Tras casi cinco meses de obras
En la tarde de ayer, tras un mes de restricciones, los coches volvían otra vez a circular por la calle Miguel Fluiters. De esta manera se pone punto y final a unas obras que han tenido empantanada, con el consiguiente enfado de los comerciantes, esta céntrica calle desde el pasado 10 de enero cuando se iniciaron los trabajos.
Aunque en un principio estaba previsto que la obra durase cuatro meses los trabajos se han prolongado un mes más hasta que los técnicos municipales han dado el visto bueno al acabado de la parte central.
Ésta es la primera obra que se ha realizado en el Casco Histórico como Zona de Bajas Emisiones como zona de coexistencia. Los trabajos han tenido un coste de 291.257,68 euros más IVA, de los que 218.162,25 euros proceden de los fondos europeos Next Generation, y los 73.095,43 euros restantes han sido aportados por el propio ayuntamiento de Guadalajara.
Con los trabajos que se han realizado se han eliminado 19 plazas de aparcamiento. Sólo se mantienen las correspondientes a carga y descarga dejando también un aparcamiento para motos.
Los cambios en la zona
Las zonas de aparcamiento se han convertido en aceras y todo el pavimento, zona peatonal y zona de coches, se ha dejado al mismo nivel como zona de coexistencia. El límite para circular en la zona será de 20 km/ hora. Para separar la zona de coches de la zona de peatones se ha plantado una fila de árboles.