La lápida fue encontrada por la Guardia Civil en una operación realizada en el País Vasco
El Grupo de Apoyo a la Unidad Central Operativa de Medio Ambiente (UCOMA) en el País Vasco, desde el mes de octubre de 2019, ha venido desarrollando una investigación relacionada con la comercialización ilegal de restos arqueológicos.
La investigación se inició en 2016 tras denunciarse que se había robado una réplica de una estela funeraria en el conjunto funerario de Argiñeta en Elorrio, uno de los monumentos más importantes del País Vasco.
Buscando esta réplica la Guardia Civil descubrió que estaban a la venta otras siete estelas funerarias que nada tenían que ver con la robada. Algunas estaban en portales de internet, en tiendas de antigüedades de Bilbao y en casas de subastas.
Tras pedir la opinión de expertos se comprobó que esas lápidas funerarias estaban consideradas bienes arqueológicos y que eran de dominio público. De las 7 estelas recuperadas se ha podido confirmar que una de ellas procede de Burgos, donde fue sustraída y se está buscando el origen del resto.
Según confirma la Guardia Civil una de esas lápidas funerarias podría proceder de Guadalajara ya que por su simbología es similar a otras de la zona. De momento todas las lápidas se encuentran depositadas en el Museo de San Telmo de San Sebastián y ya hay varios arqueólogos que han pedido verlas para determinar el yacimiento de donde pueden haber sido robadas.
Como resultado de esta operación se ha detenido a 7 personas tres vizcaínos, un guipuzcoano, un alavés, un cántabro y un madrileño. Se les acusa de delitos de receptación de bienes pertenecientes al Patrimonio Arqueológico Vasco.