Delfín Álvarez, uno de los más decisivos entrenadores que ha tenido el Guadalajara ha fallecido en Madrid.
Delfín Álvarez Yáñez, que así era su nombre completo, falleció la semana pasada en Madrid, víctima de una larga y penosa enfermedad. Había nacido en una pequeña aldea orensana, Veiga, en 1936. Futbolista criado en la cantera del Real Madrid, militó en el entonces filial madridista A. D. Plus Ultra, y llegó a debutar en Primera División con el Granada en la temporada 1960-61. Fue un jornalero del fútbol, ese tipo de jugador que casi ya no queda, que garantizaba oficio, regularidad y entrega, como comprobaron las aficiones que lo cobijaron: Murcia, Español y Pontevedra. El equipo gallego fue su último destino como futbolista; del terreno pasó a los banquillos, donde protagonizó una larga y fecunda carrera: Guadalajara, Orense, Badajoz, Pontevedra C. F y Club Deportivo Logroñés: a Las Gaunas llegó para hacerse cargo de la plantilla blanquirroja en aquella inolvidable campaña 84/85, coronada con el ascenso a segunda división.
En Guadalajara, Álvarez entrenó al Guadalajara, siendo presidente Juan José Laso, y lo ascendió a Tercera divisón cuando esta equivalía a la Segunda B- que no existía- y luego volvió en una segunda etapa consiguiendo jugar la fase de ascenso a la nueva Segunda B, aunque esta vez sin premio.