Las asociaciones de ciudadanos y vecinales reclaman ya las soluciones

Crecida importante del Rio Henares que casi llego al Ojillo. Foto: Luis Barra.

Las pasadas inundaciones acontecidas en el Levante español han puesto en candelero el tema de la limpieza de los cauces en los ríos y arroyos.

Recientemente la APAG ha puesto el grito en el cielo contra la Confederación Hidrográfica del Tajo, por desentenderse de este tipo de actuaciones en la cuenca de nuestro río, que originan graves perjuicios a nuestros agricultores.

El agua anegó casi totalmente los ojos de puente: Foto: Luis Barra.

Todavía está en la memoria el clamor del alcalde de Villel de Mesa suplicando por la limpieza de su río y que provocó graves inundaciones en su pueblo.

Estas compuertas se abrieron cuando se construyó la mota. Foto: Luis Barra.A raíz de las constantes denuncias de asociaciones y ciudadanos, el Ayuntamiento de Guadalajara, antes del verano solicitó a la Confederación Hidrográfica del Tajo el permiso para poder limpiar el Río Henares en el tramo urbano de la capital, autorización que tardó en llegar, pero llegó hace pocos meses.

Faltó poco para saltar el agua el puente y amenazar las casas más próximas. Foto: Luis Barra.Estos trabajos, que el Ayuntamiento ha valorado en 50.000 €, se los encargará a una empresa para su ejecución que, según fuentes municipales, será más pronto que tarde.

Mientras esa primera actuación llega, los vecinos de la margen derecha del río Henares pertenecientes a las Asociaciones de Vecinos Manantiales, Río Henares y Estación-La Chopera no quieren que los problemas de inundaciones que sufrieron en los meses de agosto y septiembre se olviden con el paso del tiempo. En el último Consejo de Barrio celebrado en el mes de octubre, bastante caliente, fueron numerosas las quejas en este sentido, hasta tal punto que los concejales del equipo de gobierno del Ayuntamiento se comprometieron a elaborar un estudio de lo sucedido, así como las posibles medidas para solucionarlo.

Todos estos vecinos, unidos en causa común, se han dirigido al Ayuntamiento de Guadalajara y han solicitado una reunión con la alcaldesa para interesarse sobre el estado de este estudio en este momento preciso, ahora que está en plena elaboración de los presupuestos municipales.

Arboles caidos sobre el cauce del Rio Henares. Foto: Luis Barra.Pero no todas las iniciativas de los vecinos acaban ahí, porque de nuevo se han vuelto a dirigir a la Junta de Comunidades solicitando la apertura de los ojos tapados del puente árabe y que suponen un riesgo potencial en caso de inundaciones.

Según se puede observar en las fotografías que ilustran esta información -tomadas a la mañana siguiente de la segunda gran tormenta acontecida el día 19 de septiembre de este año- la avenida del agua colapsó casi totalmente los ojos taponados del puente árabe, con la amenaza de saltar el mismo, dejando un aspecto desolador, con un barrizal que invade la zona recreativa y las “jaulas” de lodo que bloquean estos ojos cerrados.

Riada de 1961 que invadió el barrio de la Estación. En el recuerdo de los vecinos más viejos del lugar está esa imagen del año 1961, que ilustra también esta información, cuando una gran avenida de agua inundó todo el barrio de la Estación.

Posteriormente, en la noche del 17 de diciembre de 1997, los vecinos de las urbanizaciones del margen derecha del río Henares y miembros del equipo de gobierno del Ayuntamiento de Guadalajara, pasaron la noche en vela, cuando a causa de un fuerte episodio de lluvias en la zona norte de Guadalajara, obligó a los responsables de la CHT a abrir las compuertas de los embalses por el riesgo de que al rebasar las presas de tierra pudieran venirse abajo. Pasada la angustia y después de reunirse con los vecinos, el alcalde José Mª Bris, todavía con el susto en el cuerpo, comenzó su peregrinaje por la Confederación Hidrográfica del Tajo en busca de una solución, que años más tarde consiguió con la construcción de la mota-talud, inaugurada en abril de 2003, que protege a todas esas zonas inundables situadas en el tramo urbano de Guadalajara capital y que dio una cierta tranquilidad a sus vecinos.

Compuertas taponadas por la maleza. Foto: Luis Barra.

Hoy en día después de las torrenciales lluvias acontecidas los días 30 de agosto y 19 de septiembre de este año y observando las ARPSI (Áreas de Riesgo Potencial Significativo de Inundación) que se recogen en la página web de la Confederación Hidrográfica del Tajo, los peligros que podrían amenazar la zona provendrían de los arroyos de la margen derecha, como el que confluye en la zona de la estación y el Arroyo de Valdeuceda, que aboca en la rotonda del SUE-30 y los ojos cegados del puente árabe. Caso de producirse una avenida por este lado del río se encontraría con algunas de las compuertas, que se abrieron cuando se construyó el talud, totalmente obstruidas por árboles y maleza.

Humedades en el puente árabe. Foto: Luis Barra.Hay que recordar que en el mes de marzo de 2023 una plataforma formada por las Asociaciones de Vecinos Estación-La Chopera, Río Henares, la Asociación Ecologista DALMA y la Asociación de Amigos del Museo Provincial instó a la Junta de Comunidades, con motivo de las obras que se estaban desarrollando en el SUE-30, de la necesidad de abrir los ojos del Puente Árabe. Su denuncia no tuvo los frutos deseados. En el mes de octubre de 2023, después de una tormenta, que volvió a poner de manifiesto tal deficiencia, estos vecinos presentaron en el Consejo de Barrio una nueva propuesta, en el mismo sentido, para incorporarse a los presupuestos participativos, iniciativa que fue desoída por el Ayuntamiento al alegar que el puente árabe es un Bien de Interés Cultural, cuya competencia exclusiva la tiene la Delegación de Patrimonio de la Junta de Comunidades.

Las asociaciones volvieron a trasladar esta propuesta a la Junta de Comunidades en el transcurso de una reunión mantenida antes del pasado verano, en la cual recibieron buenas palabras, pero qué de momento no se ha materializado en nada.

Ojos del puente totalmente anegados. Foto: Luis Barra.Al día de hoy la barbacana del puente continúa deteriorándose, con el riesgo de caer las piedras al río; el puente de la Alaminilla cada día está más deteriorado por la vegetación abundante y basuras; se siguen produciendo filtraciones de agua que horadan la piedra del puente y en uno de sus arcos se han vuelto a producir algunos grafitis.

Los vecinos esperan que algún día alguien se tome en serio nuestro monumento histórico más antiguo que conserva nuestra ciudad, así como concienciarse de que el cambio climático ha llegado y tenemos que estar preparados para ello.

Nuevos gratifis en el puente árabe. Foto: Luis Barra.“Que la alcaldesa lidere el tema”

Manuel Diéguez, presidente de la asociación de vecinos La Chopera, pide al ayuntamiento que les escuchen cuanto antes y solicita a la alcaldesa, Ana Guarinos, que sea ella quien lidere el tema “nosotros no queremos ser los que nos encarguemos de esto. Queremos que lo lidere la alcaldesa y que busque soluciones. No sabemos qué soluciones, pero que las busquen igual que ha hecho el alcalde de Marchamalo con los problemas en su pueblo. Que vean las alternativas y que busquen dinero donde haga falta, propio o de otras administraciones para ejecutarlos”- afirma.

Para Diéguez las infraestructuras actuales son “insuficientes”. Piden que se mantengan limpias de hojas las calles y jardines, para que no haya atascos; que se aumenten los drenajes en toda la zona del río y que el agua que circula por el barrio sea derivada directamente al río. Además creen que es esencial que se hagan cambios en el colector principal, un colector que llega ya muy saturado porque se vierten a él aguas de otros municipios y ya no da más abasto.

Según Diéguez los vecinos no tienen miedo pero sí precaución y quieren saber cómo deben actuar en caso de que haya una situación de peligro real.

Vecinos achicando agua tras la tormenta. Foto: Luis Barra.

Zona recreativa convertida en un cenagal. Foto: Luis Barra.