Un aparcamiento y el arreglo de varias plazas, entre los primeros proyectos
El ayuntamiento de Guadalajara ya ha incluido la primera partida presupuestaria para crear en la ciudad una “zona de bajas emisiones”, un proyecto obligatorio para todas las ciudades que tienen más de 50.000 habitantes.
Obras de la primera fase
En el presupuesto de 2022 ya hay una primera partida de dos millones de euros que se usarán para construir un aparcamiento disuasorio municipal que facilite dejar los coches sin pasar a la zona del casco antiguo y en el que se prevén gastar 481.000 euros. Además, hay prevista una inversión de 1 millón de euros para el proyecto del complejo de bajas emisiones.
También esta previsto el próximo año acondicionar las plazas Prim y Plaza San Esteban (con 242.932 euros de inversión); la adecuación de la calle Miguel Fluiters con 55.728 euros de inversión y casi 78.000 euros para crear una zona de coexistencia peatonal en la calle Miguel de Cervantes (donde está el centro de salud) y mejoras en la Plaza Santo Domingo. A todo se sumarán 101.000 euros para la adecuación de la calle Alvarfañez de Minaya y la Ronda de San Antonio.
De momento no se conocen detalles de estos proyectos. El alcalde de Guadalajara, Alberto Rojo, sólo ha confirmado “que habrá que esperar para concretar las actuaciones que se van a realizar”.
El plan, que se desarrollará en los años 2022, 2023 y 2024, supondrá una inversión de 6 millones de euros procedentes de la Unión Europea. El objetivo de ese plan es crear en la zona centro de la ciudad una zona más amable para los peatones prohibiendo el paso de los coches más contaminantes.
Además de reducir la presencia de coches, se fomentará el transporte público, se crearán zonas verdes y sumideros de CO2.