El mercado de abastde Guadalajara necesita reinventarse. El edificio, que fue diseñado en 1883 por Mariano Medarde, es una de las joyas arquitectónicas de Guadalajara y está incluido en el Catalogo de edificios protegidos del actual Plan General de Ordenación.

 Ahora, tras años de languidecer abandonado a su suerte, el inmueble podría convertirse en una pieza importante en la Estrategia de Dinamización del Casco Histórico de Guadalajara. De hecho hay algunos empresarios que están preparando nuevos proyectos para relanzarlo.

Un espacio con mucho pasado, poco presente y quién sabe si con algún futuro. De momento, el edificio del mercado, con capacidad para 24 negocios solo tiene abiertos  8.  

 El mercado de abastos de Guadalajara tiene capacidad para albergar 24 negocios pero desde hace un par de años sólo resisten ocho: varias carnicerías, un par de fruterías, una pollería y un puesto de variantes. Ninguna pescadería. Sólo ocho puestos y ni siquiera están ubicados en la misma planta, lo que hace que la sensación de abandono sea aún mayor.

Tiene capacidad para 24 puestos, pero solo resisten ocho.Es un negocio ruinoso para el Ayuntamiento de la ciudad. Cada mes ingresa, por los alquileres de esos ocho puestos, unos 1500 euros, alrededor de 18.000 euros al año, mientras que los gastos casi multiplican por cuatro esa cifra. En 2013, según datos oficiales, los gastos del mercado fueron de 65.000 euros y eso que no se invirtió nada, ni un euro, en mejoras del edificio.

A los comerciantes tampoco les va bien. “Cuando había seis carnicerías vendíamos más, en proporción, que ahora que hay tres- afirma rotundo Juanjo Redondo, uno de los comerciantes del Mercado de Abastos- Han cerrado el 30 por ciento de los negocios, pero los clientes han bajado un 70 por ciento”.

Una situación de déficit que hace difícil entender porqué el Ayuntamiento de Guadalajara lleva años sin sacar los puestos a licitación.

“Está claro que es un negocio ruinoso para el Ayuntamiento -reconoce Pedro Álvarez, otro de los comerciantes- pero además tiene muy mala administración”. Según este empresario, en muchos casos no se montan negocios nuevos porque no hay profesionales jóvenes que se decidan, pero también están convencidos de que el Ayuntamiento no favorece su apertura. “Creemos que están poniendo zancadillas para que el mercado se quede vacío. Hubo una persona interesada en abrir el bar, iba a crear un par de puestos de trabajo, con un horario de apertura más amplio, montando una terraza…Lo solicitó pero el Ayuntamiento no le contestó. Le dijeron que estaban pendientes de una obra. De eso han pasado dos años- afirma Juanjo Redondo- Si el Ayuntamiento anunciase que se licitan los puestos habría muchos interesados pero no lo hacen. No dan facilidades”.

Ángel García, el concejal responsable de Mercado esta legislatura, lo tiene claro y cree que antes de hacer nuevas adjudicaciones es necesario tener un plan concreto para desarrollar el proyecto, plan en el que los comerciantes que quedan en el edificio tendrán- afirma- mucho que decir.

Por su parte los pequeños empresarios del mercado, que son los que viven el día a día, están muy preocupados con la situación y creen que, si no van clientes al centro es porque no pueden llegar.

Un martes cualquiera en el mercado. En la planta superior, reservada para los agricultores autóctonos, también sobra sitio. Mala movilidad y peor mantenimiento

“El mercado está hundido -asegura Juanjo Redondo-. Nuestros negocios no lo están porque nosotros nos encargamos de mantenerlos con vida pero al mercado le hace falta llenarse. La clientela es la de toda la vida, la que le gusta el mercado… y no tenemos más clientes porque la gente no puede venir al centro. Nosotros teníamos clientes de Marchamalo, Iriépal… Antes, con los autobuses, venían ¿ahora?, no vienen. Si a eso le sumas los problemas para aparcar… las multas que se ponen especialmente los martes y los sábados… ¡No levantan nada la mano! Si alguien viene a comprar y tiene que cargar 5 kilos de fruta en el coche no puede aparcar en el colegio San José…”

Otra demanda es el mantenimiento del edificio. En los últimos años no se ha invertido nada en nuevas instalaciones y la inversión en reparaciones, apenas ha llegado a los 2000 euros entre 2012 y 2014.

Los comerciantes creen que hay mejoras que quedaron pendientes ya en la reforma del 89, una reforma muy lenta y que no fue efectiva. “No nos escucharon –dice Pedro Álvarez- La obra se terminó, pero mal, y a los cuatro días estaban pintando el suelo de epoxi… Dejaron unos desagües vistos horribles, nos dijeron que eran para que limpiásemos el suelo ¡cómo si hoy en día no hubiese sistemas más adecuados para ello! a los seis meses se tuvieron que cerrar los desagües...Intentamos que pusieran unas puertas automáticas, fue imposible… Ahora hay goteras…”

Hay más de media docenas de proyectos para hacer "algo" con el mercado. Pero el Ayuntamiento no se acaba de decidir. En el programa electoral del PP se apuesta por la renovación y la gestión privada.Ángel García: "Hay que hacer una auditoria para ver qué se necesita"

El mercado necesita, al menos un lavado de cara. De ello es plenamente consciente, Ángel García, el concejal responsable. Aunque no es partidario de una gran obra en el edificio del mercado sí reconoce que hay deficiencias que solucionar ya que han pasado 15 años desde que se hizo la gran reforma. “Una de las cosas a remozar es la cubierta. Por otro lado, la tercera planta, que se cedió a los agricultores, habría que renovarla porque se queda escasa y poco atractiva. Yo soy partidario de mantener, por supuesto, el exterior del edificio y en el interior usar materiales nuevos, como cristal, acero inoxidable….que bien compaginados pueden resultar muy atractivos. También hay que invertir en eficiencia energética…  En definitiva, hay que hacer una auditoria para ver qué se necesita, después decorarlo y mejorarlo pero sin perder el encanto”.

Pero las obras no van a limitar al interior del edificio. Los comerciantes se enfrentarán además a meses de obras en las calles de alrededor ya que esa zona es una de las pocas del casco histórico (apenas queda por reformar el 12 por ciento del casco) en la que todavía no se han mejorado los saneamientos, las canalizaciones y el alumbrado. Unas obras que en plena calle Mayor provocaron la indignación de los vecinos, y sobre todo de los comerciantes de Miguel Fluiters porque duraron más de lo esperado.

¿Cuándo se harán estas obras? Pues de momento sobre posibles fechas no se sabe nada: “habrá que hacerlo cuando se realice la mejora del mercado porque si no sería fastidiar a los comerciantes dos veces -reconoce Ángel García- Pero no sabemos cuando se hará, es algo que depende de la vice alcaldía que dirige Jaime Carnicero”. 

¿Qué hacemos contigo?

La casualidad ha querido que el despacho del concejal en el Ayuntamiento tenga un ventanal desde el que ve cada día el edificio del mercado, “lo veo todos los días, y me pregunto ¿qué hacemos contigo?...”. De momento ideas hay muchas: que se habilite una zona para vender productos propios de Guadalajara, también se valora la posibilidad de que junto a la venta se puedan realizar degustaciones de los productos, o copiar a esos mercados en los que compras los productos y en el bar de al lado te los cocinan “Yo creo que tenemos que ir a eso. Hay que hacer del mercado un centro de compra y también de consumo”.

Incluso el concejal valora dar un uso al parking interior “de primavera a otoño el aparcamiento, que deja de dar servicio al mercado a las 8 de la tarde, se puede convertir en una estupenda terraza. Ahí se puede estar hasta las 12 de la noche sin molestar. Todo esto son ideas. Ahora hay que ver si son viables”.

Lo que sí se tiene claro es lo que no se debe hacer:“Lo del mercado de San Miguel en Madrid trasladado a Guadalajara es una soberana tontería. Madrid es una de las principales capitales turísticas de España y tomarse un vino en ese mercado es carísimo. Aquí no buscamos atraer turistas sino principalmente al vecino de Aguas Vivas que se desplaza al centro a ir de compras, a tomarse una cerveza o dar un paseo”.

Ángel García tiene claro que la solución al mercado es una pieza más del puzle que se ha puesto en marcha para relanzar y recuperar el casco histórico de Guadalajara. “Es un tema estructural”- asegura el concejal, quien afirma que hacer una obra faraónica en el mercado no tiene sentido si no se une a otras intervenciones. Para el edil, al igual que para el resto de equipo de gobierno, es fundamental la presencia de la Universidad en el centro de Guadalajara “Esto no quiere decir que si no se instala la Universidad no se va a hacer la mejora del mercado, no, pero sí está claro que se hará de otra forma”.

Diseño de Desigplus para el mercado. Infografía: Mauro Olmeda.Los ocho comerciantes que aún resisten aplauden las ideas del Ayuntamiento pero están impacientes y quieren soluciones ya “¿Poner una terraza en el aparcamiento? Nos parece bien- asegura Juanjo Redondo. Todo eso son buenas ideas, pero lo que queremos es que de una vez pasen al papel.” Quieren que, en este nuevo proceso, se les tenga en cuenta y conocer “cómo se va a reformar, dónde me vas a ubicar, qué se va a hacer…para que todos nos beneficiemos de la mejora”. El Ayuntamiento también cree que la opinión de los comerciantes es vital y por eso han decidido crear una mesa de trabajo donde participen los comerciantes, los colectivos afectados, y cualquiera que pueda dar ideas y echar una mano en este proceso de recuperación. Para el Ayuntamiento la solución debe ir ligada a que la gestión del mercado quede en manos de a una empresa privada. “Estaba en el programa electoral y eso lo que queremos hacer” – afirma rotundo Ángel García. El cambio no preocupa a los comerciantes, es más, creen que a través de la gestión privada se podría conseguir una mayor rentabilidad. 

El mercadillo ¿lastre u oportunidad?

Unido al mercado está el mercadillo. Y ya hay políticos de mucho calado que hablan en privado de quitarlo de su actual ubicación. De momento Ángel García no es partidario de trasladarlo porque “si vamos quitando cosas perjudicamos al centro”, pero reconoce que “hay que darle una vuelta. Hay que tener suficiente imaginación para atraer al cliente de clase media. Ahora los clientes son principalmente gente muy mayor y con bajo nivel adquisitivo y eso hay que cambiarlo”. Una idea que pone sobre la mesa es que no sólo se vendan prendas de bajo coste sino incluir outlet de firmas de forma puntual.  Tampoco ve descabellado pensar en una ampliación, “hay espacio para ello habría que decidir qué zonas…podría ser la cuesta del Matadero, más allá de la Antigua…Son sólo ideas.”

Los comerciantes, consideran que no se está gestionando bien el mercadillo, aseguran que ha habido puestos, a los que se rescindió el contrato en enero, que no han pagado la tasa durante años. Afirman que ha bajado el número de puestos a la mitad y que no se han preocupado de dar nuevas licencias. Y, sobre todo, se preguntan por qué se está gestionando así.

Pedro Álvarez cree que el mercadillo no es interesante. “Los hábitos de compra han cambiado y la gente no está dispuesta a probarse una camisa a 0 grados, además tardas una semana en poder cambiar lo que te has comprado.” Ellos proponen que se amplíen los productos que se venden: arte, artesanía, espectáculo… “aunque la gente no compre, pero se trata de que lo visiten”. 

Proyecto para reforma del mercado presentado hace cuatro años por Designplus. Infografía: Mauro Olmeda.Un negocio con posibilidades

Aunque, como ven, el panorama es difícil son muchos los que consideran que el mercado de abastos es un nicho de oportunidades. De hecho en los últimos años ha habido varios intentos para relanzarlo.

“Ninguna propuesta fue seria- dice Pedro Álvarez- hubo una primera en la que el Ayuntamiento tenía que invertir unos 600.000 euros. Había que dejar la tercera planta para ocio y quitar el tejado para instalar en él una terraza. La idea era usar el edificio para hacer presentaciones y eventos”. No prosperó.

Hace algo más de dos años hubo una segunda que gustó a todos pero tenía inconvenientes. Había que realizar una obra durante un año. En ese tiempo los comerciantes seguían pagando el alquiler y a la vuelta, además de volver a acondicionar su puesto, debían pagar, además del alquiler, unos 200 euros mensuales, para financiar la gestión que permitiera tener actividades continuas que trajeran público. “Aunque el parón de los negocios durante un año nos suponía un problema nosotros estábamos de acuerdo. Pero pedimos garantías y solicitamos un aval: si en un año las obras no se habían terminado como nos habían prometido, ejecutábamos el aval. A las dos horas de negociar el asunto la empresa dijo que no y dejaron el proyecto. Eso no gustó en el ayuntamiento.” –señala Juanjo Redondo.

El proyecto fue presentado por empresa, Ipro, una sociedad que se ofreció para  encargarse de otros mercados de abastos además del de Guadalajara. Al final consiguió el encargo de mejorar el de Talavera de la Reina, sin embargo, han pasado dos años y el proyecto no ha salido adelante.  Hace apenas un mes el ayuntamiento de Talavera les ha rescindido el contrato porque en ese tiempo el proyecto no ha avanzado nada. “El enfado del Ayuntamiento nos hizo sentir muy mal- dice Pedro Álvarez-. Ahora, que les rescindan el contrato, no ha hecho más que darnos la razón. Cuando nosotros pedimos el aval lo hicimos porque no queríamos tener problemas otra vez, como con la reforma de 1998 que nos dijeron que iba a durar seis meses y duró tres años”.

Tampoco prosperó la propuesta de las empresas locales Designplus  y Trespasos presentada hace cuatro años. El proyecto destinaba la primera planta a comercio, la segunda a hostelería y la tercera como sala multiusos y para eventos. “Les encantó el proyecto -señala Rafael Armengol- pero el alcalde nos indicó que ellos no tenían dinero para hacerle frente y que debía ser una empresa privada la que lo llevara a cabo”. Al final, tampoco pudo ser.

Nuevas ideas

François VillaltaPero tras estos intentos hay nuevas propuestas sobre la mesa. Una de ellas está siendo liderada por Françoise Villalta, un empresario que por motivos profesionales llegó a Guadalajara y comenzó a implicarse en proyectos de la ciudad. De hecho ha sido uno de los promotores del relanzamiento de la Plaza de Toros de Guadalajara a través de la UTE Coso de las Cruces. Esta nueva propuesta, que ilusiona de forma muy especial a los comerciantes, busca que ya en de Navidad se empiecen a poner en marcha campañas especiales de gran impacto que atraigan nuevos clientes al mercado. “Yo estoy impresionado por los grandes profesionales que hay en el mercado y por el propio edificio, bonito, representativo y con personalidad, y creo que es un objetivo que se puede conseguir si las dos partes colaboran”- asegura Françoise Villalta. “El plan de dinamización del casco es una oportunidad y el mercado tiene que ser un elemento fundamental de ese plan. Lo primero es dar una imagen uniforme, de mercado, incluso los puestos de venta que se ponen en la última planta, los martes y los sábados, son magníficos pero no así, con cuatro cajas mal puestas. Primero demos una imagen de uniformidad y luego trabajemos en relanzarlos ¿cómo? completando oferta: panadería, bodega, pescadería con profesionales de nivel… y dando además otro tipo de ventas impactantes basadas en técnicas de marketing a través de terceras empresas que atraigan público de forma rápida”. Las llamadas tiendas efímeras. El mercadillo,de momento,continuaría en el mismo espacio pero Françoise Villalta, reconoce que serían necesarios cambios a medio plazo, y que habría que valorar, incluso, su traslado. De momento los contactos con el Ayuntamiento han existido, pero han sido extraoficiales.

Otra propuesta fue presentada hace más de un año por dos empresas de Guadalajara, Albeda Gestión Integral y Proyectos y Tramitaciones. Un proyecto que sigue vivo según nos confirma uno de los propulsores Daniel Sánchez: “Nuestra propuesta sigue vigente aunque se han producido algunos cambios sobre la idea original. Ahora estamos pendientes de una reunión con el Ayuntamiento para hablar del proyecto”. La propuesta de estas dos empresas pasa por reforzar la parte comercial a la vez que se abre un espacio destinado al ocio. Daniel Sánchez destaca que tienen un interés especial en el proyecto ”en este tema no sólo tenemos una motivación profesional sino también personal: somos de Guadalajara y ante la situación que hay en el centro de la ciudad nos ha parecido una buena manera de colaborar” .

Nuevas propuestas, en definitiva, que buscan relanzar un negocio ruinoso y abandonado. Nuevas ideas que esta vez sí pueden llegar a buen puerto De momento el concejal Ángel García, se atreve a dar plazos y está convencido de que en los seis primeros meses de 2016 la maquinaria empezará a ponerse en marcha con proyectos serios encima de la mesa. “El compromiso es que cuando termine la legislatura el nuevo mercado esté funcionando”. A los comerciantes les parece bien. Ellos solo quieren que acabe esta larga agonía.