Plácido Ballesteros, autor de este nuevo ensayo de Alvar Fáñez. Foto:GD. Las conclusiones del libro son en verdad sorprendentes. En él se descubre que Alvar Fáñez no fue el lugarteniente del Cid, y que en realidad y sin desmerecer al de Vivar, la importancia de aquel en el devenir del reino de Castilla y León fue mucho mayor. Aunque no hay datos de que Alvar Fáñez conquistara por las armas Guadalajara, sí los hay de que su intervención fue fundamental como defensor de la frontera del Tajo frente a los  almorávides, los integristas islámicos de entonces. ¿Cómo habría cambiado la historia sin personajes como Alvar Fáñez o el propio rey Alfonso VI? Por de pronto, la reconquista habría vuelto adonde empezó, a la frontera del Duero.

 “Alvar Fáñez, trayectoria histórica del  defensor del reino de Toledo (1085-1114) es el sorprendente libro de unos nuestros mejores especialistas en la edad Media, el doctor Plácido Ballesteros San José, profesor asociado del Área Medieval de la Universidad de Alcalá, y que con gran rendimiento es el Jefe de la Sección de Archivos, Biblioteca de Investigadores  y Fonoteca de la Diputación Provincial. Pero sorprendente es también la gestación de este libro, que nace en palalelo a un novela histórica sobre la tierra de Alvar Fáñez que escribe otro paisano, Antonio Pérez Henares.     

-El libro nace cuando el escritor Antonio Pérez Henares me propone que sea su documentalista para su nueva novela, que inicia un ciclo literario sobre la edad Media española. Tuve algún titubeo, porque toda mi trayectoria ha transcurrido en los ámbitos académicos, y allí mormalmente  la novela histórica no goza de buena fama, pero la amistad puede más que nada y le dije que sí. Nos pasamos casi tres años en esta tarea de documentación y cuando concluye la novela me pide que cierre la edición con un epílogo histórico. Quedamos un día a cenar para devolverme todo el material, y es Antonio el que me dice que sería una pena que todo el esfuerzo y el trabajo que se ha hecho termine en el apéndice de una novela. Así que dí forma a lo que ya era ya un ensayo histórico, pero a sugerencia de Antonio lo hago con un estilo divulgativo. Y así surge este libro del que estoy muy satisfecho, porque lo considero como la obra de mi madurez.

Los primeros reinos taifas-¿La novela de Pérez Henares bebe entonces en las fuentes de su libro?

-Yo quiero dejar claro que la novela de Chani es su novela, y lo es toda suya, y quiero destacar que ha hecho un trabajo inmenso. Yo le puse la condición de que se tomara en serio la historia de León y Castilla en la edad Media, y lo ha bordado, pero lo suyo es una novela. Le llevé treinta libros sobre la época y estuvo seis meses leyendo. A partir de ahí, empezamos a trabajar juntos en lo que es toda la recosntrucción de lo que es el reino de Castilla y de Leon, y de la península ibérica en general con los reinos  taifas. Él detecta dos claves que yo le quiero transmitir. Frente a la visión tradicionalista de Menéndez Pidal , que dibuja un enfrentamiento entre cristiandad e islam, con El Cid como héroe absoluto, y con un rey Alfonso VI en un segundo plano, Chani detecta que en la biografía que yo le paso los estudios más recientes desequilibran esa balanza en favor de Alfonso VI.   Es más, lo señalamos como uno de los reyes más importantes de toda la reconquista española, el más importante del siglo XI, con diferencia, y tal vez de la historia de España. Chani lo plasma fenomenalmente en su novela, porque se inventa como Alfonso VI juega una partida de ajedrez en ese tablero y cuál es el verdadero papel histórico de los héroes.

UNA NUEVA VISIÓN DE LA RECONQUISTA

-Se refiere al Cid y a Alvar Fáñez. Y de este último descubre cosas nuevas.

-Lo que me han permitido esas nuevas fuentes es completar su trayectoria histórica. Hasta ahora, había muy pocos documentos y algunos confusos.  Yo manejo todas las fuentes conocidas, y también las islámicas. Y dentro de estas últimas, las del rey de Granada Abd Allah, que es fundamental porque es coetáneo del Cid, Alfonso VI, Alvar Fáñez y los almoravides, y son estos  últimos los que le destronan y le mandan al exilio en el Magreb. Abd Alláh escribe unas memorias estando en el destierro, que no fueron conocidas, porque su manuscrito no aperece en una mezquita hasta los años treinta del siglo XX. Entonces se traducen algunos fragmentos, pero la mayor parte de la obra no se traduce hasta los años sesenta y setenta, y solo se publica hacia 1980.

-Y se produce una nueva visión de esa historia del siglo XI español.

- Es un verdadero festín, poderlas leer de cabo a rabo. Para la sorpresa de todo el mundo, para Abd Allah de Granada Rodrigo Díaz de Vivar es uno más, también es cierto porque Abd  Allah es desterrado en el noventa y la gran aventura del Cid en el Levante es hacia 1092-94, pero lo cierto es que Ab Allah solo habla del campo cristiano del rey Alfonso VI , a quien colma de elogios, pero luego solo cita a tres personajes: a la mano derecha del rey, el conde Pedro Ansúrez; a  una persona clave en las relaciones hispano-cristianas, el conde Sisnando Davidiz de Toledo, que ya es un mozárabe, y conoce perfectamente el mundo islámico;  y luego está Alvar Fáñez, a quien le  da una importancia tremenda, y al que el rey de Granada le retrata como el hombre de confianza de Alfonso  VI en el reino de Toledo. El que se encarga de cobrar los tributos y de mandar las tropas.

Fragmento correspondiente a Europa Occidental y al Norte de África donde se aprecia la enorme extensión del imperio almorávide hacia 1086, y al que tuvo que hacer frente Alfonso VI y Alvar Fáñez. Dibujo de Jimena Menéndez Pidal. NO FUE EL LUGARTENIENTE DEL CID

-Esto rompe un poco  la imagen que  teníamos de Alvar Fáñez como lugarteniente del Cid, y ahora usted nos dice que está por encima de él y  ligado a la corona.

-Totalmente ligado, es el gran servidor de Alfonso VI y su ejecutor en el nuevo reino castellano, una vez que se conquista Toledo. El libro llega a esa conclusión, que Alvar Fáñez no fue el lugarteniente del Cid. Todas las fuentes nos documentan a Alvar Fáñez en la corte de Alfonso VI o desempeñando funciones para él en la misma cronología que el Poema nos lo sitúa desterrándose con el Cid, y al servicio del Campeador.  Las fuentes son incontestables.

-Entonces,  Alvar Fáñez no sufrió destierro con  el Cid tras la jura de Santa Gadea como relata el Poema.

-No, eso es seguro. Y ahí entramos  en la historia y y la leyenda. Pérez Henares en su novela no quiere perder la fuerza literaria que tiene del Cid camino del destierro, y Antonio lo que hace es hacerlo acompañar de Alvar Fáñez  durante el destierro, en un relato épico precioso, con maravillosos  detalles del paisaje provincial, pero él tenía que resolver un problema histórico que yo le planteo; y es que para la conquista de Toledo en 1085 Alvar Fáñez tiene que estar ya con el rey. En su estudio Pérez Henares detecta un hecho histórico fundamental, que sirve para conciliarlo, que es la traición de Rueda.Es un suceso bélico en el que el gobernador del castillo de Rueda, le ofrece a Alfonso VI rendirle esa fortaleza fundamental para lograr el control del reino de Aragón, luego se arrepiente, traiciona a las tropas castellano-leonesas, hay una masacre, el rey está a punto de morir y en ese trance se sabe que Alvar Fáñez acudió a Rueda en servicio de su rey.  Esto lo aprovecha Antonio para situar otra vez a Alva Fáñez al servicio de Alfonso VI en su novela. Y ahí se queda en el resto del libro

-Aunque según nos cuenta usted en el suyo la realidad es  nunca tuvo que volver porque nunca se fue.

-Esa es la diferencia entre la historia y leyenda. Solo que en la novela histórica esos giros son lícitos siempre que son creíbles. Y la novela de Antonio es  muy rigurosa con la historia, pero además es épica y de gran destreza en el lenguaje castellano, recuperando incluso modismos que solo están en el ámbito rural y la hacen muy especial.

LA CONQUISTA DE GUADALAJARA QUE NO FUE

-Hasta ahora,  había dos teorías en el episodio de Alvar Fáñez y la conquista de Guadalajara. Una nos habla de que entra en la noche de San Juan en 1085 gracias a una estratagema y con ayuda interna, y  que luego domina la ciudad. Y otra es que no hay tal conquista sino un acuerdo entre  Alvar Fáñez y el gobernador de la ciudad y que se somete sin necesidad de luchar. Cuál es la realidad histórica de esa conquista, si es que Alva Fáñez en realidad conquistó Guadalajara.

-Desde el punto de vista estrictamente histórico, no hay ninguna prueba  fehaciente de que el que toma Guadalajara, vamos a utilizar esa palabra, sea Alvar Fáñez. Pero es que de todo el reino de Toledo no hay ninguna prueba documental salvo en el caso de la capital. Después de siete años de campañas militares, hay un pacto por el que Alfonso VI decide conquistar el  reino de Toledo, cosa que no entraba en sus planes iniciales. Alfonso VI había elaborado una política lucrativa muy rentable porque disponía de una poderosa máquina de guerra, y  que él la utiliza para cobrar las parias, que son los impuestos que los disintos reinos taifas musulmanes le pagan a cambio de una protección. En esos momentos, Castilla y León no tiene capacidad demográfica para conquistar un reino como el de Toledo y colonizarlo. Capacidad de conquista, sí, desde su padre, Fernando I.  ¿Qué ocurre? Que una vez muere al- Ma’mum, el gran rey toledano, su principal aliado, su hijo reina poco meses y su nieto, al-Qadir, es un inútil y lleva al principal reino islámico a la inestabilidad por sus guerras internas. Tal es así que Alfonso VI llega a la conclusión de que tiene que tomar Toledo, porque al-Qadir no le garantiza el pago de las parias. Y si deja que que el rey de Zaragoza o el de Badajoz se apodere de Toledo, pueden convertirse en un peligro potencial para Alfonso. Así que él toma el reino de Toledo y según se pacta en la rendición mantiene a la población islámica con una serie de beneficios, y a cambio las tropas castellanas van a ayudar a al-Qadir a hacerse con Valencia, un territorio que se había independizado por su torpeza. En el pacto, los castellano-leoneses se quedan con el reino de Toledo, al-Quadir con Valencia y los habitantes islámicos del reino permanecen pagando los mismos impuestos que permite el Corán. A cambio, Alfonso VI coloca a un pelele como rey de Valencia y cierra el paso al rey taifa de Zaragoza, al rey  de Aragón y a los condados catalanes. Es una jugada maestra.  Para ello, manda a Alvar Fáñez con “cuatrocientas lanzas” a Valencia y proclama rey a al-Quadir.

-¿Y Guadalajara?

-El único dato que tenemos es de la rendición de Toledo en esos términos. No hay ningún dato más que nos  hablen de conquistas posteriores con lo que hemos de asumir y entender que las ciudades principales del reino se entregan después de rendirse  Toledo. Que van tropas castellanas a tomar las alcazabas de las ciudades, para ser la fuerza dominante, y que los gobernadores dependientes de al-Qadir rinden la ciudad.¿Que pudiera haber ocurrido que en alguna ciudad el gobernador concreto no esté de acuerdo y pudiera haber habido lucha? Pudiera ser, pero no hay ninguna prueba histórica.

-Entonces, no podemos negar que Alvar Fáñez tomara Guadalajara, aunque no sabemos si hubo lucha de armas.

-Que Alvar Fáñez estuviera en Guadalajara, eso sí que lo tenemos documentado en años sucesivos y que es la tierra de Alvar Fáñez, también. Un territorio que va desde  Hita y Guadalajara, como cabezas de tierra, y sigue por Alarcón, Cuenca, Huete y Uclés, a toda esa tierra los mulsulmanes la llaman “la tierra de Alvar Fáñez”.  Tenemos pruebas fehacientes de que este fue su dominio.

LAS DIFERENTES PERIPECIAS DEL CID Y ALVAR FÁÑEZ

-¿Cómo discurre luego la peripecia de Alvar Fáñez y la del Cid?

-Una de las conclusiones del libro y así se refleja en la novela de Antonio es que no queremos reivindicar la figura de Alvar Fáñez frente a la figura del Cid. Porque no es necesario. Los dos fueron unos personajes históricos que tuvieron una trayectoria histórica importante, fundametal para el futuro de  España, tal y como la concebimos ahora, hasta el punto de que sin Alvar Fáñez, el Cid o Alfonso VI, ahora tendríamos una penísnula ibérica parecida  a los balcanes. Una de las claves está entre 1085 y 1113 cuando se libra una batalla fundamental para definir quién va a controlar la península. Si va a ser la cristiandad latina, es decir, formaciones cristiano feudales entroncadas con Europa, o los árabes encabezados desde 1086 por los intregristas islámicos, que son los almorávides. Lo que va a ocurrir es que ante la conquista de Toledo, los musulmanes hispanos se van a asustar y van a llamar en su ayuda a los almorávides. No me gusta  como historiador hacer estos paralelismos, pero son la Al Qaeda del momento o el Estado Islámico. Alfonso VI se está enfrentando por tanto a un imperio que va desde el Senegal  hasta aquí. Los almorávides llegan a la península como aliados de los reinos taifas, pero lo primero que se dan cuentan es que tienen que unificar la España islámica; y los primeros que sucumben a su acción política son les reyes taifas. A los reyes de Granada, Málaga y Sevilla los destierran al Magreb y al rey de Badajoz al-Mutawakkil lo asesinan con su familia. Otra de las claves es que el islam peninsular es diferente, no es integrista. Aunque hay un sector de la población muy importante que opta directamente por los integristas, encabezados por los ulemas,  hay otro sector vinculado a la administración y a otros poderes que no está de acuerdo. Ese sector va a colaborar con los cristianos. Mi interpretación, que creo sólida, es que el reino de Toledo aguanta porque política y militarmente Alvar Fáñez se da cuenta de que tiene que contar con  la población islámica. Y eso en Valencia no es posible, porque está más alejada de la población cristiana. Hay que mantenerla como una colonia.

La empresa del Cid en el Levante estratégicamente es inviable, tanto es así que Rodrigo conquista Valencia, la aguanta desde 1094 hasta su muerte en 1099, pero luego el rey llega a la conclusión de que hay que abandonarla. Y es lo que se hace; se incendia la ciudad y los cristianos y musulmanes colaboradores se retiran hacia Castilla.

Caso totalmente diferente es lo que ocurre en el reino de Toledo. Aquí es donde el protagoniosmo de  Alvar Fáñez no es valorado suficientemente, porque es su gran defensor. Alfonso VI no consigue sumar a la nobleza leonesa y castellana, porque no tiene intereses en el nuevo reino. La inteligencia de Alsonso VI es que coloniza estas tierras con un modelo diferente no basado en la alta nobleza, sino en las ciudades, adonde se trae a la población cristiana.

LA GENIALIDAD DE ALVAR FÁÑEZ  “MALDÍGALE  ALÁ...”

-¿Así ocurrió en Guadalajara?

-En Guadalajara, después de la toma hay un cuerpo de ejército del rey que controla la alcazaba, pero al mismo tiempo se traen a aventureros de frontera, que tienen un caballo y armas, cultivan la tierra o crían ganado y se suman al ejército real cuando se necesita. Es la caballería villana, de las villas, que está formada por cristianos, mozárabes e incluso mulsumanes. Alvar Fáñez planea una defensa del reino a través de las distintas fortalezas y se da cuenta de que la línea del Tajo es fundamental. Su primera línea está formada por Belinchón, Oreja, Zorita y Almoguera , y las primeras retaguardias de esa línea, que son Uclés, Huete, Cuenca, Guadalajara , Alcalá, Madrid, Talavera y Maqueda tiene que funcionar bien. Hasta tal punto la política de Alvar Fáñez es fundamental  que los musulmanes están obsesionados por él, y las fuentes que lo citan a continuación añaden: “...maldígale dios”. ¿Por qué? Porque él arbitra dios tipos de tropas, los pardos,  que es la caballería villana, con sayón pardo, y los dawair, que es el nombre árabe de los “renegados “, tornadizos los decían los cristianos,  porque son musulmanes que han entrado al servicio de Alvar Fáñez, y cuando un dawair  caía prisionero lo desollaban vivo. Desde 1090, el protagonista fundamental del reino de Toledo es Alvar Fañez, llega a ser el alcaide de la capital, y una vez muerto  Alfonso VI se le llama el “principe de los cristianos”.  Hay que decir que los almorávides recuperan parte de la Mancha, Alarcón hasta Cuenca, pero la frontera se estabiliza entre 1090 y 1109, y en ese último año es cuando ocurre la tragedia de Uclés. Alfonso VI está ya mayor, quien manda nominalmente el ejército real es su niño, el infante Sancho, al que se le suma el ejército de la frontera al mando de Alvar Fáñez. Los musulmanes atacan Uclés, que aguanta, pero se rompen las murallas porque parte de la población musulmana indica a los almorávides sus puntos flacos. Las tropas cristianas acuden a socorrer Uclés, pero las tropas almorávides, en una decisón muy acertada hacen frente al ejército que llega. Es un enfrentamiento entre caballería pesada y la caballería ligera de los musulmanes. Hasta ahora, la caballería cristiana rompía el frente y la batalla se definía a su favor. Allí, dejaron penetrar  a la caballería y luego la envolvieron. Fue una matanza, hasta el punto de que mueren gran parte de los condes castellanos, el Príncipe heredero, pero vuelve a surgir la genialidad de Alvar Fáñez. Él salva al Ejército de su destrucción, deja a los condes con el Príncipe, y en vez de empeñarse en una batalla inútil guía al Ejército real por los pasos del Tajo, para poder llegar a la Corte. Eso impide la caída del reino. Es Alvar Fáñez el que aguanta, como lo haría después en la épica defensa de Toledo frente al ejército almorávide, que se decide después de un mes de sitio en una salida nocturna en la que quema sus máquinas de asalto. Al final, solo cayó la plaza de Oreja, más tarde Alcalá, pero se le aisló bien desde Guadalajara y Zorita.

ALVAR FÁÑEZ, LOS INTEGRISTAS Y LA HISTORIA DE ESPAÑA

-En fin, que sin Alvar Fáñez, los islamistas integristas podrían haber conquistado España.

-La acción de Rodrígo Díaz de Vivar en Valencia fue fundamental para evitar la caída del rey de Zaragoza, pero la acción de Alvar Fáñez defendiendo el reino de Toledo impidió la victoria de los almorávides,  con el peligro que ello habría supuesto. Por tanto, es Alvar Fáñez el que aguanta con lo cual si hacemos una valoración, Alvar está al mismo nivel que Rodrigo, y sus acciones históricamente tuvieron mayor trascendencia. Y esto no es más que historia.  Por tanto, yo soy de los que creo que sus acciones contribuyeron a cambiar la historia de España. La cronología y los datos nos dicen que cuando se iniciò el reinado de Alfonso VI,  la frontera de Castilla estaba en el Duero y en su reinado la traslada hasta el  Guadiana. Es verdad que luego la reacción almorávide retrasa la frontera hasta el Tajo, pero allí se frenó, porque de haber caído habrían llegado hasta el Duero, y se hubiera vuelto otra vez a los orígenes de la reconquista. Y los almorávides son lo que son: el integrismo islámico.

-¿Alvar Fáñez cómo muere?

-Yo lo explico en el  libro. Fue una muerte estéril y absurda. En esa guerra civil  a tres bandas tras la muerte de Alfonso VI, toda la extremadura castellana apoyaba a Alfonso I el Batallador. Alvar Fáñez  es el primer apoyo de la reina Urraca, y él va a Segovia, posiblemente a sofocar una rebelión, y según podemos leer en los anales, el año 1114 los de Segovia mataron a Alvar Fáñez después de las octavas de Pascua. No hay más. Afortunadamemnte, los almorávides ya estaban muy desgastados y habían llegado a la conclusión de que no podían recuperar la línea del Tajo, y lo que haránes fortalecerse en el Guadiana.  La frontera se estabiliza, allí. hasta la batalla definitiva de las Navas de Tolosa.

“Alvar Fáñez, trayectoria histórica del defensor del reino de Toledo (1085-1114). Por Plácido Ballesteros San José. 240 páginas.  Ensayo. Ediciones Intermedio.  

“La tierra de Alvar Fáñez”, por Antonio Pérez Henares. 500 páginas. Novela.Editorial Almuzara.