Varios miles de personas acompañaron a la imagen de la Virgen de la Antigua, patrona de Guadalajara, desde la iglesia de San Francisco hasta su santuario. en medio del calor y la devoción que los vecinos de Guadalajara muestran por su patrona, que lucía un reluciente manto verde esperanza. Noche agradable y mucha gente en las calles. GALERÍA DE IMÁGENES EN EL INTERIOR.
Lo que nunca falla: la devoción y el cariño de miles de arriacenses por su patrona, la Virgen de la Antigua, alcaldesa perpetua de Guadalajara, que se expresa en una masiva participación de personas ataviadas con el traje de alcarreña. Como siempre, muchas más mujeres que hombres entre las filas, y más niñas que niños, estos últimos con el traje de melero: blusón, boina y garrotillo.
En grandes cestas se llevaron los frutos con las ofrendas que tradicionalmente se hacen a la virgen por los antiguos partidos judiciales y algunos pueblos de la provincia. Tampoco faltaron los zancudos del grupo de bailes de La Cotilla ,que bailaron alguna pieza. Hubo representación de alguna casa regional, como la de Extremadura, que también ese día celebra a su patrona la Virgen de Guadalupe.
Delante de la imagen de la virgen, formaciones de mujeres con mantilla y peineta y la directiva de la Real Cofradía, con el presidente Emilio Vegas, y el ex alcalde José María Bris, que es hermano mayor honorario. Y detrás de la carroza, el obispo monseñor Atilano Rodríguez y sacerdotes de la ciudad. Luego venía la representación institucional, abundante como siempre en contraste con otars procesiones.
En las primera filas varios parlamentarios nacionales, el consejero de Sanidad Ignacio Echániz, la consejera de Fomento, Carmen Casero, subdelegado Juan Pablo Sánchez, el delegado de la Junta, José Luis Condado, y dos ex alcaldes, los socialistas Javier de Irízar y Jesús Alique. Bajo mazas, la amplia representación de la Diputación, con Ana Guarinos a la cabeza, y finalmente la corporación municipal. Primero, los concejales del Grupo Socialista, presididos por la portavoz Magdalena Valerio; y luego el alcalde Antonio Román, flanqueado por los tenientes de alcalde, y detrás, el resto de concejales del PP. Los de Izquierda Unida no asisten a actos religiosos.
La procesión salió desde la iglesia de San Francisco en El Fuerte y siguió por el paseo Fernández Iparaguirre hasta el santuario de la Antigua. Allí se produjo la habitual ofrenda, una lectura de poemas a cargo de Teresa de la Cruz y el canto de la salve. La virgen entró en él entre ovaciones y repicar de campanas mientras se quemaba la tradicional hoguera.