar de Cañas "es la peor opción geológica y técnica, pero desde el punto de vista social y político es buena para los intereses de cualquier Gobierno", por lo que ha creído que todavía "es pronto para descartar totalmente el ATC" en la que es todavía su ubicación proyectada.
Por su parte, el alcalde de la localidad, José María Sáiz, del PP, ha considerado que el almacén continúa siendo "necesario" y que si se hace o no en Villar de Cañas "serán los técnicos quienes lo decidan, pero en ningún momento han dicho que no". El regidor ha indicado a Efe que, si hubiese problemas técnicos, "se habría descartado Villar de Cañas y no se habrían invertido 200 millones de euros".
Sobre la información de 'El Mundo', Sáiz ha estimado que "si quieren que sea en 2028 tendría que ser Villar de Cañas, porque en cualquier otro sitio no llegan a tiempo" y califico de "ridículo" que se baraje otra opción cuando en su pueblo "hay consenso".
Ha lamentado, por último, que Castilla-La Mancha se arriesgue a perder "una inversión de 1.200 millones de euros por la cabezonería de su presidente", en alusión a García-Page.