De todos es sabido, no sólo por los responsables de la administración, que las históricas Salinas de Imón fueron declaradas B.I.C. (Bien de Interés Cultural) en 1992, con categoría de Monumento.
De todos es sabido que desde entonces, nadie ha hecho nada por su conservación: la propiedad, abandonándolas a su suerte y la administración -lo políticos- mirando para otro lado...
Esta situación de vergüenza, ahora, ya es de peligro.
Las naves situadas entre la carretera CM-110 y que distan escasos 4 metros de la calzada, están en serio e inminente riesgo de desprenderse sobre la carretera. ¿Necesitaríamos un muerto o dos, para que alguien tome cartas en el asunto?.
¿Es que los responsables de Cultura, Fomento, Ayuntamiento de Sigüenza... son incapaces de obligar a la propiedad a que cumpla con la conservación a la que por ley está obligada?
Las Salinas de Imón son un patrimonio de la arquitectura preindustrial único en la provincia. Su situación a nadie parece importar.
Tal vez, la seguridad de los ciudadanos si que sea importante... ¿o no?
Avisados estamos, por si alguien desconocía la situación.
Jaime Mesalles de Zunzunegui