Cizaña: Alcaldes de Guadalajara/ Jalea: Monasterio

-CIZAÑA- 

Para JAVIER IRIZAR, JOSE MARIA BRIS, BLANCA CALVO, JESUS ALIQUE yANTONIO ROMAN, que han ocupado la alcaldía de Guadalajara entre 1984 y el día de hoy, por lo mal que han gestionado en estos treinta años la finca de “Castillejos” que donó (el 27-6-84) don Emilio Meneses para uso y disfrute de los ciudadanos de la capital alcarreña.

Es verdad que a lo largo de todo este tiempo hemos conocido algunos proyectos ilusionantes relacionados con el referido paraje, que podrían haber logrado lo que el señor Meneses pretendía con su donación, pero no es menos cierto que ninguno de ellos llegó a cuajar por aquello de que cada nuevo Equipo de Gobierno anulaba lo que había hecho, o pretendía hacer, el anterior. 

      Seguro estoy que si esos terrenos perteneciesen a una persona física, en lugar de a un ente regido por políticos itinerantes, serían un envidiado vergel. Y ni te cuento cómo estaría el lugar si se hubiesen invertido en dicha finca los millones que en todos estos años se han esfumado escarbando en las ruinas de El Alcázar    

Acotación al margen.-  En la relación de alcaldes he omitido a   Fernando Revuelta  porque sólo estuvo cuatro días en el cargo, del 16 al 20 de julio de 1992, y, evidentemente,  solo tuvo tiempo   para hacerse la foto y entrar a formar parte de la galería de ediles que adornan con su presencia los pasillos del Consistorio.

 -JALEA REAL-

Para JUAN MANUEL MONASTERIO CRUZ, coordinador de la candidatura a Geoparque de la comarca de Molina y Alto Tajo, para que la reparta con las muchas personas que han estado a lo largo de los últimos meses colaborando hasta lograr  que la UNESCO haya reconocido de forma oficial las bellezas naturales que esa parte de la provincia atesora.

O lo que es lo mismo, todas esas riquezas paisajísticas. arqueológicas o de otra  índole estar estaban, pero sólo cuando unos señores han decidido que configuran un Geoparque han salido a la luz y podrán, supongo, optar a prebendas que la semana pasada, por ejemplo, eran impensables.
Y ahora qué… pues, ya veremos, pero me temo que pasará lo que ocurre en otras zonas de la provincia; o sea, mucho paisaje, mucha teoría, pero ni un turista porque ni se puede comer en condiciones ni, por supuesto, evacuar lo comido o bebido. 

       Entre otras cosas,  porque lo de la existencia de casas rurales abiertas al visitante es una leyenda urbana. Es constatable que han servido para arreglar el establo que antaño utilizó el abuelo, pero es mentira que funcionen como lugares de hostelería con horarios estables, medios adecuados y profesionales atendiéndolas.

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