El equipo se afianza respecto a los puestos de descenso. Foto: CD Marchamalo.Los verdillos, superiores de principio a fin en Villarrobledo

El Marchamalo se ha dado un festín este domingo a costa de un Villarrobledo en horas baja que ha echado de menos las múltiples ausencias y ha sido rehén de la situación deportiva por la que atraviesa. Los gallardos han sabido imponer desde el inicio del partido su superioridad y veteranía, lo que les ha permitido acabar el encuentro con una contundente goleada de 0-6. La victoria pone de manifiesto la buena dinámica del equipo y le permite respirar de cara a la clasificación.

El partido comenzaba con los locales tratando de hacer valer su condición, aunque muy pronto eso dejaría de cumplirse. En el minuto 8 Rober conseguía perforar la portería manchega con un potente cabezazo tras un pase magistral de Braun.

A partir de aquí, los locales se diluían ante el buen posicionamiento del equipo campiñero, que dominaba el juego y salía con peligro al contragolpe. Así llegaba el segundo tanto, en una transición que dejaba a Arribas completamente sólo ante el portero manchego; Braun, ante la cesión del balón, sólo tuvo que empujarlo al fondo de la red.

Con el encuentro controlado por la escuadra visitante, ambos equipos se marchaban a los vestuarios. Los gallardos salieron de la caseta con la voluntad de sentenciar y a poco del inicio de la segunda parte cumplían el objetivo con un remate de cabeza de Acuña. Fue en un saque de esquina botado magistralmente al corazón del área por Heras.

Los jugadores celebran en el vestuario. Foto: CD Marchamalo.

Acelerador

A pesar de la contundencia del marcador, los jugadores gallardos no bajaron el pie del acelerador y poco después, en el minuto 62, Arribas hacía el cuarto aprovechando un cúmulo de rechaces tras una bonita jugada dentro del área chica. Por primera vez en la temporada, el Marchamalo disfrutaba con el juego y con la eficacia de cara a puerta. Acuña pudo hacer el quinto en otra buena internada por banda de Arribas, pero su remate se marchaba por encima del travesaño.

Con todo el pescado vendido, el técnico marchamalero, Emilio López Amado, movía el banquillo dando descanso a Rober y Acuña por Daniyo y Barri. Éste último sería protagonista, acto seguido, para hacer la manita rematando de cabeza otra jugada gallarda ante la débil zaga manchega.

Con el partido ya finiquitado, el entrenador gallardo daba descanso a varios de sus jugadores habituales y agotaba todas las ventanas de cambios. Poco después, Heras caía lesionado y el equipo marchamalero debía acabar el partido con diez jugadores. Sin embargo, esto no fue impedimento para conseguir un gol más, que a buen seguro será el de la jornada y uno de los más bonitos de la liga, cuando Víctor decidía, desde prácticamente el centro del campo, poner el balón por encima del portero local en una obra de arte magistral. Con este tanto, el Marchamalo ponía el broche de oro a un partido en el que no ha tenido rival.

Ficha técnica
CP Villarrobledo 0-6 CD Marchamalo
CP Villarrobledo: Caserta; Mehdi (Rodrigo´72), Moreno, Jorge Santos (Mosquera´46), Lounis (Héctor´46), Miguel Gómez (Ortíz´58), Arango, Vitinho, Barragán, Tapajos (Hergueta´72) y Escribano.
CD Marchamalo: Aarón; Balles (C) (Adrián´75), Moraga, Gómez (Molinero´68), Acuña (Barri´61), Braun (Víctor´68), Fane, Arribas, Yélamos, Roberto (Daniyo´61) y Heras.
Goles: 0-1. Min. 8. Rober. 0-2. Min. 30. Braun. 0-3. Min. 49. Acuña. 0-4. Min. 57. Arribas. 0-5. Min. 66. Barri. 0-6. Min. 88. Víctor.
Árbitro: Alexis A. Gallego Sánchez-Nieta del Colegio Castellano Manchego, asistido en las bandas por Alberto Rodríguez y José Yébenes. Sancionó con tarjeta amarilla a Escribano por parte de los locales.
Incidencias: Partido de la vigesimotercera jornada de liga en el Grupo XVIII de Tercera División disputado en el Campo de Fútbol Virgen de la Caridad (Villarrobledo). Antes de inicio del encuentro se ha rendido homenaje al mítico jugador del Villarrobledo, Pepín. El conjunto gallardo tuvo que acabar el partido con 10 jugadores por la lesión de Heras, que tuvo que salir del campo, habiéndose agotado todas las ventanas de cambios.