Parafraseando al dicho popular, no era jueves pero brilló el sol como nunca. Pero la tradición, con cinco siglos de historia, se cumplió un año más. Galería de imágenes en el interior.
Si el año pasado la lluvia irrumpió en la procesión del Corpus poco después de que se iniciara, y se tragó parte de las alfombras florales, este año de 2017 ha ocurrido todo lo contrario. Un calor inclemente, con 39 grados a la sombra, convirtió a Guadalajara en un horno y a apóstoles y niños de comunión en unos héroes por aguantar una hora y media de recorrido en tales condiciones.Menos gente durante el recorrtido por este motivo -muchos huyeron de la capital en este fin de semana-, y decenas de niños de primera comunión acompañaron a la cofradía de los Apóstoles, con cinco siglos de antiguedad, en su recorrido habitual por las calles de Guadalajara.
El Corpus se celebra en la provincia Guadalajara el domingo. En la capital hubo misa solemne cantada en Santa María presidida por el obispo de la Diócesis monseñor Atilano Rodríguez. Seguidamente comenzó la procesión que encontró en su recorrido a cuatro alfombras florales a su paso por las parroquias de San Ginés, San Nicolás, Santiago y Santa María, que elaboran las cofradías de Semana Santa. Todas ellas estuvieron representadas en la procesión.
Han asistido el alcalde, Antonio Román, vicealcalde, Jaime Carnicero, tenientes alcalde, concejales del grupo Popular, Socialista y Ciudadanos. Los de Ahora Guadalajara no van a actos religiosos. Tambien estaban la vicepresidenta de la Diputacion, Ana Guarinos, el subdelegado del gobierno Juan Pablo Sanchez, Angela Ambite delegada de Economía de la Junta de Comunidades, la diputada Silvia Valmaña y el diputado Regional Lorenzo Robisco.
Junto al clero de la ciudad, el Obispo monseñor Atilano Rodríguez y el Vicario, Agustín Bujeda.