En marzo de 2011 se declaraba Parque Natural la Sierra Norte de Guadalajara, mediante la promulgación de la Ley 5/2011, de 10 de marzo. Previamente se elaboró el Plan de Ordenación de los Recursos Naturales, aprobado mediante el Decreto 215/2010, con el objeto de conocer, cuantificar y valorar los recursos naturales existentes en este espacio natural.
Con la declaración de este Espacio Natural Protegido se persigue asegurar la conservación de los valores naturales de la zona, procurando su restauración cuando se encuentren degradados, así como fomentar los usos y aprovechamientos tradicionales y el turismo de naturaleza, de forma que queden sentadas las bases de un desarrollo sostenible.
El PN de la Sierra Norte de Guadalajara se localiza en el sector mas oriental del Sistema Central, ocupando el cuadrante noroccidental de la provincia de Guadalajara, y abarca una extensión de 117.898 Ha, mas una Zona Periférica de Protección de 6.708 ha, distribuida en 35 municipios. Dentro del Parque Natural se define una Zona de Protección Especial de 11.665 Ha. que se extiende desde el Macizo del Pico del Lobo – Cebollera hasta el Hayedo de Tejera Negra. Estos dos territorios contaban anteriormente con dos figuras de protección: Parque Natural del Hayedo Tejera Negra y Reserva Natural del Macizo del Lobo-Cebollera. Con la declaración de este nuevo Parque Natural se anula el anterior régimen, pasando ambos a formar parte del recién declarado PN de la Sierra Norte de Guadalajara.
Este territorio se engloba también dentro de la Red Natura 2000, en concreto en el Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) y Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) “Sierra de Ayllón”.
• Geología y geomorfología.
El PN de la Sierra Norte se caracteriza por poseer un relieve muy accidentado, conformando un conjunto montañoso que incluye diversas sierras y macizos, como el macizo del Pico del Lobo-Cebollera, la Sierra de la Tejera Negra (La Buitrera), la Sierra del Alto Rey o la Sierra del Ocejón, donde se ubica el Ocejón, de 2.049 metros, pico emblemático y visible desde una extensa parte de la provincia de Guadalajara. En este relieve están presentes las tres cumbres de mayor altitud de Castilla la Mancha: el Pico del Lobo (2.273 metros), el Cerrón (2.199 metros) y la Peña Cebollera Vieja o Tres Provincias (2.129 metros).
Este intrincado relieve es surcado por tres ríos principales que discurren de Norte a Sur: el Jarama, el Sorbe y el Bornova, con sus múltiples afluentes de aguas de excelente calidad. Estos ríos abastecen a cuatro grandes embalses en la zona: El Vado (Jarama), el Pozo de los Ramos y Beleña (Sorbe) y Alcorlo (Bornova). Además, a lo largo de su curso surgen pequeños azudes para retener el agua, permitiendo el riego y el abastecimiento de las poblaciones.
Esta accidentada topografía, donde destaca la presencia de rocas de naturaleza silícea como la pizarra y la cuarcita, facilita la existencia de multitud de elementos geomorfológicos de protección especial, destacando las siguientes formaciones:
- Cañones fluviales, como los que forman el Jarama y el Jaramilla.
- Cascadas naturales como la Chorrera de Despeñalagua en Valverde de los Arroyos o el Chorro de Valdesotos.
- Crestones cuarcíticos relevantes, que pueden observarse en el entrono del Ocejón o del Alto Rey.
- Ciudad encantada, una singularidad dentro de este Parque Natural, al ser una formación de origen calizo que puede contemplarse en las inmediaciones de Tamajón.
• Vegetación.
El clima, el suelo y la altitud son los principales factores que condicionan la existencia de las diferentes especies vegetales. Las especies arbóreas características son el rebollo y el pino silvestre, con enclaves de hayas resistentes y relictos de bosque eurosiberiano, situados en las zonas mas umbrosas y frescas, que recuerdan tiempos mas húmedos. Hayas, tejos, acebos, robles, serbales y mostajos son algunas de las especies que podemos encontrar en estos enclaves. Con su colorido otoñal propician un espectacular paisaje como el que puede contemplarse en el conocido Hayedo de Tejera Negra, sin olvidar la esplendida primavera donde podemos observar la vistosa floración y colorido de las praderas, l brezales, piornales o jarales, o el verde casi transparente en las hojas recién brotadas de las hayas.
En las cotas mas bajas cohabitan encinas acompañadas de enebros, junto extensos matorrales de jara pringosa y de jara estepa ofreciendo un manto blanco a las laderas en primavera. Los brezos los encontramos en zonas mas altas y mezclados con jaras, dando un aspecto muy colorido al monte.
En las zonas más altas de las sierras, piornos, brezos y ricos pastizales cubren las áreas donde el clima y el escaso suelo impiden el desarrollo de vegetación arbórea.
Destacan también las formaciones boscosas de ribera asociadas a los cursos fluviales. Grupos de abedules crecen en la cabecera de los ríos, seguidos por sauces, alisos, chopos, fresnos y olmos según descendemos por el curso del agua; acompañadas por una densa vegetación de matorral, destacando los zarzales y las arbustedas espinosas silicícolas.
Cabe mencionar, también, la presencia de turberas ácidas, formadas por un gran número de especies de flora protegida y singular, como la Drosera rotundifolia o “Atrapamoscas”, muy comunes en el entorno del río Pelagallinas, Galve de Sorbe o Cantalojas.
• Fauna.
La Sierra Norte de Guadalajara tiene también una gran importancia por sus comunidades de fauna, entre las que destacan las rapaces rupícolas que establecen sus nidos en los cortados y escarpes, como el águila perdicera, catalogada en Castilla la Mancha como en peligro de extinción, el águila real, o el halcón pelegrino. Destacan otras aves asociadas al hábitat de alta montaña como el pechiazul o el acentor alpino, o especies poco comunes en Castilla la Mancha como el roquero rojo o el alcaudón dorsirrojo. En el grupo de los mamíferos es destacable la presencia del lobo ibérico, en peligro de extinción, el corzo, diversas especies de quirópteros forestales y rupícolas, la nutria, la garduña o el tejón entre otros. Entre los reptiles destaca la presencia del lagarto verdinegro asociado a las altas cumbres.
• Paisaje.
Este territorio ofrece paisajes de montaña únicos en Castilla la Mancha, por sus características excepcionales y su elevada naturalidad, que deben ser descubiertos, contemplados y admirados. El clima, el suelo y los habitantes del Parque Natural que a lo largo de los tiempos han sabido adaptarse a su territorio, realizando un uso respetuoso con la naturaleza, han dibujado un paisaje de grandes contrastes donde podemos encontrar desde abiertos sabinares hasta umbríos hayedos en apenas unos kilómetros, lo que unido a su riqueza arquitectónica, donde destaca la arquitectura negra y dorada, y su patrimonio etnográfico ha provocado que este territorio sea justo merecedor de ser declarado Parque Natural.