La Consejería de Fomento confirma que no tiene dotación presupuestaria ni en 2017 ni en 2018
La rehabilitación del puente árabe de Guadalajara se cae de los presupuestos regionales.
Según ha podido confirmar Guadalajara Diario en la Consejería de Fomento de la Junta de Comunidades de Castilla La Mancha, el proyecto, que en un principio se iba a ejecutar en verano de este año, no tiene partida presupuestaria en 2017 ni la tendrá en 2018.
Según la Consejería de Fomento aunque el proyecto, efectivamente, se estaba redactando “todo quedó paralizado cuando se estancó la aprobación de los presupuestos de 2017”.
Los trabajos volverán a reiniciarse a lo largo de 2018 actualizando el proyecto de restauración e incluyendo en él “las nuevas necesidades que se hayan detectado durante este tiempo”.
El paso de peatones seguirá cerrado
Ante esta situación el puente tampoco tendrá partida presupuestaria en 2018. La Consejería afirma que “no dejará el proyecto olvidado” y asegura que se llevará a cabo cuando se tenga “el proyecto más eficaz y seguro y con la consignación presupuestaria suficiente para garantizar su materialización”. Una situación que, como decimos, sería a partir de 2019 porque en 2018 tampoco cuenta con dotación presupuestaria.
Además la Consejería de Fomento ha confirmado a Guadalajara Diario que el tráfico de peatones continuará cerrado mientras no se realice las obras, porque “para el Gobierno regional lo más importante es la seguridad de los viandantes”, mientras que podrá ser usado por el tráfico rodado.
Recordar que el cierre a los peatones se realizó hace ahora un año después de que la propia Consejería realizar un estudio previo al arreglo del puente, cierre que se produjo “por precaución”.
Un proyecto integral
La noticia sobre el arreglo del puente árabe se producía a finales de 2016 cuando la entonces consejera de Fomento, Elena de la Cruz, anunciaba que existía una partida de medio millón de euros para llevar a cabo la rehabilitación.
El proyecto, que se iba a redactar a principios de 2017, contó con un estudio previo que mostró los aspectos a mejorar. Entre ellos se encontraba limpiar con un chorro de arena las costillas del puente, arreglar las barandillas, que están muy deterioradas, y hacer visitables los arcos bajo el puente para los peatones, para ello se iba a realizar una excavación lateral de tres de los arcos. Entre las mejoras se encontraba también el arreglo de las aceras.
Además la consejera anunciaba que una vez terminadas las obras el puente, ahora propiedad de la Junta, sería cedido al Ayuntamiento de Guadalajara.