-CIZAÑA- 

Para MIGUEL CERVANTES VILLAMUELAS, director general de Infraestructuras y Desarrollo Rural de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, para animarle a que agilice lo más posible los procesos burocráticos de forma  que los ganaderos del Alto Tajo, que hayan sufrido ataques de lobos en sus reses, reciban las compensaciones pertinentes.

Lo digo, más que nada, porque los funcionarios veteranos, si no reciben alguna indicaciónde arriba, suelen ceñirse a la letra de la Ley y, claro, una oveja muerta en tierras molinesas igual tiene menos derechos que si ha perecido en lugares que, tras las correspondientes protestas, ya han conseguido un estatus para poder ser indemnizados.

En todo caso, visto lo visto, yo aconsejaría a los ganaderos susceptibles de padecer ataques de algún Canis lupus que, en vez de pedir ayudas para comprar mastines o vallar apriscos, utilicen dichas subvenciones para poner cámaras que demuestren la agresión del lobo porque, de lo contrario, les van a decir que ha sido un perro asilvestrado o cualquier otro animalito que les impida cobrar.

                                        -JALEA REAL-

Para MIGUEL ANGEL SANTAMARIA NOVOA, alcalde de Colmenar Viejo, por haber tenido el salero de contratar una especie de detective privado que va a grabar en video in fraganti a los propietarios de perros que no recojan los excrementos de sus canes para aportar esa prueba  gráfica, junto con su testimonio, en las denuncias que, posteriormente, tramite la policía local con la que estará coordinado.

Ya se que cualquier propietario de perro que lea estas líneas se puede sentir ofendido  porque no conozco a nadie que reconozca que alguna vez no recoge las deposiciones del chucho en cuestión, pero, por otra parte, ya me contarán de donde caen las miles de cagadas que son habituales en aceras o parques.

Sin ir más lejos, la semana pasada pude comprobar como un inmenso mastín defecaba con gran satisfacción en el césped del Parque del Coquín mientras su dueño le contemplaba con similar éxtasis y como, después de la gran deposición, ambos siguieron su sano paseo dejando el paquete en el referido lugar.

Estuve a punto de ejercer de chivato, pero, al final, no lo hice y por eso alabo la aparición de un profesional para tal menester; o sea, el detective.,