Alcanza un nuevo máximo histórico de envejecimiento (115,7%): ya se contabilizan 115 mayores de 64 años por cada 100 menores de 16. Guadalajara, la menos envejecida.
El Instituto Nacional de Estadística ha hecho públicos los últimos datos sobre envejecimiento en nuestro país que, una vez más, reflejan una tendencia que parece imparable: España ha vuelto a registrar un máximo histórico de envejecimiento, del 120% o, lo que es lo mismo, ya se contabilizan 120 mayores de 64 años por cada 100 menores de 16. Esta cifra supone un crecimiento de 2 puntos porcentuales con respecto al año pasado, cuando el índice de envejecimiento se situó en un 118%.
En Castilla-La Mancha la tasa de envejecimiento es inferior a la nacional, con 115 mayores de 64 años por cada 100 menores de 16 (tasa del 115.7%). No obstante, se trata de un máximo histórico y la tendencia de los últimos años es creciente.
Guadalajara, la provincia más joven
Según un estudio de la Fundación Adecco, por provincias, Cuenca (166%) es la más envejecida, frente a Guadalajara (89%) que resulta la más joven.
Las regiones más envejecidas son Asturias (214%) y Galicia (195%), mientras que Ceuta, Melilla, Murcia, Andalucía y Baleares son las únicas regiones que presentan una mayor proporción de jóvenes.
En este contexto, la Fundación Adecco alerta de la incoherencia que tiene, en esta coyuntura, discriminar laboralmente a los desempleados de más edad. Según Francisco Mesonero, director general de la Fundación Adecco: “no sólo es un contrasentido demográfico, sino que ponemos en peligro nuestro Estado del Bienestar. La prioridad nacional debe ser la implementación de políticas activas de empleo que empoderen a los desempleados seniors, mediante formación, acompañamiento y recursos clave que les permitan actualizar sus competencias y convertir su experiencia en un valor añadido”.
Mesonero añade que: “cada año aumenta el volumen de desempleados mayores de 55 años que acuden a la Fundación Adecco en búsqueda de un empleo, pero tenemos serias dificultades para darles respuesta. No existe suficiente foco político y social, ni inversión pública para un reto tan crítico para la sostenibilidad de nuestro mercado laboral”.
Por último, el directivo advierte de la necesidad de estimular la participación de los segmentos de la población hasta ahora más inactivos (mujeres, personas con discapacidad, etc), para compensar la falta de relevo generacional y garantizar la sostenibilidad de nuestro sistema, particularmente en lo que respecta al mantenimiento de las pensiones.
La relación cotizante-pensionista cerró el año 2017 con un valor mínimo, del 2,2, considerándose una ecuación sostenible a partir de 2,5. Si continúa esta tendencia, para 2052 se estima que, por cada persona inactiva, habrá poco más de una persona trabajando, lo pone en peligro la sostenibilidad de nuestro sistema.