El pantano de Entrepeñas, hoy, en Sacedón, reducido a la mínima expresión. Foto: GD.Los alcaldes de los 22 municipios ribereños han aprobado reclamar la paralización de los trasvases que están en marcha y elevar el mínimo trasvasable de 400 a 1.000 hectómetros cúbicos. La novedad es que el acuerdo se toma por unanimidad, algo raro en la Asociación de Municipios Ribereños de Entrepeñas y Buendía.

• La catidad mínima no trasvasable este año son 304 hectómetros 
• La cabecera del Tajo bordea el mínimo por el que no se debería trasvasar más

• En Murcia están preocupados y ya piden un precio reducido para el agua desalada

• Tribuna GD: "A favor del trasvase". Por RUFINO SANZ PEINADO. 

 Los alcaldes de los 22 municipios ribereños de los embalses de Entrepeñas y Buendía, han aprobado, de forma excepcional, por unanimidad, que dado que los pantanos a fecha de hoy han rebasado la línea roja de los 400 hectómetros cúbicos que se fijó como para trasvasar agua, exigir que se paralicen urgentemente todos los travases “que están en marcha”, y que se eleve el mínimo no trasvasable hasta los 1000 hectómetros cúbicos de agua embalsada.

Hay que recordar que con la entrada en vigor del Pacto del Agua se incrementó la cantidad trasvasable desde 240 hectómetros a 400 hm3, aunque con posterioridad, el Gobierno estableció una moratoria de cinco años, con incrementos de 32 hectómetros cúbicos anuales sobre el mínimo de 240. Por lo tanto, de acuerdo con esta norma cautelar, el mínimo trasvasable para este año sería de 270 hectómetros; en 2016 se subiría a 302; en 2017 a 334; en 2018 a 366 y solo en 2019 estaríamos sobre los 400 hectómetros.En Sacedón hace tiempo que no se ve rastro de agua y bajo su viaducto solo hay cardos. Fto:GD.

La Asociación de Municipios Ribereños de los Embalses de Entrepeñas y Buendía, presidida desde hace escasos días por el alcalde de Sacedón, el socialista Francisco Pérez Torrecilla, ha aprobado un manifiesto de principios y objetivos en el que recogen que su intención “no es ir en contra de nadie, ni de partidos políticos,ni de gobiernos, ni mucho menos de otras regiones de España, sino procurar el legítimo desarrollo de nuestros pueblos”.

La situación actual de los pantanos de Entrepeñas y Buendía es inferior al 16’41% , lo que, según ha indicado en rueda de prensa el presidente de la Asociación en nombre y con presencia de gran parte de sus alcaldes, “pone en peligro la subsistencia de la actividad turística, de las familias y de las empresas que tratan de salir adelante”, algo que ya se ha materializado en el descenso de población, en los últimos años, en unas 900 personas, en Sacedón.

Reunión de la Asociación de Municipios Ribereños,hoy. en el Ayuntamiento de Sacedón. Demandan una lámina estable del 40 por ciento de los embalses

Estos municipios han demostrando hoy, al menos aparentemente, más unidad que de costumbre, como se refleja en la aprobación de este manifiesto por unanimidad, con indepedencia de la pertenencia a un partido político u otro. Dicen que quieren que Murcia y Levante se sigan llevando más agua mientras sus municipios pierden población y riqueza, y mientras sus negocios –modificados en su día con motivo de la creación de estos embalses- desaparecen.

Así lo ha reconocido el propio presidente de la Asociación y alcalde de Sacedón, el socialista Francisco Torrecilla, para quien este último trasvase “carece de sentido común”, si se tiene en cuenta el nivel “excepcional” en que se encuentran Entrepeñas y Buendia. Todo esto ha generado ya un gran malestar no sólo en la asociación sino en la comarca, reflejado también en la creación de alguna plataforma como la recientemente constituida en defensa de los pantanos.

A través de este Manifiesto de Principios, la Asociación exige que se eleve el mínimo de agua embalsada a partir del cual se pueda derivar a otros puntos a los 1000 hectómetros con el fin de que se pueda mantener una lámina estable y no trasvasable del 40% de la capacidad de Entrepeñas y Buendía, “para lo cual se promoverán las modificaciones necesarias de la Ley que gestiona el trasvase”, ha dicho su presidente.

Exigen inversiones en la comarca por parte del Gobierno de España; la potenciación en el uso público de los embalses, y además obras de abastecimiento para asegurar agua potable en calidad y cantidad suficiente para estos municipios. Lo cierto es que en la actualidad, localidades como Chillarón o Alcocer, tienenn problemas de agua y a veces tienen que ser abastecidas de agua con cisternas.

No llega el dinero que pagan los regantes

Por lo que se refiere al dinero que desde la Asociación de Regantes del Trasvase se abona a la comunidad de Castilla-La Manchan, unos 5 millones de euros, los Ribereños dicen que las “cantidades no llegan a los municipios como la ley establece”, y ahora han aprovechado también para pedir al Gobierno de Emiliano García Page que “debe invertir la mayor parte de esas cantidades” en estos pueblos. Días atrás,  la consejera de  Fomento decía que los regantes debían unos 3 millones de euros por el agua que se travasa, y que la Junta recibe para realizar obras hidráulicas en toda la región, no solo en la cabecera del Tajo.  

Exigen, además, su derecho prioritario al uso del agua como cuenca cedente y que los Regantes “paguen cuanto antes lo que deben”, porque “ya que es poco lo que aportan al desarrollo de Castilla-La Mancha, por lo menos que lo paguen a tiempo”.

Entre sus reclamaciones fijadas en el Manifiestos figura también una cantidad de 260 hectómetros cúbicos de agua para los regadíos del Guadiela, Ercávica y otras propuestas que se pudieran plantear.

Pérez Torrecilla ha vuelto a defender la solidaridad de sus pueblos con otras comunidades pero, en nombre de todos, ha dicho que también es el momento de que la riqueza que ellos consiguen con el agua se traslade a su comarca.

Este contenido de manifiesto va a dar traslado también Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, a la Junta de Castilla-La Mancha, así como a las diputaciones de Cuenca y Guadalajara.

La Asociación de Municipios Ribereños agrupa a 22 localidades de Cuenca y Guadalajara, municipios en los que en los años 50 se expropiaron algunas de las mejores tierras de labor para construir estos embalses de cabecera. Ello motivó la necesidad de algunos de sus habitantes tuvieran que modificar su modo de vida hacia nuevos negocios más vinculados con la hostería, el turismo o los deportes náuticos, muchos de ellos hoy truncados ante la falta de agua en unos embalses que apenas llegan al 16’41%.

Lo que era conocido como “El Mar de Castilla” es actualmente un mar con muy poca agua. En el caso concreto de Sacedón, en los últimos años, y según palabras de su alcalde, la localidad ha perdido entre 900 y 1000 habitantes, e igual ha pasado en otros municipios de la comarca, en diferente medida.