Emilio Herrera Linares (1879-1967) , fue un general del Cuerpo de Ingenieros Militares , que aunque nació en Granada , tuvo un gran relación con nuestra ciudad a la que llegó a la Academia Militar en 1896 y en donde se empezó a formar como militar, científico e investigador. Se casó el 7 de enero de 1909 en la iglesia de San Nicolas , con Irene Aguilera, hija del entonces ingeniero Jefe de Obras Publicas de la provincia, y en Guadalajara nació el 27 de octubre de ese año su primer hijo José Herrera Aguilera “Petere”, nombre este ultimo de un niño muy simpático, que llegó en un circo a las fiestas patronales de Guadalajara , en el año 1914. La familia se marchó a vivir a Madrid, pero Emilio Herrera Linares venía continuamente a la ciudad, que era cuna de la aerostación en España y donde llevaba a cabo sus estudios y experimentos científicos.
Emilio Herrera Linares se formó como piloto de dirigibles y aviones en Guadalajara. Como militar participó en el año 1910 en la campaña de África y en 1914 en la guerra del Rif, en ese año, junto con otro militar formado también en nuestra Academia Militar: José Ortiz de Echague (1886-1980). Fueron los primeros en sobrevolar el estrecho de Gibraltar, saliendo de Tetuán y siendo recibidos el 13 de febrero de 1914 en el aeródromo de Tablada (Sevilla) , por el rey Alfonso XIII (1886-1941) , que era amigo personal de Emilio .
Su inquietud por el progreso de la aerostación le hizo, en 1918, iniciar el proyecto de unir Europa con América a través de una línea aérea, sin resultado positivo, pero su fama como piloto de dirigibles le llevó, junto con su compañero Ortiz de Echague a ser invitado en 1928 como segundo comandante a pilotar la mayor aeronave de entonces, el dirigible Graf-Zeppelin , con el que atravesaron el Océano Atlántico .
Su labor investigadora y su trabajo científico le hizo ser colaborador en 1920, con Juan de la Cierva (1895-1936), en la invención del autogiro y en 1921 participó en la construcción del Laboratorio Aerodinámico de Cuatro Vientos (Madrid), dotado de uno de los túneles de viento más grande y más moderno de aquellos tiempos .
En 1933 , en Guadalajara, quiso construir un globo que se elevara por encima de los 20.000 metros, emulando la hazaña que quiso llevar a cabo el comandante Benito Molas (1885-1928) , en el globo esférico, Hispania, aunque no lo consiguió, muriendo en el intento por un fallo en el conducto de oxígeno. Para estos fines, Herrera Linares diseñó en 1935 un traje espacial, precursor de los que actualmente llevan los astronautas, formado por tres capas: lana, caucho y tela, forrados por otra capa exterior de plata, con un casco cilíndrico de acero, recubierto de aluminio, con triple cristal que permitiera la visión y evitara la radiación solar; estaba provisto de un micrófono para permitir la comunicación por radio y en las articulaciones llevaba un sistema de acordeón para permitir la movilidad . La guerra civil paralizó el proyecto.
Terminada la guerra, donde fue jefe de la aviación republicana, marchó al exilio, muy poco tiempo en Chile, y luego a Francia , no abandonando en ningún momento su labor científica, que le permitió hacerse amigo de Albert Einstein (1879-1955). Su fama llegó al III Reich, que le invitó a trabajar con ellos , pero declinó trabajar con un gobierno nazi, muy alejado de sus ideas políticas. También la NASA quiso que participara en el proyecto Apolo XI, con destino a la luna y en honor a él, que ya había fallecido, en 1969 el astronauta Neil Armstrong (1930-2012) primer hombre en pisarla (el 20 de julio de 1969), a su regreso a la tierra entrego como homenaje a Herrera Linares, una roca selenita a uno de sus más cercanos colaboradores, Manuel Casajust Rodríguez.
Emilio Herrera Linares , de 1960 a 1962, fue el séptimo Presidente del Gobierno de la Republica en el Exilio, institución que quedó disuelta en 1977, por el noveno y último presidente, Fernando Varela Aparicio (1971-1977) , con la llegada de la democracia a España.
Nunca olvidó el general Herrera Linares a Guadalajara: aquí vivió 18 años, se casó y tuvo el primer hijo -de los dos de su matrimonio-, el poeta José Herrera” Petere”, al que la Corporación que yo presidía, nombró Hijo Predilecto de la ciudad, a título póstumo, el 9 de mayo de 2003 y cuyos restos fueron traídos al cementerio de Guadalajara , al cumplirse el centenario de su nacimiento, el 29 de octubre de 2009 .
Emilio Herrera Linares y su hijo José Herrera “Petere”, forman parte destacada de la historia de nuestra ciudad y sin duda se merecen el recuerdo de todos los guadalajareños.
Josè Maria Bris Gallego.
1 de diciembre de 2021.