El colombiano afincado en Guadalajara Juan de Castilla cortó tres orejas y salió por la puerta grande de la plaza de Las Cruces.
Éxito del novillero colombiano afincado en Fuentelencina (Guadalajara) Juan de Castilla que en su primer toro cortó dos orejas en una faena redonda y lo completó con una tercera en el segundo novillo de José Luis Pereda-La Dehesilla.
Ginés Marín, uno de los novilleros más potentes del momento, silencio y oreja. Y David Miranda, que sufrió una aparatosa cogida, silencio y silencio y tras aviso.
Oriundo de Castilla, una comuna de Medellín, este Juan colombiano ha encontrado asiento en otra Castilla.-La Mancha. Tiene valor y raza, ganas y ambición el torero paisa, bases que le han hecho triunfar en el arranque de la Feria de La Antigua y que le han de permitir desarrollar técnica y artísticamente su concepto y crecer en la profesión aquí en su otra Castilla. Legítimo triunfo el suyo, y más meritorio si cabe por imponerse a una novillada cuyas posibilidades condicionó mucho su declasada condición y escasa raza.
Tuvo sus teclas el primero, que se movió soltando la cara, y se impuso al segundo, el de más cuajo y también el más manejable del envío para alzarse como primer triunfador del serial. También puntuó Ginés Marín, que se desenvolvió como un matador de toros, mientras la actuación de David de Miranda, sustituto de Roca Rey, se vio minimizada por el mal uso del acero.
A la novillada le estaba faltando vida cuando salió el tercero, que llegó al último tercio con más fuelle que sus hermanos, aunque embistió sin clase y con tendencia a soltar la cara. Juan de Castilla aprovechó su movilidad para armar faena por el pitón zurdo. Esperó el colombiano al animal y tiró de la embestida con largura en una labor que tuvo ajuste y asiento. Entendió bien al astado de Pereda, lo manejó con solvencia, aguantó derrotes y tarascadas y se apretó por bernadinas antes de asegurar el triunfo con el acero.
El sexto fue el más fuerte. Un toro por tipo y hechuras que resultó el más potable del envío. Anduvo de nuevo muy dispuesto Juan de Castilla en una labor de mucha actitud iniciada con un afarolado de rodillas en el tercio y que, como en el toro anterior, volvió a tener su punto álgido en el manejo de su mano izquierda. Muy hundido en la arena el de Medellín concluyó con circulares dejándose llegar mucho al animal antes de echarse al suelo en unas emocionantes manoletinas. La tardanza del animal en doblar, un aviso y el uso del descabello dejó el premio en una oreja que redondeó la gran tarde del colombiano en su tierra de adopción.
Ginés Marín le cortó una oreja al cuarto. Animal alto y estrecho, serio por delante pese a sus avacadas hechuras, que se movió aunque estuviera exento de clase. Sus escasas virtudes las potenció el extremeño en una labor de torero puesto al que ya se le queda pequeño el escalafón menor. En medio de su solvente labor, muy por encima de la condición del animal, sobresalió el trazo y la expresión de varios naturales. Antes, con el animal que abrió feria, un castaño de finas hechuras que careció de fuerza y raza, se refugió en tablas en varas y nunca se empleó en las telas, la labor del pacense fue un trabajo estéril para intentar darle celo.
Tampoco estuvo sobrado de fuelle el segundo. Lo movió David de Miranda sin obligarlo y a media altura sobre la mano derecha y logró robarle algunas series de mérito, aunque carentes de emoción por la sosería del animal. Finalizó en la corta distancia y cerró por bernadinas antes de fallar con los aceros. Más hechurado en Villamarta el quinto, se dejó sin transmitir demasiado, como tampoco acabó de llegar al tendido la labor de David de Miranda, afanoso pero un tanto frío. Fue volteado de modo espectacular en los últimos compases de un trasteo mal concluido a espadas.
FICHA:
Hierro de Pereda. Plaza de toros de Las Cruces de Guadalajara. Primera de la Feria de la Antigua. Casi tres cuartos de plaza. Novillos de José Luis Pereda y La Dehesilla (1º y 6º), de hechuras dispares y escasa raza en términos generales. El sexto, más fuerte, fue también el más manejable. Hierro de La Dehesilla
Ginés Marín, silencio y oreja.
David de Miranda, silencio y silencio tras aviso.
Juan de Castilla, dos orejas y oreja tras aviso.