Entrevista con la recién nombrada Consejera Permanente del Consejo de Estado que pensaba jubilarse en junio.

Magdalena Valerio el día de su toma de posesión como presidenta del Consejo de Estado

El Gobierno ha designado este martes a la exministra socialista Magdalena Valerio como consejera permanente y presidenta de la sección segunda del Consejo de Estado, un cargo que asumirá después de que el Tribunal Supremo la cesara como presidenta de dicho órgano consultivo hace ya un año, cargo que ocupó entre 2022 y 2024.

Valerio cesó el 14 de febrero de 2024 en cumplimiento de una sentencia que anuló su nombramiento por considerar que no reunía el requisito legal de "jurista de reconocido prestigio" que exige la ley orgánica que regula la institución.

La exministra, que fue sustituida por la exvicepresidenta socialista Carmen Calvo, se despidió con un comunicado en el que expresó su "respeto absoluto a las sentencias judiciales" que la llevaron a su cese y defendió que su trabajo al frente de este órgano "no ha sido estéril".

Desde Guadalajara Diario hemos charlado con Magdalena Valerio una mujer ligada a Guadalajara donde comenzó su trayectoria profesional y política desempeñando cargos como concejala del ayuntamiento de Guadalajara, delegada de la Junta o consejera de Castilla- La Mancha.

P: ¿Como recibe este nombramiento?

R: Para mí ha sido inesperado y lo tomo con mucha ilusión. Es un honor y un privilegio porque el Consejo de Estado es una institución que va a cumplir el año que viene 500 años y aunque hace una labor muy desconocida es el órgano consultivo más importante del país. Tuve el honor de ser quince meses presidenta de este Consejo de Estado y muchos me están diciendo que vuelvo a casa. Es un lugar que conozco y espero estar a la altura de las expectativas que se están generando. Yo tenía pensado jubilarme a principios de junio, pero tengo una vocación pública y ahora mi vida ha vuelto a dar un giro. Vuelvo al trabajo con mucho ánimo y mucha ilusión y espero estar a la altura.

Tenía pensado jubilarme en junio

P: Ha pasado un año desde que se anuló su nombramiento como presidenta del Consejo ¿Cómo ha sido este año? ¿A qué se ha dedicado?

R: Principalmente a descansar porque la última etapa de mi vida ha sido compleja. He asumido cargos de mucha responsabilidad, entre ellos la presidencia del Consejo de Estado en un momento vital en el que mis padres eran muy mayores, mi pareja Lorenzo Díaz estaba enferma… con lo cual, además, de las responsabilidades públicas he tenido un plus de dedicación sobre todo a estar muy pendiente de Lorenzo. Cuando ocurrió el tema de la sentencia, sentencia que, por cierto, yo acaté, respeté y quise que se ejecutase y por supuesto que se ejecutó por el gobierno, y luego lo recurrí porque no estaba de acuerdo con la sentencia y el recurso fue inadmitido. ¿A qué me he dedicado? Pues a estar más pendiente de mi familia y a devociones que tenía abandonadas: leer más, ver series, mis amigos, me hecho socia del Ateneo de Madrid, colaboro con diversas asociaciones como voluntariado social… alguna charla… Una vez superados los duelos me propuse no quedarme en casa.

P: ¿Cuál va a ser su función dentro del Consejo de Estado?

R: El cargo es vitalicio y la persona que se ha jubilado estaba en la sección novena, es Miguel Rodríguez Piñero que acaba de cumplir 90 años y ha decidido marcharse de forma voluntaria. Esta sección se encarga de justicia, trabajo y seguridad social, campos que conozco por mi experiencia profesional. Es una maravilla estar en una comisión que lleva justo los temas que yo más he trabajado tanto como cargo político como en el parlamento. Lo haré lo mejor que pueda, con prudencia y con sentido de la responsabilidad.

Los requisitos los cumplo sobradamente

P: ¿Ya tiene fecha de incorporación?

R: Todavía no lo sé. Mañana se reúne la comisión permanente para dictaminar que cumplo los requisitos y no hay incompatibilidades. Los requisitos los cumplo sobradamente. En este sentido el requisito por el que el Tribunal Supremo anuló mi nombramiento, que era discutible, pero lo acaté y punto, de ser jurista de reconocido prestigio esto ahora no se requiere.

P: Su incorporación se produce en un momento de gran tensión entre el Gobierno y el poder judicial, no sé si el Consejo de Estado interviene de alguna manera en esa relación…

R: No, no. Ojalá no hubiese ningún conflicto. Tensiones puede haber siempre pero el Consejo de Estado habla a través de sus dictámenes y no emite opiniones políticas. A veces puede dictaminar sobre alguna cosa de alguna ley manifestándose sobre la oportunidad, pero no es lo habitual. El Consejo de Estado es un órgano que necesita paz, sosiego y reflexión. Allí hay personas de muchas ideologías. Se necesita ese punto de mirar los temas en profundidad y sin discordia. El Consejo tiene que estar a lo que está, a sus dictámenes y hace una labor muy institucional.