Gran devoción en los actos de la Semana Santa azudense
La procesión llega a las puertas de la Santa Cruza. Foto: Hermandad.
El Vía Crucis es una devoción que recuerda el sufrimiento de Jesús camino del Calvario y su entrega por la salvación de la Humanidad; siguiendo esos pasos de Cristo se invita a los participantes a realizar una reflexión personal y un ejercicio de búsqueda espiritual. Frente a Jesús crucificado, la Soledad de María, viviendo su particular pasión.
La Soledad, por las calles de su pueblo. Foto: Hermandad.
Los fieles de Azuqueca no faltaron a su cita con este acto de la Semana Santa. El Vía Crucis de Viernes Santo llenó de pasión y de recogimiento espiritual las calles de la localidad. Los fieles acompañaron a las imágenes de la Virgen de la Soledad, desde su ermita, y al Cristo, que salió de la iglesia de San Miguel, para encontrarse en la plaza del mismo nombre. Ambas imágenes fueron llevadas en procesión por las calles de la localidad hasta la iglesia de la Santa Cruz.
La procesión, en la calle Mayor. Foto: Hermandad.
El cortejo marchó al compás de la música procesional de la Banda Villahermosa de Alovera. Tras el encuentro en la Plaza de San Miguel, la procesión siguió por Trinidad Tortuero hasta la Plaza del General Vives y, una vez allí, se dirigió por la calle Mayor hasta la Avenida Francisco Vives, para terminar en el templo de la Santa Cruz.
Sentimiento
La Soledad, frente al Cristo. Foto: Hermandad.
La procesión dejó imágenes de gran plasticidad en una Semana Santa sencilla y austera que, sin embargo, no deja de ser muy sentida en Azuqueca, tanto en el aspecto personal como en el ámbito colectivo, ya que es una parte importante de su historia.
No hay que olvidar que los actos de esta Semana Santa azudense son organizados por la Hermandad de la Virgen de la Soledad, que en 2022 cumplió 400 años desde su fundación.