Julia Navarro es una de las escritoras españolas que más venden en el mundo, aunque si le dices que es una autora de best-sellers se puede hasta enfadar, porque como bien recalca, ella solo escribe libros, otra cosa es que luego se vendan mucho. De “Dime quien soy”, vendió más de un millón de ejemplares en todo el mundo. Su última novela va por el mismo camino y se titula: “Dispara, yo ya estoy muerto”, del que firmará este viernes ejemplares coincidiendo con la Feria el Libro de Guadalajara. Con ella hemos hablado.
-La hermandad de la Sábana Santa, La Biblia de barro, La sangre de los inocentes, Díme quién soy… Escribe un libro y le sale un best-seller. ¿Tiene alguna técnica o es un don natural que usted tiene?
-Yo no escribo best-sellers, escribo libros y no sé qué va a pasar con esos libros. Cuando un libro llega a la librería nadie sabe lo que va a pasar con él; absolutamente nadie. De manera que decir que alguien escribe best-sellers es como decir que a alguien le va a tocar la lotería. Yo, hasta ahora, he tenido muchísima suerte; he contado con el apoyo de los lectores, pero nadie me garantiza que vaya a seguir siendo así, siempre. No hay formulas mágicas para vender libros.
-Hay algunos que incluso han elaborado teorías sobre cómo hay que contar las cosas, qué temas hay que abordar…
-Si fuera así, sería facilísimo, todo el mundo vendería millones de libros. La prueba es que hay libros que tratan de un tema y ese libro se vende por miles y hay otros libros que tratan del mismo tema y no se venden. De manera que a mí me parece una solemne tontería decir que hay una fórmula para lograr que los libros se vendan. Los lectores son los que eligen y los que deciden qué libro tiene éxito.
“La novela más compleja que he escrito”
-“Dispara, yo ya estoy muerto”, me suena al título de esas novelas del oeste que antes leíamos de chavales. Cuénteme lo que pueda.
-El fondo de mi novela tiene que ver con esa idea ortegiana de cómo las circunstancias marcan la vida de las personas. Ese es el telón de fondo: la lucha de unos personajes que luchan contra las circunstancias. Es una novela que se desarrolla entre Rusia y Oriente Medio sobre dos sagas de personajes, una familia judía y otra palestina, y yo voy contando la historia en paralelo, pero sobre todo es una reflexión del hombre y las circunstancias.
-"Dispara" es un libro de sagas y personajes. ¿Por qué se ha querido complicar la vida metiendo a mucha gente en el relato?
-Ciertamente que es un libro que me ha costado mucho escribir, y seguramente es la novela más compleja que ha escrito, por la cantidad de personajes que manejo, pero también es un desafía desde el punto de vista técnico, pero no se trata de complicarse o no la vida. Yo he tenido la idea, la he desarrollado y se ha convertido en esta historia. Uno no elige; son las ideas las que te salen al encuentro.
-En los libros de sagas, como lector a veces he necesitado un guiaburros para no perderme y sobre todo si los nombres con extranjeros. ¿Usted cómo se las apaña?
-Para mí no hay problema. La dificultad está en que los lectores no se pierdan.
-¿Estamos en ante un cambio en la arquitectura de sus libros?
-En “Díme quién soy” [el anterior a Dispara...], también hay muchos personajes. Son formas diferentes de contar historias. Importan más los personajes que la acción de esos personajes. Mis dos últimas novelas son así: personajes con claroscuros.
“Mis novelas tratan de problemas actuales, no es novela histórica”
-Detrás de sus libros hay una o varias historias situadas en épocas diferentes…
-No, no, no, todos mis libros transcurren en la época actual.
-Pero también se remonta a otras épocas.
-No me remonto nada, solamente en el primero La Hermandad de la Sába Santa, el libro transcurría en dos tiempos, en el pasado y en el presente. El resto de los libros transcurren en la época actual. Otra cosa es que haga referencias al pasado.
-A eso me refiero.
-Pero la acción no transcurre en el pasado. “Dispara, yo ya estoy muerto” comienza en el siglo XIX y acaba en el XX. Así que son novelas actuales, que tratan problemas actuales. La Biblia de barro es una novela sobre la guerra de Irak, o sea que más actual no podía ser. “La sangre de los inocentes” es una novela que reflexiona sobre el fanatismo religioso y político de la época actual. No son novelas que tienen que ver con el pasado.
- En sus novelas se habla de la intolerancia, por ejemplo cuando se refiere a los cátaros en “La sangre de los inocentes”. ¿Hay mucha intolerancia en la historia de este último libro?
-En ese libro efectivamente yo hablo de la intolerancia religiosa y política. En “Dispara, yo ya estoy muerto”, lo que trata es la lucha del ser humano contra las circunstancias; cómo las circunstancias marcan la vida de los hombres y cómo los hombres luchan por cambiar sus circunstancias. Ese es el quid de la novela.
-¿Cuánto tiempo se tarda en escribir un buen libro? ¿O eso no tiene nada que ver con el tiempo?
-No sé lo que tardan otros autores. Lo que te digo es que en este último he tardado tres años.
-¿Me puede avanzar algo sobre el siguiente libro?
-Estoy ya trabajando en él, pero no se lo cuento a nadie. Ni siquiera a mi editor. Jamás. En la editorial no se enteran de qué estoy escribiendo hasta que no entrego el original. Es una pequeña manía, pero es que un libro no se termina hasta que le he puesto la palabra "fin".
“Siempre tengo muy clara la historia que voy a contar”
-¿Cuándo usted se documenta para escribir un libro, puede llegar a cambiar alguna idea o el perfil de un personaje?
-No. Yo tengo muy clara la historia que quiero contar, sé cómo empieza y termina mi novela, y cómo son los personajes y no cambio nada. La documentación es solo eso: documentación. Me sirve para contextualizar, pero nada más. Si yo estoy hablando de la II Guerra Mundial o de la Primera, muevo a mis personajes en esos escenarios y me documento para que no haya anacronismos, pero lo que van a hacer mis personajes y lo que yo quiero contar lo tengo claro desde el primer momento, y la documentación sólo me sirve para comprobar una fecha o para apuntalar un escenario y que este resulte creíble. Porque yo no hago novela histórica. La novela histórica es otra cosa. Yo no novelo el siglo XVI. Mis personajes siempre transcurren en la época actual y las miradas que hago al pasado son rápidas y muy tenue. Excepto en la primera que transcurre en dos tiempos.
-¿Conoce algo de Guadalajara?
-Sí, claro, para un madrileño está a la vuelta de la esquina. He ido en algunas ocasiones, y sobre todo a visitar la provincia, que es preciosa.
-¿Qué más le gusta?
-El campo de Guadalajara. Tengo amigos que tienen casas allí y alguna vez sí que hemos ido.
Feria del Libro de Guadalajara. Plaza Mayor. Julia Navarro firma este viernes ejemplares de su libro “Dispara, yo ya estoy muerto”, a las 18,30 en Librería LUA, y a las 19,30 en El Corte Inglés.