En 2020 se iniciarán los primeros trabajos para la renovación de la licencia en 2023.
El estado de salud de la planta "está muy bien" y de cara al proceso de renovación de la licencia de actividad en 2023, el próximo año se iniciará la revisión periódica de seguridad que conlleva una serie de trabajos de ingeniería laboriosos a lo largo de 3 años.
"Hemos estado produciendo a plena potencia y de forma segura y fiable, sin incidencias", ha explicado este martes en rueda de prensa el director de la central nuclear de Trillo, Javier Vallejo, quien ha hecho balance de la actividad de esta instalación nuclear en los primeros meses del año, los primeros en el cargo de Vallejo tras sustituir a Aquilino Rodríguez.
No se ha referido a la posibilidad de la renovación de licencia, que dependerá de las exigencias técnicas, del propietario y de la propia situación legislativa de las energías en España cuando llegue el momento, pero sí ha negado, a preguntas de los periodistas, que no se estén realizando inversiones a la espera de si será o no efectiva esa renovación.
Preguntado por si ve posible que la tendencia de potenciar las energías renovables frene a la nuclear incluso a futuro se cierren nucleares, Vallejo ha afirmado que le resulta "muy difícil pensar en suplir el 22 % que suponen actualmente las nucleares del total de energía eléctrica con energías renovables".
La central nuclear de Trillo produjo más de 3.821 GWh en el primer semestre
La central nuclear de Trillo, en Guadalajara, produjo más de 3.821,1 GWh en el primer semestre del año y una energía eléctrica bruta acumulada de más de 250.000 MWh desde el año 1988, con un total de 240.616 horas acoplada a la red.
Vallejo ha destacado que la central nuclear de Trillo acumula más de 12 años consecutivos sin paradas automáticas del reactor y cinco sin paradas no programadas.
El director de la central de Trillo ha señalado que la recarga se desarrolló entre el 10 de mayo y el 9 de junio y contó con los servicios de más de 40 empresas especializadas, las cuales dieron trabajo a más de mil personas adicionales a la plantilla habitual de 347 trabajadores.
Asimismo, se cuenta con la colaboración de más de un centenar de empresas especializadas que prestan servicios en planta durante la operación normal y que dan empleo a 800 personas.
Entre los trabajos realizados, ha destacado la limpieza y saneado de una de las piscinas de servicios esenciales, además de la sustitución de 40 elementos combustibles, entre otros.
En cuanto a la protección radiológica, la dosis colectiva recibida en este periodo es de 176,16 mSv-persona, siendo la más baja de todas las centrales nucleares de España, tal y como ha destacado Vallejo.
Además, el impacto al medio ambiente "ha sido nulo" tal y como refleja el plan de vigilancia radiológica ambiental, exigido por el Consejo de Seguridad Nuclear y que supone la toma y análisis de 1.200 muestras del todo tipo (como aire, suelo, aguas o animales, entre otras) en un radio de acción de 30 kilómetros alrededor de la central.
En relación a la gestión de residuos, durante este periodo se han generado 35,42 metros cúbicos mientras que 39,16 metros cúbicos fueron retirados a la planta de El Cabril en Córdoba al ser residuos de baja actividad.
"Durante el año 2019 no está previsto cargar contenedores en el Almacén Temporal Individual", ha afirmado y ha señalado que a 30 de junio de 2019, en la central de Trillo hay almacenadas 327,9 toneladas de combustible gastado repartidas en los 34 contenedores de almacenamiento en seco.
Tres sucesos notificables
Sobre los sucesos notificables al Centro de Seguridad Nuclear, han sido tres en este periodo y todos ellos durante el proceso de recarga, no siendo ninguno de gravedad y que no tuvieron impacto ni para las personas ni para el medio ambiente.
En concreto, uno de ellos estuvo relacionado con la inoperatividad de uno de los cuatro trenes del subsistema de inyección de seguridad de baja presión; otro fue la inoperatividad del lazo del sistema de refrigeración de componentes por pérdidas de estanqueidad en una de sus válvulas, y el último fue una actuación manual, no programada, del sistema de protección del reactor durante el proceso de arranque tras la recarga.