Esta vez no se debe a inclemencias meteorológicas adversas
Como otras veces esta caída de una rama de un árbol en el parque de La Concordia podría haber terminado muy mal.
Y en esta ocasión no se podía acusar al los vendavales de otras estaciones del año ni al mal tiempo. En plena canícula de agosto una rama de grandes dimensiones se precipitaba sobre uno de los paseos más frecuentados del popular parque de La Concordia, donde muchos guadalajareños buscan su particular 'refugio climático' precisamente pasadas las ocho de la tarde, cuando se recomienda salir a los ciudadanos por parte de las autoridades sanitarias.
Así, con los testimonios de varios viandantes de la zona y las fotografías de Luis Barra, se puede comprobar las dimensiones y el peso probable de esta rama de un pino que, a su vez está cercana a un conjunto de columpios infantiles y una fuente de agua potable de necesario uso en estos momentos del día.
No hay duda que los bomberos de Guadalajara, prestos y avisados, han acudido lo más pronto posible (antes de las 21:00 horas) para perimetrar el espacio, desalojar el lugar y proceder a la retirada del la pesada rama en concreto. Tanto por su voluminoso tronco como a las dimensiones de las ramas y gran cantidad de hojas de su cumbre.
Según los testigos, el crujido ha sido grande para que, afortunadamente advertidos los visitantes cercanos se pudieran retirar a tiempo.
Desde el ayuntamiento de Guadalajara informan a este periódico que las caídas de ramas o árboles no solo se producen "por vendavales caen las ramas , se llama efecto manguera y se produce en Verano con altas temperaturas , déficit hídrico por un menor aporte de agua a las ramas".