El ganador fue el Colegio Giovanni Antonio Farina de Azuqueca
El polideportivo del Colegio Santa Cruz de Guadalajara fue el pasado sábado 22 de marzo el escenario de la 40 edición del Festival de la Canción Vocacional. Una edición muy especial para la delegación de vocaciones y la diócesis de Sigüenza Guadalajara
El festival lo abrían las Misioneras del Evangelio que actuaban fuera de concurso. Después, uno a uno, los doce grupos procedentes de distintos puntos de la geografía diocesana: Aranzueque, Azuqueca, Chiloeches, Fontanar, Guadalajara (Parroquias Santa Maria, Santísimo Sacramento, Adoratrices y el colegio diocesano Cardenal Cisneros). Horche y Yunquera han elevado sus canciones y coreografías.
Durante la ardua deliberación del jurado Jean Claude, sacerdote procedente de África hizo una interpretación en francés. Después vendría la sorpresa de la jornada: un grupo procedente de varias parroquias con un nombre muy jubilar, Esperanza2, interpretó canciones que fueron Hide Parede de los vocacionales en el siglo XX.
Tras más de tres horas de festival llegaba el veredicto del jurado, quien otorgaba el primer premio por tercer año consecutivo, al Colegio Giovanni Antonio Farina de Azuqueca, el segundo premio al Coro de la Parroquia de Chiloeches y el tercer premio de esta edición para el Coro de la Parroquia del Santísimo Sacramento de Guadalajara.
Frente a la fría y húmeda tarde, las cuatro horas largas del encuentro musical rebosaron calidez, entusiasmo y espíritu vocacional gracias a la animación del público, muy entregado y festivo, que llenaba el polideportivo por completo.
La ilusión, la alegría y la música fueron protagonistas de un festival en que se resonaba repetida la canción «¿Para quién soy?», completada siempre con la respuesta: «Soy para Dios en los hermanos, porque todos somos ‘Sembradores de esperanza’, capaces de decir con confianza ‘Sé de quién me he fiado’».
Entre los asistentes estaba el obispo don Julián Ruiz Martorell que dirigió unas palabras elogiando el certamen y la organización.
