Señor Alcalde no le entiendo, le quiero entender y no le entiendo, igual le suena a letra de bolero antiguo, pero es la triste realidad. Me pasaba antes y desde hace tres años que tengo la oportunidad de mirarle de cerca también, le saludo en la escalera, le escucho con atención en las comisiones, en los consejos, en el pleno, y sigo sin comprender su manera de querer a esta ciudad.
Lleva usted más de veinte años en el Ayuntamiento, es difícil de entender que alguien que ha dedicado tanto tiempo a la ciudad, con tantos años de bagaje y experiencia, tome decisiones que perjudican a Guadalajara y que no hacen más que empequeñecerla.
Usted sabe que Guadalajara es una ciudad volcada con el Maratón de Cuentos, que entre todos (grandes y pequeños), hemos inventado una fiesta única que nos hace disfrutar mucho a las personas que vivimos aquí y también a las que nos visitan de fuera.
Hemos conseguido que se nos conozca en Europa y en otros lugares del planeta como referente de la narración oral, los cuentos se han convertido en una de las señas de identidad de esta ciudad. Un potencial cultural, turístico y también humano, porque está es una fiesta creada colectivamente, tejida por muchas manos, colaboraciones y entusiasmos.
Es inexplicable que usted, alcalde de la ciudad de los cuentos, se empeñe en poner trabas y restar apoyos a una actividad a la que los guadalajareños le tienen un gran aprecio. Empezó la legislatura faltando a la tradición de contar el primer cuento en el Patio de los Leones y parece que la quiere acabar con un gesto aún más evidente: reduciendo el apoyo económico al Maratón.
Lo hace justo en un año en el que hay más dinero para actividades culturales, todo sube en los presupuestos municipales de 2018 pero el convenio con el Seminario de Literatura Infantil y Juvenil se rebaja. Lo hace sin explicaciones, con mentiras y con un tono distante y amenazante, lo hace sin escuchar a nadie, sin ni tan siquiera reunirse con las personas que llevan años trabajando para que la ciudad se llene de cuentos, poesía y palabras. Lo hace, y esto quizás sea lo más grave, sabiendo lo bien que le sienta a esta ciudad el Maratón de Cuentos y el amor que por él sienten sus habitantes.
Por mucho que lo diga el refranero quien bien te quiere ni te hace llorar, ni te hace sufrir, ni te daña, ni se muestra hostil y desafiante, ni toma decisiones que te perjudican.
Su medida de recortar el presupuesto del Maratón este año no es un detalle menor, es un grave gesto de desprecio, de maltrato a la ciudad y a sus gentes, impropio de un alcalde que dice querer a Guadalajara. Es una decisión que no viene a cuento.
Susana Martínez Martínez
Edil de Ahora Guadalajara