Foto: Oscar Aznar.
Los dos guardamentas fueron protagonistas del encuentro
En esta mañana de domingo se disputaba la jornada 17 de la máxima competición del balonmano español, en la que los alcarreños se desplazaban hasta Pamplona para enfrentarse a otro rival directísimo por la permanencia, el Helvetia Anaitasuna de Quique Domínguez.
Para este encuentro, con un equipo aún aquejado de bajas, el entrenador visitante, Juan Carlos Requena, se decantaba por un siete inicial que contaba con Gerard Forns en portería, en los extremos Santi Simón y José Luis Román, laterales para Haitz Gorostidi y Vicente Poveda y por el centro, doble pivote con Miguel Llorens y Jakub Sladkowski
Durante el inicio del encuentro las defensas se encontraban firmes y estables, haciendo que al llegar al primer parcial solo se mostrara el 1-1 en el marcador y dando ya Marcos Cancio, en la portería local, los primeros visos de que se iba a convertir en un escollo para los de Guadalajara.
Foto: Oscar Aznar.
Fue gracias a él, que los siguientes lanzamientos de Mielczarski no llegaran a la red pamplonica al igual que el siete metros que no conseguía encajar Gorostidi, llevando al Anaitasuna a adelantarse al llegar el segundo parcial, 4-3.
Pero, de nuevo, aparecía en el cuadro morado un salvador Gerard Forns bajo palos, con paradas en los momentos clave, para evitar que los de Pamplona abrieran brecha y de paso conseguir que sus compañeros firmaran el empate 4-4 en el 11:43.
Foto: Oscar Aznar.
La igualdad sobre la pista reflejaba la necesidad de ambos conjuntos por puntuar y el luminoso del Pabellón Anaitasuna con un 6-6 llegado el ecuador de la primera mitad mostraba que el acierto en lanzamiento, o de los porteros, sería definitivo para resolver el encuentro.
Pasado el minuto 18:22, eran los de Quique Domínguez quienes de nuevo se adelantaban, 9-6, máxima ventaja en lo que iba de partido, con un Marcos Cancio que detenía los lanzamientos de los alcarreños y, ya con esta pequeña brecha, Juan Carlos Requena decidía parar el crono para dar instrucciones a sus pupilos y reordenar sus filas.
Esta parada surtía el efecto esperado, cambiando completamente la dinámica del juego y recortando Guadalajara las distancias hasta alcanzar el empate, 9-9, con un gol de Manu Catalina. La situación forzaba a Quique Domínguez a hacer lo propio y solicitar tiempo muerto también, para cortar la buena racha del rival tras el parcial de 3-0 que les llevaba al empate.
Foto: Oscar Aznar.
Los minutos antes del descanso el partido subía el nivel de intensidad. La dinámica del partido favorecía a los alcarreños, que encontraban en el portero local su mayor oposición, al igual que Gerard Forns se convertía en un pulpo para los pamploneses y así se llegaba al intermedio con un partido totalmente abierto y un resultado de 12-13.
El segundo acto comenzaba con gol de Mielczarski al que respondía de inmediato Aitor Albizu, marcando el ritmo y la intensidad que sería la tónica de esta mitad. Si bien los alcarreños apretaban, la portería de Anaitasuna hacía los deberes y, a pesar de llegar al 35:00 con un 14-16, pasado este momento, los locales pegaban un arreón para, no solo empatar, sino de nuevo adelantarse, 19-17 en el 39:14, metiendo un parcial de 4-0 a los de Guadalajara.
A los alcarreños no les quedaba otra que ponerse el mono de trabajo. Con Mielczarski organizando el juego, Poveda y Serradilla se alzaban como baluartes ofensivos, mientras Forns hacía lo suyo bajo palos para acercar de nuevo las posturas, 20-20 en el 43:15.
Foto: Oscar Aznar.
Con la igualdad de nuevo sobre la pista del pabellón navarro, 23-24 a once minutos del final, tras transformar un penalti Manu Catalina, la situación se apretaba y ya hacía prever un final de infarto que se decidiría por los detalles.
Y en ese momento aparecían de nuevo las porterías. Tanto Gerard Forns, como su contraparte Marcos Cancio, se hacían fuertes bajo palos, dificultando que ninguno de los conjuntos pudiera despegarse de su rival, que veía pasar los minutos, e incrementando la ansiedad por llevarse dos puntos vitales, mientras el marcador seguía abonado al empate, 25-25 en el 54:00.
Los últimos minutos del choque, los tiempos muertos se sucedían por instantes, cuando los dos entrenadores sabían que cualquier acción podía ser determinante para el resultado final y no querían dar lugar a la improvisación.
En este duelo de técnicos, fue Requena quien se llevó el gato al agua, consiguiendo que el IMPULSE BM Guadalajara tirase, en esta ocasión de su potente defensa, con Llorens y Sladkowski a la cabeza. Finalmente, gracias a Alberto Serradilla que robaba un balón importantísimo de las manos de Samuel Pereiro, a un Manu Catalina a quien no le temblaba el pulso ante Cancio en los siete metros, marcando dos goles de penalti y al pivote polaco Jakub Sladkowski, que remataba el partido con el último gol que establecía el 27-29, era el IMPULSE BM Guadalajara quien arrancaba los dos puntos de una pista más que complicada, al llevarse una victoria vital para sus aspiraciones a la permanencia.
Ficha técnica:
27 (12+15)– HELVETIA ANAITASUNA:
Marcos Cancio (Dani Santamaría), Martin Ganuza (2), Alonso Moreno (1), Aitor García (2), Samuel Pereiro (2), Mikel Redondo (1), Marco Moreno (2),-siete inicial-; Xavier González (5), Oleg Kisselev (1), Julen Elustondo (1), Adrián Ortiz, Pablo Itoiz (1), Aitor Albizu (5), Pablo Castro y Nico Zungri (4).
29 (13+16) – IMPULSE BM GUADALAJARA:
Gerard Forns (Nico García); Santi Simón (2), Haitz Gorostidi (4), Miguel Llorens, Jakub Sladkowski (4), Vicente Poveda (4), José Luis Román (1) -siete inicial-; Manu Catalina (6), Panchito Lombardi (1), Juan Jodar, Alberto Serradilla (3), Piotr Mielczarski (4), Jesús Arribas, Álvaro García y Rodrigo Román.
Árbitros: Roland Sánchez Bordetas y Josep Milán Cazola. Excluyeron dos minutos a Alonso Moreno y Aitor García por el Helvetia Anaitasuna y a Llorens, Manu Catalina y Gorostidi por el IMPULSE BM Guadalajara.
Parciales: 1-1, 4-3, 6-6, 9-8, 10-10, 12-13 , descanso, 14-16, 19-17, 21-21, 24-24, 25-26 y 27-29.
Incidencias: Encuentro correspondiente a la decimoséptima jornada de Liga Plenitude, disputado en el Pabellón Anaitasuna de Pamplona ante unos 1.000 espectadores.
