-CIZAÑA-

Para MARCIAL MARIN HELLIN, consejero de Educación de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, con el intento de contribuir en lo posible a frenar sus deseos de convertirse en un magnífico gestor que pase a la historia por sus exquisitas innovaciones y lograr que, por lo menos, deje las cosas como estaban.
Lo digo, más que nada, porque don Marcial se pone a levitar cuando informa de lo que denomina “iniciativas pioneras”, como pueden ser el plurilingüismo, la mochila digital, los conservatorios de música, el Bachillerato de Excelencia o las comunidades de lectoras, pero conserva impertérrito la color de su rostro ante el cierre de las escuelas rurales.
O lo que es lo mismo, menos iniciativas pioneras y más conocimiento de las características de provincias como las que forman la región castellano-manchega porque de lo contrario ya no quedarán motivos para que las familias permanezcan en los muchos pueblos donde ahora habitan los ciudadanos que votaron al señor Marín y sus colegas de Gobierno.

-JALEA REAL-
Para MIGUEL PADILLA SUAREZ, director del centro Asociado de la UNED de Guadalajara, para agradecerle los esfuerzos que están haciendo desde la citada Universidad a Distancia para seguir compitiendo en la parcela educativa a pesar de la evidente falta de medios con la que se manejan.
Como prueba de esas ganas de trabajar esta misma semana llevarán a cabo sus cursos de verano que, como diría el castizo, son pobres , pero honraos, y se logran mantener desde hace siete años a pesar de que tampoco es que el marco del Colegio San José sea, por ejemplo, como el Palacio de la Magdalena de Santander.
Desde luego, ya digo, hay que agradecer que mientras el mundo educativo fetén se pase el tiempo disertando sobre baremos para entrar o permanecer en Universidades con bares y fiestas nocturnas aun queden posibilidades de acceder a una carrera universitaria compaginando el estudio y el trabajo y eso es lo que posibilita la UNED de Guadalajara.