Así lo han denunciado alcaldes en un encuentro con colectivos afectados por la presencia de este animal en la Sierra Norte
Diversos colectivos están preocupados por la presencia del lobo en la Sierra Norte
Cogolludo se convirtió en la tarde de ayer en un espacio de debate sobre la protección del lobo y sus consecuencias para Guadalajara. En el encuentro participaron más de 60 personas procedentes de municipios como Galve de Sorbe, Aldeanueva de Atienza, Atienza, Romanillos, La Nava, Hiendelaencina, Las Navas, Condemios de Arriba y de Abajo, Gascueña de Bornova, La Huerce, Arroyo de Fraguas, El Ordial, Cogolludo, etc..
Más de 60 personas participaron en el encuentro/ APAG
Según ha informado la asociación de agricultores, APAG; ganaderos, agricultores, cazadores, realeros, presidentes de cotos de caza, alcaldes y concejales de pueblos de la Sierra Norte de Guadalajara se reunieron para debatir la situación que viven muchos municipios, derivada de la sobre protección de lobo en esta comarca. Lo más llamativo fue desvelado por varios alcaldes. Mariano Escribano, alcalde Hiendelaencina y Javier Abad, alcalde de Condemios de Arriba alertaron de que se están viendo lobos ya dentro del pueblo, citando el caso de Arbancón hace unas semanas. Una situación que está generando inquietud. Los alcaldes se quejaron también de los menores ingresos por los cotos y de que “el campo está lleno de cámaras – aseguran- y no sabemos de quién son, ni se nos avisa y si nosotros queremos poner una cámara tenemos que pedir mil permisos”.
Por su parte los cazadores denunciaron la pérdida de rentabilidad que están sufriendo los cotos, debido a la prohibición de las esperas o aguardos de jabalí, en los pueblos con presencia de lobo. Según este colectivo pierden ingresos los dueños de los cotos, los ayuntamientos y los comercios de la zona. Además pone limitaciones a la caza del jabalí, limitaciones que no existen en otros lugares de la comunidad autónoma- se quejan.
Por parte de los ganaderos mostraron su malestar porque se cobran las indemnizaciones tarde y mal; muchos partes que los agentes medioambientales certifican como ataques de lobo, se deniegan después en los despachos; no se indemnizan los animales desaparecidos, ni el lucro cesante (los abortos, las vacas que no se cubren, etc. Les preocupa también la transmisión de enfermedades del jabalí, en concreto la tuberculosis, al ganado; ya que, debido a la sobrepoblación, es habitual ver a piaras de jabalíes comer junto a las vacas.
El presidente de APAG, Juan José Laso, se quejó de que se estén aprobando políticas “erróneas que no tienen en cuenta a los que viven aquí”. Ante esta situación se han unidos “para iniciar una nueva etapa”. Laso fue tajante y pidió una compensación justa a los ganaderos por sus servicios ecosistémicos en la Sierra y por convivir y mantener al lobo, mientras que el vicepresidente de APAG, Ataulfo Gamo, señaló que ”se ha decidido que haya lobo, y que viva aquí, pero eso no puede ser a costa de que otros dejen de vivir aquí. No queremos marcharnos, los habitantes de la Sierra Norte no tenemos por qué ser los que paguemos esas consecuencias. Somos los que las sufrimos. Tendremos que imponernos para que no se nos eche de nuestra casa”.
Tras explicar la situación se decidió hacer un manifiesto que recogerá las propuestas y reivindicaciones acordadas y que será presentado a las tres administraciones, provincial, regional y nacional.
