Una empresa originaria de Soria, “Rebi Recursos de la Biomasa”, tiene muy delantados los planes para montar una red de calor de Guadalajara, con veinte kilómetros de tuberías, por la que llevaría agua a sus clientes, a 95 grados, para abastecer a calefacciones de comunidades de vecinos y el servicio de agua caliente. El calor se generaría en una central térmica que se ubicará en el polígono del Balconcillo, y que contribuiría por un lado a reducir las emisiones de C02 en Guadalajara, y a abaratar el coste para el usuario frente a otras fuentes convencionales como el petróleo o el gas.
La decisión está tomada por parte de Rebi, según ha podido saber Guadalajara Diario en primicia en fuentes municipales. En el Ayuntamiento miran a este proyecto con gran simpatía porque sería un paso fundamental para la introducción en el mercado de la capital a una energía verde, limpia y renovable, como es la biomasa , que además competiría a la baja en precios con otras fuentes tradicionales, como es el petróleo, el gas o la electricidad, y cuyos costes dependen más del mercado internacional, como se ha podido comprobar recientemente. Con el Ayuntamiento ya han producido dos reuniones, y la empresa también ha presentado su proyecto a la Junta de Comunidades, ya que la consejería de Industria y la Dirección de Medio Ambiente es la competente para autorizar cualquier instalación industrial, como sería la central térmica en la que se generaría el agua caliente para alimentar toda la red de calor.
Si los trámites avanzan con normalidad, y se reunen todas las autorizaciones oportunas, las obras de la planta de biomasa podrían comenzar a finales de año. El combustible que utiliza la instalación son astillas de madera y pelets con alto poder calorífico que permiten calentar el agua hasta los 95 grados, proceso del que mañana daremos más detalles.
Una red subterránea de agua caliente
Una vez calentada el agua en la central térmica de biomasa, el siguiente paso es trasladarla hasta los edificios y centros públicos de los potenciales clientes. Para ello se utilizan tuberías impermeabilizadas y que retienen el calor. En la red que Rebi tiene en Soria, de 14 kilómetros, el agua llega desde la planta a los cuartos de calderas con una pérdida máxima de dos grados centígrados, según explica la empresa en un video colgado en su página web. En Guadalajara la idea es llegar a los 20 kilómetros, en varias fases, propósito que han trasladado al Ayuntamiento. Como en el caso del gas ciudad, las tuberías van subterráneas, por lo que es necesario abrir zanjas en las calles, unas inversiones que van a cargo de la empresa, y para lo que deberán coordinarse con el Ayuntamiento.
¿Por qué es interesante Guadalajara para una inveresión así? Por un lado están las razones climatológicas: la capital alcarreña, como Soria, es una ciudad fría que necesita calefacción practicamente durante nueve meses al año y agua caliente, siempre. Y luego está la tipología de viviendas: Guadalajara tiene barrios con edificios de varias plantas, y los potenciales clientes de estas redes de calor son las comunidades de vecinos, edificios públicos, administrativos, deportivos , hoteleres, balnearios, spa, etc. Por todo ello, desde Rebi miran fundamentalmente a barrios como el Balconcillo, Plan Sur, Felipe Solano, entre otros , con gran densidad de población.
Mañana: ¿Cómo funciona una central térmica de biomasa?