Asumirían una vicepresidencia y la coordinación del Plan de Garantías Ciudadanas, podría ser el paso definitivo para aprobar los presupuestos regionales
El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha ofrecido hoy al líder regional de Podemos, José García Molina, entrar en el Ejecutivo regional para desbloquear los presupuestos, después de que la formación morada rechazase hace tres meses las cuentas generales de la comunidad.
Tras reunirse durante tres horas en el Palacio de Fuensalida de Toledo, sede de la Presidencia regional, García-Page ha ofrecido a Podemos CLM dos cargos en el gobierno, la Vicepresidencia segunda, y una nueva consejería desde la que impulsar y coordinar el Plan de Garantías Ciudadanas.
"Creo que es un ofrecimiento razonable, honesto, pero hay que preguntar a la militancia", ha aseverado García Molina.
Además de este ofrecimiento, García-Page ha informado de que han alcanzado un principio de acuerdo para sacar adelante el presupuesto de 2017, cuyo anteproyecto aprobará mañana el Consejo de Gobierno, y para renovar el pacto de investidura, que Podemos rompió unilateralmente hace casi diez meses.
El presidente regional ha admitido que la posible entrada de Podemos en el Gobierno es "un cambio transcendental en el ecuador de la legislatura", si bien ha explicado que es la solución para aportar estabilidad, ya que la alternativa era la convocatoria de elecciones anticipadas.
En las negociaciones se han implicado personalmente los secretarios generales de ambas formaciones, Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, favorables a un entendimiento. Sería el primer acuerdo entre PSOE y Podemos para gobernar en coalición una autonomía, una vez que Pedro Sánchez ganara las Primarias en el PSOE e imprimiera un giro a la izquierda en el Partido Socialista, con lo que este acuerdo sería una experiencia piloto entre ambas formaciones al que se podrían sumar otras autonomías en un frente de izquierdas más amplio.
Fuentes de la formación morada han indicado a Efe que el acuerdo alcanzado hoy pretende marcar la sintonía entre los dos partidos a nivel nacional.
Ruptura de las negociaciones con el PP
Este ofrecimiento de pacto por parte de García-Page se produce después de que se rompieran las negociaciones entre PSOE y PP para lograr la abstención de los populares en la votación de los presupuestos, la primera opción manejada por Page tras la ruptura del pacto por parte de Podemos.
La fiscalidad se presentó como un obstáculo insalvable para que el Gobierno de Castilla-La Mancha y el PP llegaran a un acuerdo que permitiera aprobar los Presupuestos de la Junta para 2017, según publica encastillalamancha.es.
Las negociaciones se llevaron a cabo en el despacho del presidente de las Cortes, Jesús Fernández Vaquero, y a la que asistieron Guijarro y Ruiz Molina del lado socialista; y a Tirado, Guarinos y Cañizares, por el PP.
El PP dejó clara desde el principio sus prioridades: la subida salarial del 1,5 por 100 a los funcionarios, un plan de choque contra las listas de espera, bajar impuestos en la línea de la tributación autonómica en Madrid y más dinero para agricultura ecológica, entre otras demandas.
Además, el PP quería separar las votaciones de los Presupuestos de las medidas de los funcionarios, para que quedara claro cuál era su prioridad y poder explicar que las medidas de recorte aplicadas la legislatura anterior fueron debidas a las circunstancias. Así, la propuesta “popular” era abstenerse en los Presupuestos cuanto se vote a finales de agosto o primeros de septiembre, pero aprobar ya en el mes de julio pagar a los funcionarios un 1,5 por 100 del sueldo del 3 que les recortó Cospedal en 2012, según las fuentes citadas por encastillalamancha.es.
Los cálculos del Gobierno cifraban en 200 millones menos de ingresos la política fiscal que proponía el PP. Aunque otras fuentes hablan de solo 50, dado que el PP defiende que bajando los impuestos se acaba recaudando más.
En lo que coinciden todas las fuentes consultadas por este digital es que tanto populares como socialistas no han tenido voluntad de llegar a un acuerdo y que ha habido mucho de "postureo". Ahora García-Page ha vuelto aponer la pelota en el tejado de Podemos, pero con una diferemcia. Si no hay acuerdo, no hay más solución que las elecciones anticipadas. Y Podemos ya lo sabe.