La nueva línea de autobuses de Marchamalo se ha estrenado hoy con normalidad, y eso incluye que esta vez el Ayuntamiento ha evitado la escena de la policía local poniendo multas como sucedió en un conflicto similar suscitado años atrás entre Román y el gobierno de Barreda.
Fomento da por zanjado el conflicto con el Ayuntamiento y firma el convenio con Marchamalo
Desde hoy, los autobuses de Marchamalo ya paran en la Estación, Santo Domingo y Ferial Plaza, porque así lo ha autorizado la Junta, privilegio que no tienen el resto de los pueblos.Cerca de las diez de la mañana, con casi diez minutos de retraso, el nuevo autobús de plataforma baja de Marchamalo, un Mercedes con el escudo de la localidad en la parte posterior, llegaba hasta la plaza de Santo Domingo y paraba durante unos segundos en la plaza de Santo Domingo para dejar bajar a una docena de pasajeros. Sin propblemas. Lo hacía ignorando la señal de prohibido parar “excepto bus urbano”, que el Ayuntamiento colocó días atrás en las tres paradas objeto de polémica con el Ayuntamiento de Marchamalo: Estación, plaza de Santo Domingo y Ferial Plaza. Estas paradas han sido autorizadas por resolución de la Junta de Comunidades, aunque el Ayuntamiento ha anunciado su intención de presentar recurso en los tribunales. La diferencia con el anterior conflicto entre Junta y Ayuntamiento es que esta vez el Ayuntamiento ha evitado la foto de la Policía Local multando a los conductores de los autobuses, sanciones que al final no prosperaron en los tribunales. La PolicíaLocal evitó hacer acto de presencia.
Entre los viajeros que bajaron en Santo Domingo estaba el alcalde de Marchamalo, el socialista Rafael Esteban, al que acompañaban algunos concejales. Visiblemente satisfecho, lo primero que destacó es la normalidad que hasta ese momento se había vivido. El alcalde agradeció a la Junta que hubiera hecho posible esta nueva línea y también Ayuntamiento de Guadalajara al que tendió la mano para seguir mejorando este transporte y “ver si podemos hacer algún tipo de apuesta tarifaria en común”.
Preguntado por las señales de prohibido aparcar que el Ayuntamiento ha colocado en las tres paradas de marras, y qué pasaría si la policía local pusiera multas a los conductores que las ignoran, Esteban añadió que “imagino las señales serán para todos los autobuses, no solo a los de Machamalo”, y aunque le parece “chocante” que solo se han colocado en las paradas de las nuevas líneas, concluyó que “espero que no haya ninguna denuncia judicial”.
"Hay que lograr que Guadalajara sea es capital abierta
Si bien Marchamalo ha resuelto su problema con la colaboración de la Junta, que ha impuesto la nueva línea y las paradas al Ayuntamiento de Guadalajara, esta situación no deja de ser un privilegio frente al resto de pueblos que solo pueden acceder al servicio desde la Estación de Autobuses. ¿Cuál es la propuesta del alcalde de Marchamalo? Su alcalde defiende que ellos buscaron una alternativa legal desde el principio: “Cuando nos hemos sentido escuchados hemos tomado las medidas adecuadas, sobre todo aquellas que garanticen por ley que una línea interurbana pueda tener unas paradas; y eso lo regula la Junta”. ¿Qué tiene que hacer el resto de los pueblos: “Yo les invito a que se pongan a hablar y definan los problemas y necesidades que se puedan tener. Hay que lograr que Guadalajara sea es capital abierta y que la gente entre sin ningún tipo de problema. Les invito a que lo hagan de forma legal para que dispongan de paradas autorizadas en la capital”.
¿No sería el momento de hablar sobre un Consorcio Comarcal que resuelva todos estos problemas, como alguna vez ha sugerido el propio Ayuntamiento de Guadalajara? El alcalde de Marchamalo, y parlamentario regional, responde que él no sabe si la palabra es “consorcio”, aunque en cualquier caso se ofrece al Ayuntamiento y a la Junta “para que nos entendamos”.
Mientras tanto, y si el Ayuntamiento no lo impide en los tribunales, el Autobús de Marchamalo vuelve a la capital, con tres paradas urbanas, y no lo hace formando parte del servicio de transportes de la capital, como antaño.
Para financiar el coste real de la nueva línea, el Ayuntamiento de Marchamalo pone 63.000 euros anuales y la misma cantidad la Junta de Comunidades. El billete vale 1,30 euros el sencillo, aunque con el abono trasporte sale por 0,70 euros.