De los 20 equipos posibles en su grupo de EBA solo se han inscrito 17, entre ellos el Lujisa Guadalajara.
Esta semana la Federación Española de Baloncesto ha realizado el sorteo del calendario de la Liga EBA de Baloncesto en la que definitivamente no está el Basket Azuqueca.
Al final, de los 20 equipos posibles, únicamente se han inscrito 17, que han sido repartidos en dos grupos de 9 y 8 equipos. En el Grupo EBA B-A estarán Agüimes, Lanzarote, Distrito Olímpico, Estudio, Daimiel, Estudiantes, Fuenlabrada, Quintanar y Rivas, mientras que el Grupo B-B lo formarán Real Madrid, Náutico, Tobarra, Boadilla, Alcalá, Pozuelo, La Matanza y Lujisa Guadalajara Basket.
El ascenso a LEB Plata del Distrito Zentro y Alcobendas, que jugaron en este grupo, y la desaparición del Basket Azuqueca ha permitido a la Federación Española ya diseñar, con cinco descensos para la campaña que se inicia, la vuelta a la liga de 16 equipos que estaba antes de la temporada pasada cuando no se produjeron descensos a causa de la suspensión de la competición por el COVID-19.
Al final se cumplieron todos los malos presagios y Azuqueca se queda sin baloncesto en categoría nacional. La falta de entendimiento entre la actual junta Directiva y el Ayuntamiento de Azuqueca y la importante deuda acumulada por el club, han desencadenado en este triste final.
LA HISTORIA SE VUELVE A REPETIR.
Hace ya la friolera de 40 años, el profesor y jugador Juan José Maseda, echando mano de un grupo de jóvenes del colegio La Paz, puso la semilla del florecimiento del baloncesto en la localidad de la Vega con la creación del Club Baloncesto Azuqueca. Fueron años heroicos, primero en la llamada Liga Interprovincial, cuando no existían las autonomías y en las que se viajaba 5 jugadores en un Seat 600.
Al cabo de unos años Maseda lanzó un grito de ayuda pública y Adolfo Bustos, un sindicalista de CC.OO., que cuando llegó no sabía si se jugaba al baloncesto con un balón ovalado o redondo, pero con un gran tesón y vehemencia, le sustituyó en la presidencia.
A él le siguió otro entusiasta, Cándido Pérez Nivias, que llevó a
Primera B (lo que hoy podría ser la LEB ORO), al Club Baloncesto Azuqueca, en aquellos años dorados en los que llegó a fichar nada menos que a un MVP de la Liga ACB cono fue David Russell. Estas alegrías llevaron al Club a acumular una importante deuda y después de varios vaivenes el Club Baloncesto Azuqueca tuvo que desaparecer.Con Víctor Hermosilla en la presidencia, un gran trabajador, se creó un nuevo club, el Basket Azuqueca, que retomó la senda inicial del apoyo en el trabajo de cantera y en una base de jugadores locales. Posteriormente, en Junio de 2005, Jesús de la Rúa, ex jugador y padre de jugadores, tomó su relevo, continuando con la misma filosofía que, después de varios intentos, llevó al club a conseguir el ascenso a la Liga EBA. El club se consolidó con mucho sufrimiento deportivo en esta categoría, pero con un férreo control de las
cuentas y una economía totalmente saneada. En el año 2014, Jesús de la Rúa quería dejar la presidencia y ante la falta de alguien que cogiese el relevo, el club estuvo a punto de desaparecer.
A última hora, Manuel Pérez dio el paso al frente y fue elegido presidente, cargo que renovó en el año 2018 en las únicas elecciones celebradas por el club, al imponerse muy ajustadamente al otro candidato, Pepe Peinado, pero el cisma en el club estaba ya abierto entre los que querían un club asentado en la base de jugadores locales, pero con los pies en el suelo, y los que querían miras más altas.
Manuel Pérez llevó al club hasta la LEB PLATA, una liga profesional en la que los ingresos son casi siempre los mismos y en cambio los gastos se disparan; y al final el club ha tenido que desaparecer ahogado económicamente. Con una deuda declarada que supera los 85.000 €, aunque el Ayuntamiento le pagase la subvención de 65.000 recogida en los presupuestos, quedaría todavía una importante cantidad pendiente y tampoco habría dinero para el aval y confeccionar el equipo para el próximo año, por lo que Manuel Pérez ya anunció que su continuidad estaba muy en peligro.
El Ayuntamiento, a través del concejal de Deportes, instó a la actual Junta Directiva, a la que acusó de una mala gestión, a dar un paso atrás y dimitir para que otros tomasen el relevo y el club pudiera inscribirse en la Liga EBA. Se sucedieron unos días convulsos, con una fuerte división social, que llegó hasta el pleno del Ayuntamiento de Azuqueca. Pero expirado el plazo, Manuel Pérez no quiso dimitir en las condiciones que se le exigía desde el Ayuntamiento, ni tampoco realizó la inscripción en la Federación Española con lo que el baloncesto nacional desaparece de Azuqueca por algún tiempo.
La incertidumbre en la actualidad es total, puesto no se sabe si el club desaparecerá o entrará en alguna de las categorías autonómicas, pero el problema es que tampoco tiene plaza para jugar en ellas. El desánimo en la histórica cantera azudense, con jóvenes con un destacable talento y de los aficionados al baloncesto es total, y si al final se viera la luz, estaríamos ante una tercera refundación, después de otra larga travesía del desierto.