En un servicio de salud donde el 50% de los trabajadores son temporales, alrededor de unos 15.000 de los cuales 3.000 corresponderían a personal facultativo, principalmente médicos, y donde además no se ha convocado una OPE desde el año 2009, salvo una mini OPE en el 2016, y sí tres concursos de traslados masivos y consecutivos los años 2010, 2015 y 2018, solo queda, como ya sucedió en el año 2001 y ante una situación muy similar, promulgar una Ley que contemple un “Proceso Extraordinario de Consolidación de Empleo Vía Concurso de Méritos”.
En el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha, sobre un total de 6.198 médicos especialistas a fecha de enero de 2018 solo se han convocado 230 plazas para personal facultativo especialista en el periodo 2009-2019 de las cuales 48 plazas están paralizadas por orden judicial como consecuencia de una presunta filtración del examen de Médico de Medicina Familiar y Comunitaria.
Por tanto, durante los últimos 10 años solo 182 plazas vía OPE serán ocupadas por personal sanitario facultativo en el Sescam. Este es el bagaje de nuestro servicio de salud.
Las consecuencias de tener una tasa de temporalidad del 50% son devastadoras para cualquier servicio de salud y en lo que respecta al personal sanitario facultativo, principalmente médicos pero también farmacéuticos, psicólogos clínicos, analistas y bioquímicos clínicos, etc., supone, por la alta cualificación de este tipo de personal, unos problemas añadidos que hacen que se pueda resentir la calidad de nuestro servicio sanitario.
La consecuencia más inmediata de la falta de ofertas de empleo público en el Sescam es que cientos de médicos especialistas, muchos de ellos formados en nuestros hospitales y centros de salud, se nos están yendo a otras comunidades autónomas donde sí se convocan ofertas de empleo público o se les ofrecen mejores retribuciones con una menor carga asistencial y pueden conciliar bastante mejor su vida personal, familiar y laboral.
Hoy en día, principalmente a nivel hospitalario, el grado de superespecialización es tan importante que la no convocatoria de ofertas de empleo público de forma regular, cada dos años como mucho, puede suponer que determinados servicios se resientan de forma importante ante la llegada de personal que no está superespecializado en determinadas técnicas o patologías y el desplazamiento de los que sí estaban cualificados para tales funciones. Para que esto se entienda bien pongamos como ejemplos la unidad de hemodinámica intervencionista de un servicio de cardiología o la unidad de radiología intervencionista de un servicio de radiología. Este tipo de unidades están compuestas como mucho por entre dos a cuatro médicos que además de la actividad asistencial diaria tienen que dar respuesta a las urgencias que se pudieran presentar a lo largo de cada mes. La pérdida de personal en este tipo de unidades puede suponer en muchos casos la derivación de pacientes a otros servicios de salud con todo lo que esto conlleva.
Ante esto, solo cabe un Plan de Ordenación de Recursos Humanos que contemple, entre otras cuestiones, OPE y concurso de traslados cada 2 años para no dar lugar, como ahora sucede, a tener interinos, sustitutos y personal eventual con 15 y 20 años de antigüedad como temporales.
Pero mientras llega este Plan de Ordenación de Recursos Humanos tenemos que dar solución a la realidad que están viviendo miles de trabajadores en el Sescam y esta no puede ser otra que la consolidación de los puestos de trabajo a través de una Ley que contemple un concurso de méritos. Esto no es un antojo, ya sucedió en el año 2001 y no consiste en otra cosa que en dar solución a una situación de abuso de la contratación temporal por parte del Sescam, o sea, en dar solución a una situación de fraude de ley en la contratación como así lo ha dicho en varias ocasiones el Tribunal de Justicia de la Unión Europea.
Fundamentos jurídicos los hay, muy diversos y de gran peso, para articular la citada Ley de Consolidación del Empleo en el Sescam vía concurso de méritos y solo falta voluntad política para ponerse de acuerdo y subsanar tan grave irregularidad que ya dura 10 años.
Esta semana me decía una compañera auxiliar administrativo de mi hospital que “llevo 24 años de interina y me es prácticamente imposible presentarme a una OPE normal en igualdad de condiciones pues mis cargas familiares y el trabajo no me dejan tiempo para prepararme un examen y cuando pude hacerlo o no sacaban plazas o estas eran insuficientes para tantos como estábamos”.
Porque el problema de las altas tasas de temporalidad no es solo médico sino que afecta a la totalidad de las casi 100 categorías y/o especialidades profesionales que existen en el Sescam.
A ver qué dicen los políticos a este problema humano y sanitario.
Juan José García Cruz.
Médico Especialista en Anestesia y Reanimación del Hospital Virgen de la Salud de Toledo.
Ex Secretario General del Colegio de Médicos de Toledo