Hace unos días, Aquarius lanzaba su nueva campaña publicitaria nombrada “Políticos extraordinarios”. El spot ha causado una verdadera revolución en la red, en concreto, en blogs, redes sociales y demás plataformas virtuales.
Un año más, la marca ha confiado en la agencia de publicidad “Sra. Rushmore”. El verano pasado nos sorprendían con la campaña “Déjate adoptar por un pueblito bueno”, la cual iba más allá de la simple aparición de la marca en distintos medios: puso en marcha una acción real en la que todo aquel “huérfano” de pueblo, sería adoptado por uno gracias al Proyecto Aquarius. Y es que, no me extraña que fuera premiado con un Sol de Oro en Campañas Integradas y con un Sol de Bronce en TV/Cine en El Sol, el Festival Iberoamericano de la Comunicación Publicitaria (los Óscars de la publicidad)
Este verano, la temática elegida abre un debate en torno a los “políticos extraordinarios” de nuestro país. El mensaje reza así:
“En Aquarius siempre hemos roto una lanza contra los prejuicios a través de historias extraordinarias. Por eso, este año queremos rendir un homenaje a los políticos con vocación. No, no nos hemos vuelto locos. Queremos descubrir a políticos como Elena Biurrun, Pedro Garde o Ramón Marí, capaces de hacer cosas extraordinarias en sus pueblos y ciudades, haciendo que recuperemos la fe en el ser humano. Y es que, cada vez más, estamos convencidos de que EL SER HUMANO ES EXTRAORDINARIO.”
¿Es un mensaje necesario? Revisando en Twitter el hashtag #PolíticosExtraordinarios, hay opiniones para todos los gustos, eso sí, casi todo son halagos para Aquarius y para Sra. Rushmore. El contenido y la idea se aprecian como un mensaje de unión y de reconciliación de la clase política con la ciudadanía. Esos políticos de a pie, de pequeños municipios y de no tan pequeños, que verdaderamente trabajan por mejorar su entorno y la calidad de vida de sus convecinos.
“No perdamos la fe en el ser humano” es una de las ideas clave y el camino a seguir para convivir con esta crisis maldita de la que, al fin y al cabo, salimos y saldremos adelante los ciudadanos, lo mismo que son nuestros políticos. No caigamos en la generalización y a considerar a todos y cada uno de ellos como “corruptos” sólo porque, por desgracia, estén saliendo a la luz estos casos a nivel nacional.
No obstante, el debate está servido. En mi opinión, es una gran campaña, un mensaje positivo y esperanzador, que a su vez, ha tratado de ceñirse a la realidad utilizando la imagen de personas de carne y hueso y que tanto necesitamos hoy en día.
